31.

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Mis manos tiemblan al igual que mis piernas, tomo la correa de mi bolso y la agarro con fuerza. El corazón se me va a salir mientras observo la fachada del instituto. Aún sigo en el auto con mamá, tengo muchos nervios. Ella me dice que entre de una vez, yo exhalo el aire y asiento. Me despido de ella y bajo del auto, ella arranca y me quedo de pie solo. Doy un paso y me permito relajarme cuando diviso a Taehyung jugando con unos audífonos en la entrada.

— ¡Tae! ¡Hey! —él mira a todos lados curvando sus labios hacia abajo buscando quién lo llama hasta que me ve. Entonces su cara pasa de ser confusión a una de sonrisa cuadrada. Corre hacía mí y me abraza.

— ¡Jiminnie! ¡Has venido! Te hemos extrañado tanto, ¿cómo estás? —deshago el abrazo y respiro, casi me ahoga.

— Mucho mejor ahora que vuelvo, ¿cómo estás tú y los demás?

— Hum... Hobi sigue siendo lindo, Nam y Jin siguen juntos, Nam trabaja —aplaude—. Así que siempre nos está invitando a comer o a cine. Yoongi hyung, uh, él ha cambiado.

— ¿Cómo?

— Tiene un perro y es más callado de lo normal. Solo observa puntos fijos cuando nos reunimos. Nunca dice nada —hago una mueca—. ¡Pero la razón eres tú! Y has vuelto, así que ahora estará bien de nuevo. ¿Entramos? Hay que vernos con los demás.

Asiento emocionado y le sigo adentro. Decido que mejor les doy la sorpresa en el almuerzo, aunque sinceramente dudo mucho de que Tae se aguante porque ahora mismo va saltando por el lugar mientras se muerde los labios. Nos separamos y camino hasta mi salón con una sonrisa.

— Jimin.

— Oh, hola, Jackson.

— Qué bueno verte. Jungkook te ha extrañado.

— Sí, lo sé... Uh... también es bueno verte. Bien, voy a entrar. Nos veremos por ahí.

Paso y tomo mi lugar de siempre, pongo el bolso a un lado del pupitre y observo alrededor. Ya extrañaba este lugar y es curioso porque antes lo odiaba, pero ya no más, ya no soy el Jimin temeroso del mundo ahora soy mejor.

Los profesores al verme de nuevo me dan un leve saludo, yo les doy una leve reverencia. Supongo que se habrán dado cuenta de que he vuelto para graduarme de aquí. Las clases pasan realmente rápido y la hora del almuerzo llega. Antes de salir del salón recibo un mensaje de Taehyung diciendo que nos veremos afuera, en la zona verde. Le respondo que bien y me dirijo hacia allí.

Diviso a los chicos de pie riendo, lo sé por la risa de Seokjin hyung. Reprimo mi sonrisa y muerdo mis labios. Camino hacia ellos que están de espaldas a mí y entonces Tae que está frente a mí sonríe más de lo normal.

— Hoy hace calor, ¿verdad?

De inmediato todos se giran a mí y entonces pasan de estar sorprendidos a sonreírme. Pasan a abrazarme uno por uno, menos Seokjin hyung quien se queda estático en su lugar.

— Realmente es una sorpresa. Bienvenido de nuevo, Jimin.

— Gracias, Namjoon hyung.

— Yo ya lo había visto esta mañana pero igual es genial que este de vuelta.

— Amor, tienes razón. Ahora estamos todos juntos de nuevo —Hoseok sonríe y yo asiento.

— Seokjin hyung, ¿está bien?

— ¡Desapareciste y no diste señales de vida! Estoy enojado, Jimin y al mismo tiempo tan feliz, contradigo mis emociones por tu culpa. Una sola llamada de dos minutos habría bastado, ¿sabes?

— Sí, hyung pero no llore. Me pondrá triste también a mí.

— Solo dame un abrazo, ¿sí? —me acerco a él con los brazos extendidos y siento como él acaricia mi cabello—. Mi pequeño, Jimin. No vuelvas a hacer eso.

— No, hyung. Lo siento.

Después de que él se calmara y me perdonara nos sentamos todos bajo el árbol de allí. Los chicos me hablan de las cosas que han hecho, de lo que ha pasado y de lo planes que se vienen ahora que estoy aquí. También hablan de Yoongi hyung y de lo mal que estuvo mientras creyó que él ya no me importaba. Cosa que jamás se me pasaría por la cabeza.

Yo les hablo del cambio en mi vida. De mamá, del imbécil y lo que he estado haciendo últimamente.

— ¡Yo! Digo que deberíamos acompañar a Jimin al apartamento de Yoongi hyung.

— Tae tiene razón, ustedes deben hablar.

—  Lo sé. ¿Por qué no está aquí?

— Se enfermó y por eso decimos que simplemente no quiso venir —Namjoon hyung se encoge de hombros.

— Pero Tae, amor. Debemos dejarles solos, no nos podemos quedar.

— Pero yo quería estar ahí y tomar fotos cuando se besen para el recuerdo.

— Taehyung —Namjoon rueda los ojos y yo me río.

— En otra ocasión será, amigo.

Él bufa pero acepta. Al final de las clases nos reunimos todos en la salida. Entre risas y más charla sin sentido caminamos por las calles que extrañaba y sin poder evitarlo recuerdo a Yoongi hyung en todo momento y cómo siempre íbamos de la mano a todos lados.

— Bueno, llegamos. Timbra.

— No, timbre usted, hyung.

— Argh, bien —Seokjin timbra y se hace un lado—. Nosotros nos vamos, te quedas aquí.

— ¿T-tan rápido? No, hyung. ¿Qué le voy a decir?

— Hola. Puedes intentar con eso —Tae toma a su novio de la mano y empiezan a irse.

Los veo y solo levantan el puño en señal de apoyo o solo sonrisas. Resoplo y siento una taquicardia venir a mí. Todo mi cuerpo tiembla y mi cabeza es un lío. Sin embargo timbro tres veces más hasta que escucho su gruesa voz decir que espere. Humedezco mis labios a la espera. Entonces escucho el sonido de la puerta y veo su rostro. Pasa de estar sorprendido a ser una total obra de arte. Me río pero aún así le saludo.

— Hola, Yoongi hyung.

No me mire, hyung.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora