Escuché que alguien llamara a mi ventana desde el jardín, ya era poco más de las diez de la noche. Debía comprobar si era la persona que tenía en mente. Me asomé al cristal y vi que Dua estaba abajo, al verme agitó su mano y abrí la ventana.
Observando como una linda sonrisa se dibujaba en sus labios.
-Hola, Camila-.
-Hola...Dua ¿qué haces aquí? ya es tarde-le pregunté con el mismo volumen de voz, no gritábamos pero era lo suficiente para escucharnos.
-Pasaba a saludarte-.
-¿Segura?-cuestioné más divertida.
-Sí, bueno, igual quería preguntarte algo-.
-¿Si? ¿Sobre qué?-me apoyé en el borde de la ventana y la miré desde arriba.
-Es sobre el proyecto de la escuela, tú...yo no he avanzado mucho con Troye porque no he logrado concentrarme y me preguntaba...-interrumpí lo que me estaba diciendo.
-¿Por qué no has logrado concentrarte?-.
-Porque...ya sabes...me conoces, yo...he estado pensando en una chica linda, con ojos cafés y sonrisa divertida que me responde desde la ventana antes de la medianoche-.
-¿Cómo se llama?-.
-¿Quién?-cuestionó.
-La chica de la que me hablas, Dua ¿bebiste algo antes de venir hasta aquí?-levanté mis cejas esperando su respuesta y ella comenzó a reír.
-Me refería a ti, y no...bueno, solo bebí jugo de manzana antes de salir de casa pero nada más-.
-Podría jurar que estás un poco ebria-.
-Solo estoy enamorada-admitió en voz baja.
-¿Qué? No te escuché-vociferé juntando mis manos para que me escuchara más fuerte.
-¡Que estoy enamorada!-
-¡¿De quién?!-sonreí para terminar perdida en su mirada divertida.
-¡De ti!-vi que la luz del jardín se encendiera, seguramente mi madre o mi padre estaban por salir a ver quién se encontraba afuera de la casa.
-Te espero en la puerta trasera de la casa-le indiqué mientras salía corriendo de mi habitación hacia las escaleras, bajando lo más rápido posible. Vi que mi padre estaba distraído mirando a través de la ventana.
Abrí la puerta trasera y tiré de la ropa de Dua para llevarla conmigo adentro de la casa.
-Hola-sonrió un poco y me besó en la mejilla cuando estuvo cerca.
-Vamos a mi habitación-.
Cerré la puerta y caminé un poco por el pasillo para verificar que mis padres ya habían regresado a la cocina.
-¡Camila!-mi madre me llamó.
-Demonios...mientras sube a mi habitación, ahora voy-ella me detuvo con sus brazos alrededor de mi cuerpo y negué en silencio para que me liberara-solo un momento ¿de acuerdo?-.
Cuando aceptó la idea, me dirigí corriendo hasta la cocina para encontrarme con mi familia, estaban hablando de algo mientras preparaban la comida.
-Hija, la cena ya está lista-mi madre me invitó a acompañarlos.
-Ya cené-mentí.
-No te vimos-.
-Es que...fui demasiado rápida-continué mintiendo.
-Ya te preparé un emparedado-.
-En serio, ya comí mamá-.
-Cami, yo no lo ví...sabes que no me gusta que duermas sin haber comido porque puedes enfermarte-.Oh no, seguramente me iba a dejar ahí sentada con una lección de comida. Así que me dirigí a la canasta con frutas y elegí un plátano.
-Espera...hija, ¿ocurre algo?-mi padre ya estaba cerca de nosotras, seguramente ya me había escuchado.
-Sí, ¡no!...son las tareas, debo terminarlas hoy porque las entrego mañana en la primera clase-busqué rápido una excusa, era muy mala mintiendo.
-De acuerdo, ¿y hoy no te ayudó Dua?-mi madre continuó.
-Sí, pero tenía entrenamiento y terminamos temprano-ya estaba con medio cuerpo afuera de la cocina, quería correr hacia mi habitación-eh, creo que debo regresar por las tareas, buenas noches...-.
-No duermas tarde-.
-No te preocupes mamá-subí a mi habitación y cerré la puerta después de entrar, Dua estaba recostada en mi cama, con las manos detrás de la cabeza y las piernas cruzadas.
Busqué un peluche del estante y lo lancé hacia ella, cayendo cerca de su cara.
-Me dejas en apuros-.
-Yo igual te adoro-me respondió al sentarse en la cama, con esa mirada profunda y extendiendo su mano hacia mí para que la sostuviera, cuando nuestros dedos se enlazaron, ella me arrastró más cerca de su cuerpo y me dejó caer en la cama, demasiado hábil para ser verdad.
-Me gustan tus ojos-.
-Camila, no comiences a delirar-.
-No lo hago, o tal vez un poco, no lo sé-repasé mis dedos en sus cejas.
-¿Qué haces?-.
-No preguntes mucho-ella se recostó conmigo y giré para estar encima de su cuerpo, abrazándome a su calidez-...aunque, ahora que lo recuerdo, no terminaste de hablar de tu proyecto-.
-Sólo era una excusa para venir a verte-.
Al probar sus labios, comprobé que no mentía en nada.
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BE THE ONE » duamila
FanficElla no sabe que tiene una galaxia en la mirada... Ella no sabe que tiene la misma fuerza de una tormenta... Ella no sabe que vive coleccionando historias para revivir al lado de una chica llamada Camila... Historia escrita por: @diorssweet