Be the one, be the one

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Terminé de escribir la nota para Dua, y estaba por guardar el pequeño papel cuando ella llegó a mi lado, sentándose en la cama para mirarme.

-Hola hermosa- besó mi hombro y comenzó a acariciar mi cabello-¿qué guardas ahí?-mi mano estaba buscando como esconderse. Su sonrisa divertida y el toque cálido de sus manos me dejaban indefensa.

-Nada, no es nada, solo...-ella levantó las cejas y se acercó a besarme en los labios.

-¿Nada?-hablando aún sobre mi boca continuó con su camino de besos.

-Nada por ahora- giré un poco hacia ella, guardando la nota en el bolsillo de mi pantalón.

-¿Será algo después?-.

-Seguro será mucho más que un "algo"-su cuerpo fue empujándome hacia la cama para que me recostara, ella encima de mí, con sus brazos en cada lado de mi cuerpo, arrancándome más besos lentos.

Mis manos se dirigieron a su cuerpo, atrayéndola un poco más cerca, sus piernas rodearon las mías y sus labios bajaron a mi cuello, cerré con más fuerza los ojos y mis dedos jugaron con la parte baja de su ropa, levantando un poco la tela para comenzar a tocar su piel desnuda, sus músculos se contrajeron y nuestras respiraciones se tornaban cada vez más irregulares. Mi pecho realmente estaba ardiendo, no sabía hasta donde éramos capaces de llegar.

Me removí debajo de ella para cambiar la posición de nuestros cuerpos, ahora yo estaba arriba.

Los besos avanzaban más desesperados y nuestras manos ya estaban inquietas. Bajé a su cuello para depositar un beso más.

-¿Estás segura de esto?-hablé cerca de su piel al descubierto.

Su risa nerviosa timbró en mi pecho, y me aparté un poco para mirarla. El café de sus ojos parecía más oscuro de lo que recordaba, tenían un brillo diferente.

-¿Qué es lo que tú quieres?-.

-A ti-.

-Entonces no debemos pensarlo mucho- besó rápido mis labios y rodeó mi cuello con sus brazos, ya había dibujado una sonrisa en su rostro.

Me sentía segura junto a ella, y no tuve miedo a continuar con los besos, pero mi teléfono comenzó a recibir una llamada, maldije para mí misma e ignoré el sonido.

-Camila-.

No dije nada y el teléfono dejó de timbrar, ella me atrajo de la ropa y comenzó a retirarla lentamente de mi cuerpo, sus dedos buscaban la oportunidad de no perder el contacto con mi piel.

La segunda llamada comenzó.

-Camila...creo que deberías responder-.

-Uhm no-continué y ella terminó de pasar la ropa hacia afuera de mi torso, ahí se detuvo para observarme, pasando sus caricias por encima de mi abdomen hasta subir, como si estuviera admirando cada parte de mí.

El timbre de mi teléfono se apagó y segundos después continuó en el de ella.

-Joder-.

Se acomodó en la cama y yo bajé de su cuerpo junto a ella. Extendió su mano para buscar el teléfono en la mesita de noche, mirando la pantalla para terminar por mostrarme el nombre.

Charli.

-Hola- su voz se escuchaba agitada, un poco molesta y curiosa al mismo tiempo. Frunció el ceño y luego me miró, extendiendo mi ropa para que la colocara de nuevo, me sonrió para acercar su mano a mi rostro y acariciarme -un momento ¿qué dijiste?...no, no estamos listas, ¿cómo lo vamos a estar?...- colocó el altavoz.

-Dile a Camila que igual debe estar lista, vamos a tu casa-.

-¿Qué?-Charli gritó de emoción al escucharme.

-Camila, prepárate porque Julian, Ash, unos amigos y yo estamos en camino a la casa, pasaremos a buscarlas, ¡nos vamos al Music Festival!-.

-No puedo, debo pedir permiso-.

-Dua me dijo que sí, estaremos en la casa como en 20 minutos, ya vamos a salir de aquí-.

-¿20 minutos? ¿Hablas en serio?-.

-¿Dije que sí?-Dua miró hacia el teléfono un poco confundida.

-Bueno, tampoco dijiste que no, ustedes dos ya están con el aviso oficial, llegamos en 20 minutos, las amo-.

Cuando la llamada terminó, Dua y yo nos miramos.

-Amor, recuérdame apagar nuestros teléfonos la próxima vez- ella se apoyó en la cama para besarme.

BE THE ONE » duamilaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora