BE THE ONE » duamila

baby, all the lights go out

Mi teléfono recibió la cuarta llamada, Dua lo miró pero no dijo nada, sólo amplió más su sonrisa y continuó cantando.

Me encantaba su voz y esa risa alegre entre miradas que me dirigía, en cada espacio libre buscaba mi atención, y continuaba siendo acompañada en algunos fragmentos de la canción con mi tarareo.

Quinta llamada.

-Demonios, Charli es insistente-reí con sus palabras.

-De acuerdo, creo que le voy a responder antes que lo intente de nuevo-Dua asintió con una sonrisa y continuó emocionada con la canción.

-Camila, ¿ya están ocupadas?-.

-Nos encontramos en el camino, falta poco-.

Su risa llegó desde el otro lado de la línea.

-Tu respuesta comprueba mis sospechas- miré de reojo a Dua, y rápidamente desvié mi mirada hacia la ventana, el viento era fresco y los árboles más escasos, seguramente nos encontrábamos cerca de la carretera que nos conduciría en la lateral a pocos metros de la orilla de la playa.

-No es lo que imaginas-me defendí, teniendo en mente a lo que se refería.

-Pero yo no dije nada-.

-Igual a eso te referías- escuché música y risas en el lugar donde Charli se encontraba.

-Ashlee nos está enseñando a cómo preparar la barbacoa y...-.

-¿Juno?- Charli lo confirmó y ya no podía creerlo, ya estaba aún más emocionada y mi rostro lo podía reflejar. Miré a Dua, y ella levantó las cejas, le envié un beso y simuló que lo atrapaba entre sus labios para señalarme que me acercara a ella y le devolviera un beso en la mejilla.

Le di dos besos, regresando de nuevo a la presión del cinturón de la camioneta, miré a través de mi ropa, ya tenía la marca roja.

-Camila, ¿me escuchaste?-mi amiga habló de nuevo.

-Si-.

-¿Qué dije?-.

-Que Ashlee les está ayudando...- Charli pidió rápidamente que me detuviera porque estaba revelando todo su plan.

-No Camila, eso no fue lo que dije- alguien llamó a Charli y ella pidió un minuto para regresar -bien, ¿en cuánto tiempo van a llegar?-.

-¿Dua?-la hablé para preguntarle acerca del camino, escuché que mi amiga diga algo pero no presté atención.

-¿Si?-.

-¿Cuánto tiempo nos falta para llegar?-.

-Diez minutos máximo, tal vez treinta si nos retrasamos- miró hacia mí y entendí que entre aquél juego había algo de diversión personal.

-Como en...- nuevamente Charlie me interrumpió feliz.

-Sí, lo escuché, que se retrasen todo lo necesario, pueden llegar a la medianoche o más, no hay prisa-.

-Charli-.

-Que se diviertan, las vemos mañana-.

-Pero...- Charli ya había colgado, miré a la pantalla y Dua comenzó a reír.