BE THE ONE » duamila

That I won't let you down

-Hola Camila...Dua- Isaac apareció junto a nosotras por los pasillos de la escuela, Dua presionó el agarre de su mano en la mía y lo miró seria.

-Hola-le respondí de regreso y continuamos caminando, Dua se mantuvo en silencio mirando al frente.

-Chicas, voy a hacer una fiesta el fin de semana y me gustaría que ustedes asistan, será divertido y tienen las primeras invitaciones-.

-Gracias Isaac, si nos disculpas, debemos ir a clases-la voz de Dua se escuchaba más segura, sin ningún tono en especial aunque yo entendía aquella respuesta como una negación completa, el chico a nuestro lado caminó más rápido para quedar frente a nosotras.

-Dua, tal vez ahí podrías presentarnos a Camila como tu chica oficial- Dua se detuvo y yo me quedé a su lado, Isaac sonrió por sus palabras -¿qué les parece?-.

-Lo vamos a pensar- terminó Dua, para llevarme de nuevo hacia el salón, evitando a Isaac, quien se en medio del pasillo con esa sonrisa de ganador por haber dejado a la chica de mi lado sin respuestas seguras, por hacerla reaccionar diferente.

Llegamos al salón y ella se sentó a mi lado, quedándonos en silencio, sentía que ella no quería hablar y tal vez lo que había mencionado Isaac la estaba presionando, tal vez estaba pensando la idea, o tal vez era algo más, no me había dirigido la mirada y eso era diferente en ella. Suspiré y me reacomodé en el asiento, miré alrededor de nosotras, el profesor aún no había llegado a la clase.

-¿Qué ocurre?-.

Ella levantó sus cejas como si estuviera regresando a la realidad, dejando por unos segundos a sus pensamientos.

-¿Quieres ir?-.

-No me gustan mucho las fiestas-.

-Y a mí no me gustaría presentarte a los demás en una fiesta así...me refiero a que...yo, si quisiera presentarte....si quisiera que todos conocieran a la chica que me hace feliz, pero no de esa manera...yo...- me miró y ahí detuvo su voz, era demasiado adorable buscando qué decir, estaba nerviosa y el sonrojo en sus mejillas la hacía ver más linda, sonreí y ella me respondió con una pequeña sonrisa -oh dios, no lo puedo creer-.

Me acerqué un poco más a ella, sentía el aroma de mi perfume favorito en Dua, vainilla y dulce.

-Eres demasiado adorable- ella intentó cubrir su rostro con las manos pero la detuve- estoy orgullosa por haber logrado ese sonrojo en tus mejillas, al parecer estoy haciendo algo bien- de nuevo su rostro enrojeció un poco y sonrió más- esta reacción quedará como mi favorita-.

Comenzó a reír, realmente estaba sonrojada y yo con ella.

-¿Por eso estabas en silencio?- ella asintió en silencio- ¿sólo por eso?-.

-Estaba considerando todo, quiero hacer las cosas de la mejor manera y me gustaría que fuera especial-intentaba ocultar su mirada, enfocándose en el juego de sus dedos enlazados con los míos.

-Todo lo que hagas va a ser especial para mí ¿de acuerdo?-.

-Camila, ¿podrías decir mi nombre?- se acercó aún más a mí, sin apartar mis manos de las suyas, su cabello caía por sus hombros, dibujándose un brillo diferente en el color café de sus ojos.

-Dua-.

-¿Podrías decirlo dos veces más?- sonreí y sostuve por más tiempo su mirada.

-Dua...Dua- ella dejó escapar una pequeña risa.

-Sólo necesitaba comprobar que estoy en la realidad- me dejó un beso en la mejilla, el profesor ya había llegado a la clase.

Cuando terminó la clase, tuvimos que continuar con nuestros horarios diferentes, justo antes de entrar a mi salón, me golpeé contra un chico y el comenzó a pedir demasiadas disculpas.

-Yo...lo siento, iba distraído, es que...estaba buscando mi salón y-se detuvo al verme.

-No hay problema-acomodé mi mochila, observando al chico frente a mí.

-¿Sabes si aquí es la clase del profesor William?-.

-Sí, aquí es, de hecho es mi siguiente clase- el chico sonrió al escucharme.

-Genial, entonces estamos juntos, lo siento por conocernos así, yo...soy Julian-.

-Camila-.