Creí que para el lunes mi nariz estaría mejor pero no, parecía Rodolfo, el reno de navidad. Aproveché que mi madre dormía abajo para maquillar un poco la zona, al mirarme en el espejo se veía un poco normal. Acomodé las mangas de mi chaqueta de manera que mis muñecas no se notaran y emprendí mi camino a ese lugar apodado instituto. En cuanto llegué bajé mi cabeza y caminé lo más rápido que pude al salón, no quería toparme con nadie, lo notarían.
Y mi plan llegó a su fin en cuanto me asomé por la cafetería para comprar una bebida. Suni y su grupito se acercaron a mí fingiendo preocupación, traté de esquivarlas pero me acorralaron.
— ¿El gordito está bien?
— Suni, creo que se ha hecho gay. Lleva maquillaje.
— Oh Dios mío, ¡es cierto! —empezó a reírse y se acercó tocando mi nariz, apreté mis labios. Estaba intocable esa zona—. ¿Te duele? No me importa —pellizcó la zona y apreté mis puños para no llorar.
— Déjame, Suni.
— Oh, habló. ¿Te han golpeado, Jimin? ¿Tu madre o quizá... uno de sus clientes frecuentes? Pobrecito de ti, debes desear morir cada vez que llegas a tu casa, ¿no? Debe ser triste vivir así —mi labio inferior empezó a temblar.
— Cállate.
— Jimin, deberías no sé. ¿Morir tal vez? Le harías un favor a tu vida si es que así se le puede a llamar a eso tuyo. Hazme un favor y desaparece de aquí, tu horrible cara arruina el lugar.
Pasando saliva me di la vuelta dejando la cafetería. Mi cabeza duele y mi estómago ruge, tengo hambre pero estoy gordo. Y si como terminaré vomitando y esa sensación no me gusta. Mordiendo mi labio para no llorar en el camino de vuelta al salón unos chicos me llamaron, en especial uno bajo.
— ¡Hey! ¡¿Estás bien?! —levanté mi mirada y vi su cara seria y piel pálida. Hice un amago de sonrisa y bajé la cabeza de nuevo para seguir caminando.
El chico ni sus amigos me volvieron a llamar, creí por un momento que me seguirían pero soy Park Jimin, ¿a quién le importaría un idiota como yo?
Como predije aunque intenté hacer algo del trabajo mi nota fue mala, reprobaré de nuevo esa materia si sigo así pero no puedo concentrarme, en casa no hay manera y venir aquí es una tortura. Pero prefiero venir aquí, al menos no la paso tan mal en comparación a mi casa.
Yoongi.
— ¡Hyung, gracias! Saqué buena nota, gracias por la canción.
— No molestes, no me abraces, Jungkook.
— Está bien, me calmo.
— Creo que a alguien le gusta Yoongi —bromeó Taehyung dándole codazos a Jungkook, este se puso rojo y negó apresuradamente.
Bufé desviando mi vista al frente por donde pasaba el rubio, dejé de oír las risas de mis amigos y me centré en él. Sus puños apretados, mirada cabizbaja y paso lento. ¿Le pasó algo? Lo llamé, a lo cual él tardó unos segundos en levantar el rostro y cuando lo hice me quedé con la garganta seca. Ese chico lloraba, apretaba sus labios y después fingió sonreír. Mi pecho dolió y la rabia me invadió. Él siguió de lado y no lo seguí, debe querer estar solo. Por otro lado pensé en otra cosa.
— Namjoon, ese chico venía de la cafetería, ¿verdad?
— Eso creo, ¿por qué lo preguntas?
— Voy por un café, ya vuelvo.
Caminé hasta llegar allí y ver a todos los lados. Estudiantes simples normales, me acerqué a la máquina expendedora e introduje un billete para pedir un café. En eso oí a unas chicas cerca de mí hablar entre ellas y reírse.
— Maquillaje, ¿qué se cree? Es una bolita de grasa y esa voz. Me fastidia.
— Ni que me lo digas, ¿cómo alguien así puede asistir aquí? —mojé mis labios y tomé el café en mi mano.
— No lo sé, pero él es una escoria. Debería escucharte, Suni. Debería morirse —las estúpidas chicas rieron.
Acomodé mi bolso en el hombro y soplé mi café, no la iba a quemar. Caminé y fingí enredarme con mis pies de modo que el café cayó en el pecho de la tal Suni.
— Lo siento.
— ¡Idiota, mi camisa! Fíjate por dónde vas.
— Lo siento.
Subí los hombros y salí de allí con una sonrisa dibujada en mi cara. Así que ellas lo hicieron llorar, al menos me cobré por eso.
— Namjoon, ¿conoces al chico que pasó por aquí hace un momento con la mirada baja?
— ¿No ibas por un café?
— Ah, se me cayó y me dio flojera pedir otro.
— Está bien. No, no lo conozco. ¿Por qué de repente la curiosidad?
— No sé, ese chico no está bien —subió los hombros.
— Si llego a oír algo de él te lo haré saber.
— Gracias, hermano.
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No me mire, hyung.
FanfictionPark Ji Min, un estudiante común, ignorado y detestado por todos a su alrededor hasta por su familia. Min Yoon Gi, estudiante sobresaliente y conocido por su música en el instituto. ¿Cómo es que estos dos chicos logran juntar sus vidas hasta llegar...