Seis meses después...
— ¿Aún no sabes nada de él?
— No. La semana pasada fui a su casa, ya no vive ahí. El nuevo dueño me dijo que se fueron. Pregunté a los vecinos cercanos pero nadie sabe a dónde.
— ¿Crees que hicimos bien con llamar a la policía?
— Hicimos bien, bebé, no te preocupes —Namjoon consiente a Seokjin y este asiente.
— Pero es raro, ¿qué habrá pasado y por qué Jimin no volvió a clases? De verdad lo extraño —miro a Taehyung que se encoge en su silla y a Hoseok intentando animarlo.
Ese día en el parque fue la última vez que le vi. Ese día Seokjin nos convenció de llamar a la policía, nosotros no íbamos a servir de nada ahí. Por mucho que yo hubiera querido golpear al tipo eso habría empeorado las cosas y no era lo correcto. Llevo tiempo buscándolo, no he sabido de él. Su teléfono ya no sirve, ya no vive en donde solía hacerlo y para colmo nadie sabe nada.
Lo único que me dijo una vecina fue que ese día la policía fue. Sacaron a alguien en camilla y luego a Jimin y a su madre los subieron en un auto de la policía. Nada más, eso es todo lo que sé y no me gusta como pinta eso.— Vamos por algo. Chicos, no nos podemos deprimir. Tarde o temprano Jimin aparecerá y volverá con nosotros, en especial con Yoongi.
— Hoseok tiene razón, yo digo que vayamos todos por unas cervezas.
— Namjoon —Seokjin se cruza de brazos—. Jungkook y Taehyung aún no tienen edad para eso.
— Está bien, bebé. Vamos a una cafetería, yo invito.
Observo a todos ponerse de pie y empezar a salir de mi pequeño apartamento.
— ¿No vienes, Yoongi?
— No, Jungkook. Necesito estar aquí, a solas. Gracias.
— Piensa que él está bien, aparecerá de la nada. Cuídate, nos vemos.
— Ujum.
Los veo salir del apartamento y cuando la puerta se cierra me quedo en silencio, todo está en silencio. Consiento a mi perro y subo las piernas a la silla mientras observo por la ventana. La ciudad es bastante colorida. Pero sin Jimin eso no es tan llamativo.
En este tiempo Namjoon entró a a trabajar con su padre lo cual emocionó mucho a Seokjin porque era perfecto para presentarlo ante sus padres, los cuales ni se sorprendieron cuando su hijo les dijo que era gay. El par de bulliciosos y molestos Taehyung y Hoseok siguen igual, ninguno trabaja y sus padres los aceptan bien. Con Jungkook hemos estado trabajando, hemos hecho las paces poco a poco.
Él me habla de las cosas que Jimin le decía de mí o lo que le mandaba a hacer para saber de mí y eso me hizo enamorarme más de él. Jimin es un ser especial. Echo de menos su sonrisa y sus ojos de alcancía, la manera en que encogía sus hombros y me sonreía solo a mí. El sonido de su risa, el tacto de nuestras manos, el olor que siempre emanaba. Ese tan característico que aún no olvido, lo reconocería en donde fuera.
Jimin estuvo y estará mucho tiempo más. Tengo oportunidad con él y lo esperaré, así me tome años.
Jimin.
Las cosas para mi madre y para mí mejoraron mucho desde ese día. Aunque creí que me había vuelto un asesino no fue así, solo lo dejé inconsciente y con la nariz quebrada. Nada más. Casi quedo tras las rejas pero mi madre abogó por mí, ella y el abogado de la familia del cual yo ni sabía. Resulta que Lee fue acusado por venta de estupefacientes, porte y venta ilegal de armas y además de abuso a un menor de edad y maltrato a mi madre.
Ese día en la corte, el día en que lo sentenciaron a cadena perpetua y sin derecho a libertad condicional me sentí libre por fin. Mi madre ingresó a un hospital, allí la desintoxicaron y estuvo un par de meses hasta que mejoró. Yo la visitaba cada vez que podía. Mientras ella estaba allí, me había dado acceso a sus cuentas y en realidad me di cuenta que el dinero era por lo último que debíamos preocuparnos.
Sin embargo hice caso al abogado de la familia y compré un lugar en el centro. Un penthouse para ella y para mí, para iniciar de nuevo. Aprendí a manejar auto y compré uno, para cuando ella volviera. No volví al instituto, estudié en casa esos días. No estaba listo para afrontarme a mis amigos y pedirles perdón. En especial a Yoongi.
Él está atado a mi corazón, él está en mis sueños, en mis pesadillas que solo son de cómo él me rechaza o lo veo saliendo con alguien más. Yoongi está en mí, está en mi alma grabado y necesito volver a él.
— ¡Jimin, la cena está servida!
— ¡Voy, mamá!
Bajo las escaleras emocionado. Últimamente mi vida es la que recordaba y mi madre ha tomado su puesto en la empresa del abuelo, es vicepresidenta. Huelo el delicioso aroma y me adentro en la cocina, beso su mejilla y la abrazo.
— ¿Qué te pasó, hijo? Estás muy cariñoso —ella me mira divertida mientras se sirve su plato.
— Es que... todo es perfecto ahora y te tengo aquí, como mi madre. Trabajas, tenemos una vida feliz al fin, mamá. Es solo eso.
— Es gracias a ti, tú has sido mi impulso últimamente. Todo te lo debo a ti, te amo mucho.
— También yo, madre, demasiado. Y estoy listo para una nueva etapa, o mejor dicho retomar esa etapa —me ve confundida mientras pica su carne en trozos frente a mí en la mesa.
— ¿De qué etapa hablas?
— Volver al instituto.
— Está bien, iré por tus papeles mañana.
— No, mamá. Quiero ir al que solía ir, no quiero cambiar.
— Ah, es por Yoongi, ¿no? —suelto los palillos.
— ¿Cómo sabes de él?
— Sexto sentido, hijo.
— ¿De verdad? —se ríe y niega.
— Claro que no. Tus pesadillas se oyen hasta mi habitación, solo dices Yoongi, Yoongi no me dejes, Yoongi te amo —la miro con mucha vergüenza—. ¿Debo suponer que es tu novio, hijo?
— No, éramos amigos y yo lo alejé. Por eso... pero quiero recuperarlo, a él y a mis amigos. Quiero volver a verlos.
— Necesito conocer a ese Yoongi al cual amas tanto.
— Mamá —me quejo volviendo a comer—. ¿Me llevas al gimnasio?
— Cuando termines, debes alimentarte bien. Vamos, vamos.
La miro con demasiada felicidad desbordando de mí. Esta es la vida que quería y sinceramente es mejor de lo que la imaginé.
ESTÁS LEYENDO
No me mire, hyung.
FanfictionPark Ji Min, un estudiante común, ignorado y detestado por todos a su alrededor hasta por su familia. Min Yoon Gi, estudiante sobresaliente y conocido por su música en el instituto. ¿Cómo es que estos dos chicos logran juntar sus vidas hasta llegar...