just another chance so that I can show

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Los días continuaron transcurriendo con normalidad, aunque Charli ya sospechaba que algo más había ocurrido entre Dua y yo.

-Camila, ¿Dua y tú...? eh, ¿ustedes ya...?

-¿Quieres saber si ya lo hicimos?-.

-Sí-me miró e inmediatamente cambió ese "sí"-no, no, es decir, pienso que sí pero sería mejor que tú me cuentes lo que sucedió...con detalles-.

Me sorprendió que por primera vez mi amiga dudara en preguntar, ella siempre solía ser demasiado directa y no faltaba algún comentario divertido en sus palabras.

-No debería contártelo, porque voy a perder mi secreto-.

-Oh, igual ya lo revelaste de esa manera, ya estuvieron juntas y al parecer fue demasiado bueno-presionó mis mejillas entre sus manos y sonrió aún más.

-Sabes qué es lo que pienso de Dua, ella sólo respira y para mí es perfecta-.

-Espera...ese tono de voz, esa manera de mirarme...se supone que debes estar feliz porque estás con la chica que quieres y lo mejor es que ella te corresponde-miró hacia nuestro alrededor y sujetó mi mano-ven, vamos a hablar en privado porque creo que es necesario-.

-No creo que sea necesario-.

-Sí, lo es-.

Me llevó en la parte más alejada de la cafetería, cuidando que los demás chicos de nuestro grupo no se acercaran a escuchar nuestra conversación. Ya estaba seria.

-¿Qué ocurre?-.

-Dua se va a ir...no voy a tener la oportunidad de estar más tiempo con ella, ni siquiera soy su novia... y creo que es lo mejor-.

-¿Por qué?-cuestionó curiosa.

-Porque si no tenemos algo que nos una, tal vez en ese tiempo pueda ser feliz con alguien más-.

-Ahora entiendo ese tatuaje que tiene Dua en la mano-.

-¿Cuál?-fruncí el ceño.

-El de "paciencia", ahora mismo yo lo necesito...Camila, no pienses en tu relación con Dua en un futuro porque de esa manera estás desperdiciando el tiempo que ahora tienes con ella-.

-Lo he intentado Charli, créeme que lo he hecho durante este tiempo pero siento que en dos semanas ella se va a ir-.

-No se va a ir para siempre, si hay algo fuerte que existe entre ustedes nada ni nadie lo va a cambiar, porque únicamente son "tú y ella"-.

Quise ahogar las lágrimas que estaba apareciendo por mis ojos, y tuve que secar la tristeza con mis manos. Mi amiga tenía razón, yo sólo me estaba encerrando en una desilusión que no existía.

-Soy una tonta-.

-Nadie lo es-la voz de Dua llegó a mis espaldas y no tuve más salida que cubrir mi cara entre mis brazos que se mantenían apoyados en la mesa de la cafetería-...¿Charli, puedes dejarnos a solas?-.

Sentí la mano de mi amiga en mi hombro y se acercó para hablarme.

-Si necesitas algo, ya sabes dónde voy a estar...hoy tengo una hora libre-.

-Gracias Charli-.

Escuché como se alejara del lugar e inmediatamente los brazos de Dua me rodearon. Sabía que estaba cerca de más personas pero eso no le importó, y me ayudó a estar más segura de lo que estaba sintiendo.

-No llores, ¿de acuerdo? estoy aquí-.

Mantuve mi rostro entre los brazos y sus caricias se deslizaron por mi espalda hasta subir a mis hombros. Cada vez había menos alumnos en la cafetería. Busqué recuperar mi respiración y limpié mi rostro con las manos, no funcionaba nada más que estar cerca de ella.

-A esto le tengo miedo-.

Sus ojos se enfocaron en los míos y limpió la última lágrima que amenazaba por resbalarse en mis mejillas.

-No tengas miedo, si lo hacemos juntas, no va a ser tan difícil como parece...-intentó dibujar una sonrisa entre sus labios.

El silencio entre nosotras se mantuvo por un instante más, y el desorden que tenía con mis sentimientos se hizo cada vez más tranquilo.

Continué mirando a Dua.

El café de sus ojos me distraía.

Mi mirada dibujó cada detalle de su rostro, desde su boca hasta las definidas cejas, mientras que su cabello caía por un lado y sus pestañas jugaban con la luz que se filtraba en ellas.

Si continuaba así, en cualquier momento saltaría a ella y la besaría como siempre había querido hacer.

Podría observarla todo el tiempo y no me cansaría de hacerlo, tal vez ya era una adicta a ella.

Su pequeña risa detuvo mis pensamientos.

-¿Adicta?-.

-¿Lo dije en voz alta?-.

-Sí-sonrió un poco más y se levantó del asiento, extendiendo su mano hacia mí-eres linda pero hoy creo que olvidaste los límites, así que...es hora de escaparnos-.

-Deberíamos entrar a clases-.

-Deberías convencerme-terminé de cargar mi mochila en la espalda y sostuve su mano entre la mía.

-Tengo una idea, pero antes debo ver algo-revisé la hora en mi teléfono, la clase después del descanso ya la había perdido y ella igual, así que tendríamos que esperar poco más de una hora-vamos mientras a la biblioteca, me siento una mala influencia para ti-.

-¿Por qué?-.

-Porque antes eras demasiado responsable con tus clases y nunca te perdías en el horario, antes tú me enseñabas los temas...y ahora creo que ambas necesitaremos ayuda-.

Cuando la miré, ella estaba observándome, tal vez de la misma manera en la que yo antes lo había hecho.

-Creo nos desviaremos a la salida, necesito uno de esos besos tuyos-.

Ella comenzó a reír pero cubrí su boca con la mano, aunque no funcionó mucho, sólo continuó con su adorable risa.

BE THE ONE » duamilaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora