No me mire, hyung.

25.

Es jueves, maldito jueves y parece como sí lo hubieran secuestrado. He intentado llamarlo más pero nada, sigue muerto. No he podido ir a su casa, tantos trabajos del instituto me agobian. Llego al instituto temprano y me encuentro con Taehyung y Hoseok en la entrada.

— Yo creo que deberías dormir. Tienes demasiadas ojeras.

— No me digas cosas que ya sé, Taehyung. ¿Han sabido algo de él? —niegan y bajo la mirada soltando un suspiro. Qué pasa con Jimin.

— He pasado por su casa pero todo está normal, de noche apagado como si no hubiera nadie. Es extraño.

— Empiezo a creer en lo que dice Yoongi, Jimin no es así. Él nos avisaría.

— Vaya, se los digo desde el puto lunes y hasta hora me escuchan. Bravo —ruedo los ojos.

— Lo sentimos, ¿sí? Es solo que es raro que...

— ¿Qué Taehyung?

— Jimin.

— Sí, que Jimin qué —lo incito viendo mis zapatos.

— ¡No! Acabo de ver pasar a Jimin adentro.

No lo escucho más, salgo corriendo y quitando a las personas a mi paso. Choco con todos y se quejan pero qué me importa, es Jimin. Lo encuentro abriendo su casillero, cuando estoy más cerca noto que lleva maquillaje. Frunzo el ceño.

— Jimin —le llamo y él me mira sorprendido—. Jimin —digo de nuevo y lo abrazo. Inhalo su aroma, beso su mejilla, acaricio su cabello y es entonces que lo noto. Él no me está abrazando—. ¿Qué sucede? ¿Qué está mal?

— Todo. Yoongi hyung, lo siento.

— No entiendo, ¿de qué hablas?

— No podemos seguir siendo amigos. Olvídese de mí.

— ¿Qué? No me vengas con esto, Jimin. El sábado estábamos bien.

— El sábado. Hoy es jueves. Lo siento, pero usted y yo no más —trato de alcanzar su mano pero él la aleja y la mete en su bolsillo. Paso saliva.

— Dime la verdad, puedes ser sincero conmigo. No te juzgo. ¿Qué pasa?

— Pasa que quiero evitarlo y usted no me está ayudando. No quiero hablar más con usted, no quiero saber nada de usted ni de los demás. Déjeme solo.

— Jimin, por favor. No volvamos a lo de meses atrás. Sí algo está mal no me engañes.

— No lo engaño. Usted no me importa.

Lo miro tratando de buscar algo en él, pero su mirada está tan decidida que solamente puedo pensar en cómo lo que siento me está matando. Se me seca la garganta y solo lo observo. Está aquí y a la vez no, este no es Jimin. Cierra su casillero y me da la espalda empezando a caminar.

— Te amo —sonrío con pesar—. Iba a decírtelo el sábado pero no pude por nervios. Pero ya no importa, ¿verdad?

Me doy la vuelta y me quiero ir de aquí, no quiero verlo, al menos no ahora. Todo lo que hice por él, abrí mi corazón, le di todo de mí y nada, luego resulta que yo ya no soy nada. Evito al portero y salgo del instituto, hoy no tengo ánimos para nada.

Jimin.

Te amo, te amo, te amo...

Camino bien hasta que cruzo al otro pasillo y con las lágrimas corriendo me voy hasta el baño. Me cercioro de que no haya nadie y me deslizo por la pared haciéndome un ovillo. Mi pecho se contrae, mi respiración es errática y mi vida es un asco de nuevo. Perdí mi luz, perdí a Yoongi.

Ni siquiera le respondí y ahora él cree que lo odio, cree que jugué con él, que todo fue mentira. Jamás podría mentir así, jamás podría engañar a alguien que me dio todo de sí. Estoy cansado, estoy aburrido. Abro los ojos y veo un par de zapatos frente a mí. Me siento y paso las manos por mi cara, cuando las veo noto el rastro de base y polvos. Genial, ahora me verán los golpes del rostro.

— ¿Qué crees qué haces?

La persona que menos me esperé es la que está frente a mí. Le miro y él a mí. Me extiende la mano e inspecciona mi cara. Arruga la nariz, gesto de Yoongi hyung y camina hasta el lavamanos. Me quedo en silencio en mi lugar. ¿Él está siendo amable?

— Dime que el otro tipo quedó peor. Tu cara parece un arco iris.

— No estoy para bromas, Jungkook.

— Y yo tampoco, lo digo en serio. ¿Qué te pasó?

— No te incumbe.

— Mira, sé que hay una rivalidad entre los dos con nombre y apellido pero hombre, me preocupa que estes así.

Frunzo el ceño y lo observo secarse las manos y luego situarse a mi lado.

— ¿Por qué de repente te preocupo yo?

— Es estúpido. Yo detrás de Yoongi y él detrás de ti. No puedo basar mi vida entre un amor no correspondido y odio. Eso mata, ¿sabes? Hagamos las paces y te ayudo con eso —señala mi cara y yo niego.

— Da igual, nadie puede ayudarme. Aunque me alegra que notes que Yoongi no te quiere.

— Sí, lo he estado meditando —responde encogiéndose de hombros—. ¿Entonces? Vamos, seamos amigos, iniciemos bien. Te ayudo con eso, Jimin.

Lo miro detalladamente, es raro que sea amable así de la nada pero parece ser sincero. Además, con él sí podría hablar.

— Está bien.

— ¡Eso! Pero primero hay que maquillarte de nuevo. ¿Traes más de eso? —niego—. Bien, suerte que yo sí. Juntarse con Jackson y BamBam tiene sus secretos.

— ¿Tú estás con ellos?

— Sí, son personas agradables. Aunque bueno, no te acerques mucho a Jackson, Mark podría crearte una ficha de mal comportamiento de la nada.

— Eso sí Seokjin hyung se lo permite —señalo mientras él me echa base de nuevo.

— Bueno sí. Jin también tiene poder aquí.

— ¿Jin?

— ¿Qué? Su nombre es largo, sólo usaba el hyung con Yoongi. Pero ya no más. Listo, creo que quedaste incluso mejor.

— No te creas tanto.

— Vamos, en el almuerzo nos juntamos. Debemos hablar de lo tuyo.