Be the one, be the one

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-Dua- ella estaba en el pasillo hacia el estacionamiento, llevaba su mochila en la espalda y las llaves de su camioneta en la mano, no se detuvo, solo vi que limpiara sus ojos -Dua, cariño, hablemos-.

Ella dejó de avanzar, esperando a que llegara junto a ella, cuando estuve a su lado solo tuve el tiempo para sostener su mano y mirarla. Estaba concentrada en el frente, evitando mi mirada pero enlazando sus dedos con los míos.

-Dua-.

-Debemos irnos- su voz estaba rota y continuó caminando hacia el estacionamiento, esta vez conmigo. No la intenté detener, solo estaba esperando el momento para capturar su atención, si estaba llorando. Me dolía verla así.

Llegamos a su camioneta, ella abrió la puerta para que entrara pero no hice nada más que intentar sostener su rostro entre mis manos para que me mirara a los ojos.

-Camila-.

Sus ojos cafés me miraron con tristeza, y necesitaba ser fuerte para no llorar ahí mismo al verla así.

-No tienes por qué estar así, ¿de acuerdo? No me importa nada más que estar contigo, y si tengo que repetirlo mil veces al día, lo voy a hacer...esto es lo que siento por ti- busqué su mano y la coloqué encima de mi pecho, donde mi corazón latía agitado- me dijiste que lo ibas a intentar por mí hasta que el sol deje de salir, así que yo lo quiero intentar hasta que las estrellas dejen de brillar, y lo sé, es cursi todo esto pero soy una tonta enamorada que siente mucho por ti-.

-Realmente quiero que todos conozcan a la chica que me hace sentir feliz, enamorada... Camila, yo...-su voz se fue apagando, no podía continuar, limpió un poco sus ojos pero sabía que en cualquier momento ya no iba a poder evitarlo.

-Cariño, estoy aquí-.

Y justo en ese momento me abrazó, escondiendo su rostro entre mi hombro, presionando mi cuerpo al suyo. Sintiendo las lágrimas descender por mis mejillas mientras ella lloraba. Me estaba destrozando.

[...]

En su mirada había encontrado frustración, tristeza y miedo. Dua no había terminado de hablar cuando se derrumbó en mis brazos, llorando, y yo no pude resistir a sus lágrimas.

Necesitaba ser fuerte, para ella y para mí.

Terminé diciendo incoherencias para hacerla sonreír un poco, mis estupideces parecían naturales y sus lágrimas fueron apagándose poco a poco, limpiando su rostro y el mío.

-Si me ven así voy a decir que es porque mi gato se perdió en el espacio y que posiblemente se convirtió en el monstruo come galletas, o es un ninja espía, tal vez tenga superpoderes, no lo sé, seguramente me pregunten ¿cuál gato? Porque yo no tengo-.

-Camila-repasó mi cabello con sus manos.

-Me gusta cuando dices mi nombre, en tu voz se escucha más lindo...es lindo mi nombre ¿verdad?-busqué su mirada, con una sonrisa que había logrado conseguir, ella asintió en silencio, imitándome un poco- ¿o te gusta más Karla?-.

-Los dos nombres me encantan- cuando al fin vi su pequeña sonrisa en el rostro, sostuve más fuerte su mano.

-Bien, entonces para ti voy a ser Karla o Camila, pero no le digas a nadie porque eso es exclusivo, edición especial solo para ti...aunque me gusta más tu nombre, Dua, Dua, Dua, Dua, Dua, Dua...-me silenció con un rápido beso cálido en los labios.

-Gracias, gracias por estar aquí, gracias por ser mi maravillosa Camila, te amo- me besó de nuevo, para terminar con un abrazo, ahora yo me apoyé en su cuerpo.

-Yo igual te amo-.

BE THE ONE » duamilaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora