No me mire, hyung.

21.

Yoongi.

Me controlo para no ir hasta esa silla y desatar a mi Mochi. Se ve tan triste ahí, sé que debe estar reprimiendo su llanto. Pero claro, ¿qué creería uno sí lo envían a un lugar y luego lo atan así? Y más sí le dicen cosas inconclusas como yo le dije. Taehyung y sus sorpresas extrañas. Camino hasta Hoseok que está tras el equipo de sonido y el portátil.

— ¿Ya o debo esperar media hora más? ¡Mira a Jimin!

— Tranquilo, Yoongi. Ya casi... ya casi... ya casi...

— Estás peor que Taehyung.

— ¡Hey! Estoy trabajando gratis y bajo presión, no me afanes.

— Solo hazlo rápido, Hoseok.

Cruzo mis brazos y justo cuando estoy cerca de Jimin, Seokjin me toma del brazo y me echa para atrás de nuevo. Gruño.

— No eres bueno para sorpresas.

— Está ahí casi llorando y todos son lentos. ¿No sientes algo por tu supuesto niño?

— Mi bebé, Yoongi. Y sí, pero hay que hacerlo bien.

— ¡Listo! —Hoseok grita y me palmeo la frente.

— Podría ser más disimulado.

La música empieza a sonar y de inmediato fijo mi mirada en Jiminnie. Ya no muerde su labio y ahora está con los labios entreabiertos. Sonrío.

— Ahora sí puedes ir con él, Yoongi.

Seokjin me empuja y le miro mal, él se ríe y sigo mi camino. Me sitúo detrás de Jimin y empiezo a desatar la corbata rosa de Seokjin.

— ¿Qué es esto? ¿Qué hice? —oigo su voz desesperada y sonrío de lado.

— Lo siento.

Termino de desatar la corbata y entonces él mueve su cabeza en todas las direcciones. Está asustado y confundido, lo sé.

— ¡Bienvenido! —Taehyung toma el micrófono y sonríe para después hacer un puchero—. Eres mal amigo. Creí que yo era tu mejor amigo. ¡Ni a mí me lo dijiste! Pero no importa, todos aquí te queremos y eres importante para nosotros, Jiminnie. Ay no, Yoongi hyung, no mire feo es solo por hoy.

Escucho la risa de Jimin y me agacho para soltar sus manos.

— En fin, son diecisiete, ¿no? Hoseok ha creado pistas para ti hoy. De hecho, todos hemos participado aquí. Appa Namjoon hyung, Omma Jin hyung, mi Hobi y hasta Yoongi hyung. De él fue la idea de esto. Te deseo lo mejor, Jimin. Eres como mi hermano, en serio te quiero. ¡Ay no, Yoongi hyung!

Taehyung suelta el micrófono y los demás reímos. Me agacho frente a Jimin, él me mira y limpio sus mejillas.

— No es mucho pero es tu cumpleaños, es tu día y uh... se me ocurrió esto. Perdón, el de la idea de atarte fue Taehyung.

Jimin solo me sonríe y sorbe su nariz. Desato sus pies y me levanto. Él me mira un poco más hasta que por poco y caemos a la piscina. Tiene la costumbre de darme abrazos fuertes y de la nada, los amo.

— Perdón, perdóneme. Mi mente me hizo pensar en otras cosas y los juzgué mal. Yoongi hyung, jamás me habría esperado algo como esto. Amo todo lo que ha hecho por mí, gracias. Nunca me cansaré de dar gracias por usted —sujeto su cintura con más fuerza y lo levanto un poco del suelo. No sé en qué momento me enamoré de él.

— ¡Parejita! El pastel se va a dañar y Omma Jin nos matará.

— ¡No soy tu madre, Kim Taehyung!

Me río por las idioteces de mis amigos y suelto a Jimin. Beso su frente y entrelazo nuestras manos. Amo todo esto.

Jimin.

Cuando cruzamos hasta mis amigos los abrazo a todos. De verdad como le dije a Yoongi hyung jamás imaginé algo así para mí. Los chicos me dijeron más palabras bonitas haciéndome casi llorar pero Taehyung de inmediato me hizo reír.

Comimos del pastel de Seokjin hyung y le insistí en que debería ser chef. Hicimos un concurso de baile con la música de Hobi y bueno, obviamente él ganó. Jugamos, reí como nunca y cerca de las siete de la noche nos sentamos a un lado de la piscina.

— Dime, Jimin. ¿Qué pensaste cuando te cubrí los ojos? —Tae sonrió con diversión. Rodé los ojos y le respondí.

— Creí que era un secuestro, todos habían estado muy raros de un día para otro. Pensé cosas malas, perdón.

— Yo le dije que era mala idea pero nunca me escucha.

— No íbamos a hacer algo cliché, Yoongi —dijo Namjoon llevando papas a su boca.

— ¿Ven? Appa sí me entiende.

— No... soy tu... padre, Taehyung —Namjoon tragó y Seokjin hyung lo miró serio.

— Omma te domina.

— No querrás verlo enojado, hijo.

— ¡Kim Namjoon! ¡Ya no más comida!

Seokjin gritó y todos reímos. En el momento los observé a todos y me di cuenta que tengo personas a mi alrededor que realmente me aprecian y valen la pena. Yoongi es luz en mi vida, Taehyung y Hobi son alegría, Seokjin es ternura y Namjoon aunque es más de pocas palabras sé que también le preocupo.

Yoongi hyung da un ligero apretón en nuestras manos y me sonríe. Esa sonrisa de encías, esa que le hace parecer un tierno gatito. Con mi pulgar acaricio su mano y también le sonrío. Quizá, solo quizá me anime a decirle cómo me siento.