19.

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— ¡Ja! Y decía que le iba mal.

— ¡Un cien! ¡Mochi sacó cien en el examen! Estoy celoso.

— Taehyung —se escuchó la voz de Yoongi de manera reprochable.

— El ápodo es lindo. Aish, bueno. Jimin es muy bueno en esto.

— Se los dije, él saldría adelante.

— Hyung...

— ¿Qué pasa?

— Son demasiadas cosas bonitas las que dicen. Solo es una nota.

— Una nota que solo demuestra lo bueno que eres cuando te propones algo. Estoy orgulloso de ti, Jiminnie.

Y sin pensarlo me lanzo a los brazos de my hyung favorito. Me apego a él con mis ojos llorosos. Está orgulloso de mí, lo está... Beso su mejilla y me escondo en su cuello como siempre hago cuando estoy sonrojado.

— Sí siguen así van a necesitar un hotel.

— ¡Tae! —Hoseok le recrimina divertido.

— Es verdad. A Jimin le gusta darle besitos a Yoongi.

— ¡Tae! —Namjoon se ríe.

— Ya no digo nada mejor.

Escucho la particular risa de Seokjin hyung y luego la de los demás unirse. Estoy feliz, todo va de maravilla y mis notas van subiendo milagrosamente. Gracias a quien sea que haya en el cielo por ponerlos a ellos en mi camino, en especial a Yoongi hyung.

Los días pasan y siento que no puedo con tanta felicidad junta. Los chicos no hacen más que hacerme reír en medio de los estudios y eso me gusta, aunque mi hogar no está bien aún siento que las cosas van a cambiar y me siento optimista. Por primera vez en mucho tiempo siento que todo va a salir bien.

— Sábado, es el sábado.

— ¿Sábado?

— ¡Yah! Qué susto, ¿de dónde saliste? —Taehyung se pone la mano sobre el corazón respirando fuerte.

— Siento haberte asustado, ¿qué hay el sábado?

— ¿No sabes?

— No.

— ¿Los chicos no te dijeron?

— No, Tae.

— ¿Será que se les olvidó?

— ¿El qué? ¿Qué hay el sábado?

— No sé... Ah sí, ya recuerdo. Creo que es el...

— ¡Taehyung! Tae, mi amor. ¿Qué haces?

— Hobi, le iba a decir a Jiminnie que el sábado... —beso, eso recibe Taehyung desprevenido.

— Lo siento, Jimin. El sábado es el cumpleaños del perro de Tae, vamos a preparar algo. Nos vemos después.

— Claro... —frunzo el ceño pero no digo nada más. Tae parecía querer decir otra cosa...

Ellos pasan a mi lado abrazados y yo amago mi camino. Yoongi hyung se me perdió mientras iba al baño. Camino hasta cafetería y lo veo sentado con los demás hablando. Me acerco con una sonrisa que se borra cuando todos se quedan callados al verme. Me siento al lado de Yoongi tratando de tomar su mano pero él la aleja, mi pecho se contrae.

— Yo debo hacer algo. Nos vemos, Jimin —acaricia mi cabello y se va sin más.

— ¿Yo hice algo?

— No, Jiminnie. Yoongi es raro aveces, ya te lo explicará luego.

Asiento no muy convencido a las palabras de Seokjin hyung. Yoongi nunca es así, nunca había rechazado mi mano. ¿Se aburrió de mí? Muerdo mi labio y niego, no puedo ser pesimista ahora. Observo a los chicos hablar entre ellos mientras espero a que Yoongi hyung vuelva, cosa que nunca sucede. Decaído vuelvo a mi clase.

— ¿Solo, Park? —suspiro.

— ¿Qué quieres, Jackson?

— Nada. Es solo que siempre llegas con el pálido. Simple duda.

— Simple duda... Eso también tengo yo.

Me dejo caer con algo de fuerza en mi silla y espero a que las clases inicien. Al finalizar Yoongi no se asoma, lo espero diez minutos y tampoco. Esto ya está más raro. Con el bolso en mi mano decido buscarlo en su salón, allí lo encuentro de espaldas a la puerta guardando algo en su bolso.

— Hyung...

— Ji-Jimin, ¿cuánto llevas ahí?

— Acabo de llegar. ¿Qué pasa?

— Nada, nada. ¿Puedes volver tú a casa? Quedé de encontrarme con mi madre.

— ¿Seguro que no pasa nada?

— No, Minnie, no. Nos veremos el lunes, cuídate —se aproxima a mí revolviendo de nuevo mi cabello y yo lo abrazo. Apoyo mi mentón en su hombro—. ¿Estás bien?

— Siento que usted se aleja.

— No es eso. De verdad hablamos luego, llevo afán.

— Bueno, hyung. Cuídese.

Resignado me alejo de él para ver como pasa a mi lado tomando el bolso entre sus brazos. Algo raro pasa y no pude averiguarlo, no me queda de otra más que esperar que el sábado o domingo se aparezca. Comienzo a bajar las escaleras rumbo a mi casa y me doy cuenta que hace más de dos semanas no caminaba solo de regreso, es raro.

Yoongi.

— Por poco y se lo dices, Taehyung.

— ¡Lo olvidé! No quería hacerlo.

— Menos mal estaba Hoseok. ¿Tienes lo que te dije?

— Sí, tengo las fotos que me pediste. ¿Tú tienes el álbum?

— Sí... ¡Seokjin! ¿Conseguiste el lugar?

— No, pero una parrillada en mi casa, en la piscina no suena nada mal, ¿verdad?

— Es perfecto. ¡Hoseok! ¿Tienes la decoración?

— Hasta la música, amigo. Estará genial.

— Gracias. ¿Y Namjoon? ¿Alguien sabe sí ya consiguió el pastel?

— Se fue a ello. No te preocupes, todo va bien.

— Solo me aseguro de que Jimin la vaya a pasar bien. Quiero hacer su cumpleaños bonito, diferente.

— Y lo conseguirás con nuestra ayuda, tranquilo. Así aparecieras con una rosa mal cortada ese niño te adoraría.

— Dice que los pequeños detalles son los que cuentan —me encojo de hombros pensando en las palabras de Jimin.

— Hasta romántico eres ahora. Todo por Jimin, por un cumpleaños distinto.

— ¡Por Jimin!

Los cuatro chicos chocaron sus vasos con gaseosa y sonrieron. Realmente Jimin merece todo eso y más.

No me mire, hyung.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora