27.

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Él solo me abraza y yo me dejo ir. Mi cara se apega a su pecho y dejo salir mis sollozos, lo extrañé mucho. Él consiente mi cabello y nos quedamos así un momento hasta que yo me alejo viendo el desastre que dejé en su chaqueta de instituto.

— Lo siento.

— No pasa nada, Jiminnie —me sonríe, extrañaba esa sonrisa.

— Sí Yoongi hyung te escucha te regañaría.

— Lo sé, pero él no está aquí. Jimin.

— Sé lo que dirás, Tae. Hay que hablar, pero de verdad no puedo. Ahora no —me mira confundido tomándome de los hombros.

— ¿Por qué te alejas? ¿Por qué cambiaste de un día para otro? ¿E-es una amenaza o algo así? Somos cinco, Jimin. Podemos ganarles.

— No, no es nada de eso. Solo no puedo. Por favor entiéndeme, ustedes están mejor sin mí.

— ¿Es en serio? ¿Has visto a Yoongi? Dice que todo en su vida ya no tiene sentido. ¿Sabes por qué?

— Por mí —respondo mordiendo mi labio para no llorar de nuevo, el maquillaje se irá.

— Exacto. No sabemos qué pasa, te necesitamos. De verdad te extrañamos mucho, sin ti las salidas y pijamadas ya no son iguales. Cuando él no bebe café, bebe alcohol o fuma.

— ¿Fuma?

— Está delgado, el cigarrillo le quita el apetito. Sé que ustedes se quieren, se extrañan mutuamente. Sí hicimos algo mal te pido perdón en nombre de todos pero por favor, Jimin. Vuelve con nosotros, saca a Yoongi de esa situación.

Mis ojos se conectan con los suyos. Esto va de mal en peor y Yoongi está peor de lo que me imaginé, de lo que Jungkook me ha dicho. Asiento lentamente.

— A las diez de la noche, aquí. Debo hablar contigo, ven tú solo. En serio, Taehyung.

— Está bien, nos veremos aquí.

Cuando cada quien se va por su lado ruego para que el imbécil no note que me tardé más en llegar y gracias al cielo es así. Cuando entro el televisor está encendido y él desmayado o dormido gracias a tanto alcohol en el sillón. Pongo seguro en mi habitación y procedo a ducharme, quito lentamente y con cuidado los vendajes. Un día de estos terminaré con una costilla rota.

Después de comprar cervezas y esperar que volviera a caer como muerto en el sillón salgo de la casa dispuesto a encontrarme con Taehyung. Con el corazón a mil lo diviso apenas voy llegando, lo arrastro hasta el parque un poco más allá y nos sentamos los dos en una banca. El viento corre mientras yo estoy en silencio, Tae carraspea pero es que tengo mucho miedo de contarle todo.

— Sino hablas ahora me voy a congelar aquí, Jimin. O peor, llamaré a Yoongi.

— ¡No! Te lo diré todo, pero él no se puede enterar de nada. Por favor, Taehyung. Te lo ruego.

— ¿Por qué no?

— Solo prometelo, Yoongi hyung no se puede enterar de nada.

— Lo prometo, está bien.

— Bien —tomo aire y lo dejo salir—. Sufro de abuso en casa —Taehyung se tapa la boca—. Mi madre tiene problemas y su novio me golpea cuando no hago las cosas como él dice, cuando las cosas no salen como él quiere o solo porque sí. M-me amenazó el sábado en que me alejé de Yoongi hyung. Me vio con él, yo no quería que le hiciera daño. Por eso preferí alejarme de él, de ustedes. Fue por su bien, por el bien de todos ustedes. Quizá también me amenazaría con ustedes y eso no podría soportarlo, tú y ellos... Namjoon, Seokjin, Hoseok, Yoongi. Todos mis hyungs, se verían en peligro por mí, Tae. Por eso decidí alejarme, decidí que lo mejor para ustedes era casi desaparecer, como si nunca nos hubiéramos visto.

Taehyung me mira horrorizado. Aleja sus manos de la boca y las pasa por su cara. Se levanta de la banca y da vueltas en el lugar, camina de un lado a otro y me mira de vez en cuando. Realmente me siento muy mal ahora.

— ¿Y-y qué hay de ti? ¿De lo que es mejor para ti? ¿De tu vida? De todo, Jimin. Por Dios, esos golpes, eso... creí que era rubor o maquillaje en tus ojos. Todo el tiempo han sido golpes, Jimin, lo siento. Siento ser tan tonto y no haberlos visto antes. Ni los chicos ni yo imaginábamos algo así de grave. No sabíamos tus motivos para irte del grupo pero no creímos algo así.

— No me pidas disculpas, yo debí decírselos, Tae. Pero estoy tan cansado —mis ojos de nuevo se llenan de lágrimas—. Tengo miedo, mucho miedo, Tae. No quiero volver ahí, existo aún por mi madre, no quiero dejarla sola con ese imbécil. ¡La mataría! Solo quiero que se acabe, quiero que todo sea diferente.

Taehyung me toma entre sus brazos y le escucho llorar también.

— Dije que soy tu mejor amigo, ¿verdad? Estoy para ti, debí estar más al pendiente de ti. De las cosas obvias. Vamos a buscar la manera de salir de esto, te ayudaré. Los chicos y yo te ayudaremos, todo estará bien, Jimin. Todo pasará y esa basura de tipo no volverá a tocarte jamás.

Asiento mientras aún me sigue hablando. Sus palabras son bonitas, pero sé que nada pasará. Lo que era mi casa es peor que el infierno ahora y que mi madre me perdone pero podría suicidarme al volver de hablar con Tae.

No me mire, hyung.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora