No me mire, hyung.

18.

— Ah, el fin de semana pasa demasiado rápido, Hobi.

— Solo jugaste, Tae. Se acercan los exámenes y no has visto tus cuadernos.

— ¡Agh no! —Tae alborota su cabello y mira a Hoseok con una mueca—. No me hables de exámenes, ya es bastante malo que sea lunes.

— Tae —le habla en tono dulce—. Debes estudiar solo. Esta vez no estudiaré contigo.

— ¿Por qué? No, no. Te necesito.

— Solo no y ya. Debes concentrarte, conmigo nunca haces nada.

— Eres malo.

Hace un puchero y se deja caer en la mesa. Los miro divertidos y poso mi vista en Yoongi hyung que tiene los ojos cerrados pero aún sujeta mi mano con fuerza.

— Hyung, ¿está bien? —abre los ojos al instante y me mira sin decir nada—. ¿Sucede algo?

— ¿Cuándo es tu cumpleaños?

— 13 de octubre.

— Jimin, eso es el fin de semana.

— ¿Fin de semana? ¿Qué hay? —pregunta Tae acercándose a nosotros.

— Luego te cuento, Taehyung —este con el ceño fruncido se cruza de brazos en su silla y nos mira.

— Todos son malos, empezando por Hobi —me río de las con que sale Tae y vuelvo mi vista a mi hyung.

— ¿Usted ya cumplió años, hyung?

— Sí, a inicios de año. No importa.

— Claro que importa, le compraré algo bonito.

— No hace falta, Minnie.

— Déjeme, quiero darle algo —hyung ríe y niega.

— Bien, ahora vamos a clases, tienes examen de matemáticas.

— Agh, no me lo recuerde.

— Te irá bien —besa mi cien y bajo mi cabeza un poco. Me hace sonrojar mucho.

— Mucha suerte, Jimin. Estudiamos bastante, eres bueno.

— Gracias, Namjoon hyung. Nos vemos, chicos.

Todos me desean buena suerte y salgo de cafetería con la mano de Yoongi y la mía juntas. Cuando estamos cerca nunca las soltamos y ya es un pacto, ya es algo que hasta yo hago inconscientemente. Nos detenemos frente a la puerta de mi salón y suspiro. Yoongi me toma del mentón y lo veo sonreír en un intento de calmarme.

— Si te va bien prometo darte lo que quieras. Te lo juro.

— Mejor deme un abrazo, hyung. Quiero estar tranquilo.

— Lo que ordene Mochi.

Me atrae a él y me toma entre sus brazos. Me escondo entre su cuello y huelo su perfume que tanto me gusta. Él acaricia mi cabello y yo su espalda. Segundos después nos separamos, suelta mi mano y peina mi cabello.

— ¿Vendrá por mí?

— Como siempre que tenemos clase. Suerte.

— Como siempre... lo esperaré.

Asiente dándome la espalda para buscar las escaleras e ir a su piso. Juego con mis manos y entro al salón tomando mi puesto. Saco mi cuaderno y reviso los ejercicios que he estado estudiando con Namjoon y Hoseok. Todos han sido de mucha ayuda para mí. Me di cuenta que con paciencia y práctica soy generalmente bueno en materias del instituto. Me muerdo la uña mientras recito una y otra vez las formulas matemáticas.

— Park, deje de comerse los dedos. Bien, todos a sus sitios. El examen está sencillo, temas ya vistos y viejos. Espero mucho de ustedes. Sin más suerte a todos.

Una a una las hojas del examen se van pasando hasta que obtengo la mía. Inmediatamente saco mi lápiz, borrador y saca punta. Escribo la fecha, nombre y curso. Miro los problemas y me siento confiado, los que mis amigos me ponen son más complicados. Después de rectificar las dos hojas suspiro. Levanto la mano y paso a entregar el examen. El profesor me ve y con la mano señala el escritorio, dejo las hojas ahí y vuelvo a mi lugar esperando a que los demás terminen. Me siento ansioso de conocer mi nota.

Yoongi.

Cada vez es más difícil, cada vez que está conmigo se vuelve complicado. Park Jimin pone todo en mí de cabeza y ya no sé cómo ocultarlo más. No es que vaya a pedirle que sea mi novio porque es demasiado pronto pero quiero que él sea exclusivo para mí.

— ¿En qué piensas?

— Namjoon... olvídalo. El cumpleaños de Jimin es el sábado, ¿qué hago?

— Hey, todos somos sus amigos. Dirás "¿qué hacemos?" Sé que Jin, Tae y Hoseok se pondrán felices de poder ayudar. ¿Cuántos cumple?

— Diecisiete.

— Yah, parece menor. Bueno, mejor.

— ¿Mejor?

— Así cuando termines este año y salgas a buscar la universidad no se llevarán tanto. Él se te unirá al otro año.

— ¿Crees que estemos tanto tiempo juntos?

— No sé tú pero yo pienso estar con Jin hasta que deje de respirar.

— Hermano, tienes dieciocho.

— ¿Y? Me costó tenerlo de novio. No pienso perderlo, si la cago lo acepto, sí él se enoja lo buscaré. Sí cree que el amor se acabó volveré a enamorarlo. Jin es mi vida, no lo dejaré ir.

— Yah... estás enamorado —golpeo su hombro riendo.

— No bromees tanto que vas por el mismo camino. Ustedes se miran mucho, siempre están juntos y Jimin se sonroja con todo lo que le dices. Eso ya es algo.

— ¿Verdad? —Namjoon asiente y palmea mi espalda.

— Tienes oportunidad, no lo dejes ir. Ahora prestemos atención, sino la vieja Kim nos echará.

Reímos y clavo mi vista al frente. Quiero a Jimin en mi vida, no sé por cuánto tiempo pero lo quiero en mi vida.