— N-no hablemos de eso, hyung. Quiero que me haga feliz, hágame reír. Por favor.
Solo eso bastó para que Yoongi pasara sus brazos por mi cuerpo atrayéndome a él. Me dejé llevar, solté mi llanto importándome muy poco si al terminar me veía horrible, si a él le molestaba mi llanto o mis sollozos. En sus brazos estoy bien, olvido todo. No soy más el Jimin inútil. Soy el Jimin que vale la pena y se siente querido.
— Minnie —ah, tantos ápodos me gustan—. Debemos hablar, algún día debes abrirte. Me preocupas y lo sabes, ¿no? No me gusta verte llorar y no saber la razón.
Asiento escuchando su gruesa voz hablando delicadamente, lo sé. Es un contraste extraño pero me gusta. Yoongi es dulce cuando se lo propone y aparenta ser rudo pero es muy dulce y atento. Paso mis brazos por su cintura y me apego más, él soba mi espalda y mi cabello delicadamente. Se mece conmigo y estoy seguro que él me está empezando a gustar.
— ¡Ya se acabó el tiempo! —la puerta se abre y escucho la voz de Tae, me escondo más en el pecho de Yoongi—. ¿Qué sucedió? ¿Jimin...?
— ¡Dios santo! ¡Yoongi! ¿Qué le hiciste al pequeño?
— ¡Nada, Seokjin hyung! Solo está mal, no pregunten más. El juego se acabó, Tae. Vamos a dormir.
— Bien, aquí no pasó nada. Ya oyeron a Yoongi. Bebé, Seokjin. Yoongi se encarga. Jimin no parece querer que lo veamos así. Vamos.
— Nam, pero yo...
— Vamos, bebé, vamos. Hoseok, Taehyung.
— Vamos, Tae Tae.
Escucho sus pasos alejarse y limpio mi cara, sorbo mi nariz y las lágrimas han sido reemplazadas por vergüenza. Una porque me vieron así y otra porque arruiné la noche y sinceramente no tengo ánimos de nada más. Yoongi acaricia mi mejilla y sonríe.
— Eres hermoso, Jimin. Mantenlo presente siempre, ¿sí?
— No diga esas cosas, hyung.
— Lo siento, estoy obligado a decirlo. Sino puede que muera.
— ¿Morir? —tomo su mano que reposa en mi mejilla—. No diga eso, hyung. Usted tiene mucho por vivir y conocer.
— Al igual que tú, Mochi. ¿Quieres ir a dormir?
Asiento y nos ponemos de pie, entrelazamos los dedos de nuestras manos y caminamos a la sala donde escucho sollozos. Se me quiebra el corazón un poco, Tae está llorando. Al sentirme levanta la mirada y me abraza. Los demás observan la escena y yo palmeo su espalda asombrado.
— ¿Qué tienes, Tae?
— Es mi culpa, llorabas por mi culpa, ¿verdad? Me pasé contigo, no mido mis juegos. Lo siento, Jimin. Soy muy tonto a veces.
— Tranquilo. No es tu culpa, solo hablábamos y pasó. Debía pasar en algún momento, Tae. Eres mi amigo, no eres tonto —tomándolo de los hombros lo alejé, parece un niño. Le sonreí y él se pasó la mano por la nariz—. Gracias por preocuparte, pero no es tu culpa.
— Lo siento.
— Yah, cálmate. Ve con tu novio que muere por abrazarte —Hobi me sonríe y Tae corre a él riendo.
— Me siento en una película francesa con tanta cosa. Tae, dormiré con Jimin. ¿Dónde...?
— Arriba, ya sabes qué habitación es, Yoongi. Duerman bien, cualquier cosa me avisan.
— Yoongi, te lo advierto. Cuidado con mi pequeño o te dejo sin hijos —ataca Jin señalando a hyung.
— Namjoon, controla a tu novio —el nombrado ríe y sienta a su novio en sus piernas.
— Solo no intentes algo, Jin lo notaría.
Me sonrojo y tomo la mano de Yoongi para dirigirnos arriba. Dormir con él, whoah, eso no se me pasaba por la cabeza. Miro las dos camas y mis expectativas se van a la basura, no vamos a dormir juntos. Escucho la risa de mi compañero y le miro.
— Sigues con tus pucheros. ¿Quieres dormir conmigo?
— ¿De verdad, hyung?
— Si tú quieres.
— ¿No lo molesto? Digo, la cama no es muy grande y usted debe estar acostumbrado a dormir solo. Puede que me mueva mucho y lo sa-
— Calla, duerme conmigo.
Se deja caer en la cama teniendo mi mano y me sienta entra sus piernas. Suspira en mi cuello y siento erizarme. Gruñe y descansa su barbilla en mi hombro.
— Siempre hueles bien, Jiminnie y eso me encanta. Siempre eres tierno y te sonrojas ante las más simple palabra. Eres demasiado tierno para mi corazón.
— Hyung —juego con mis manos—. Sus palabras no son simples, me gustan mucho pero me da pena —escucho su risa de nuevo y sonrío—. Me gusta el sonido de su risa.
— Y a mí me gusta el tuyo. No sé qué pasa contigo adentro, sé que ocultas cosas pero Jimin. Ahora me tienes a mí, a Hoseok, Taehyung, Namjoon y a Seokjin que se cree tu madre ahora. Puedes confiar en nosotros, nos apoyamos entre todos.
— Y lo agradezco mucho, nunca me imaginé tener amigos así de buenos. Gracias por estar conmigo y por aguantarme.
— No, tú nos aguantas a nosotros. Somos un grupo raro y tú decides estar con nosotros —deja un beso en mi mejilla y me sonrojo al extremo—. Gracias, Mochi.
— ¿Do-dormimos, hyung? Te-tengo sueño.
— Ya, durmamos entonces.
Nos acostamos en la cama y pongo mis manos en mi pecho. Estamos de lado, hyung pasa su mano por mi cintura y me apega a él. Siento su respiración en mi nuca, la escucho y es tan tranquila. Pienso en los latidos de su corazón y el sueño me invade. Sueño con unos ojos felinos y unos delgados labios que me sonríen. Una voz gruesa y miles de palabras bonitas. Yoongi hyung.
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No me mire, hyung.
FanfictionPark Ji Min, un estudiante común, ignorado y detestado por todos a su alrededor hasta por su familia. Min Yoon Gi, estudiante sobresaliente y conocido por su música en el instituto. ¿Cómo es que estos dos chicos logran juntar sus vidas hasta llegar...