16.

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Corro por los pasillos con una hoja en mano. A pesar de que algunos me ven de manera extraña esta vez me da igual, estoy feliz y busco a alguien en especial. Sigo corriendo hasta llegar a la cafetería y ver esa mesa justo cerca de un ventanal. Diviso a mis amigos, a esos cinco chicos que ríen entre ellos y me contagian. Recuperando mi respiración me acerco a ellos y me siento al lado de mi hyung favorito. Este me sonríe de lado.

— Jiminnie. ¿Por qué estás sudando y respiras así? —frunce el ceño y sonrío—. ¿Te hicieron algo? Dime.

— No, hyung. Estoy bien.

— Ah, querías trotar hasta aquí. ¿No? Jimin quiere hacer ejercicio —señala Tae.

Río y niego mientras los demás me ven curiosos. De seguro es raro para ellos el verme tan alegre, Seokjin deja de darle comida a su novio para mirarme, Namjoon hace puchero y se queda viendo los palillos. Taehyung sonríe y toma la mano de su novio, este me mira con una sonrisa también. Mientras que Yoongi, ah. Él está muy confundido. Miro la hoja de examen entre mis manos y se la doy. La revisa y me mira, después más calmado la pasa al resto y la hoja va de mano en mano.

— Ah, Jimin. Aprendes rápido, cuestión de estudiar. Te fue muy bien —me dice Namjoon mostrando sus hoyuelos.

— Bien hecho, Jimin. Me alegro mucho por ti.

— Tenemos a un nerd oculto.

— Tae Tae, no lo digas así.

— No se preocupen, empiezo a creerlo también —siento algo tocar mi mano y dedos se cuelan entre los míos dando un ligero apretón. Bajo la mirada y es mi hyung quien las ha entrelazado. Se acerca a mi oído y susurra crispandome los nervios.

— Eres un nerd bastante lindo, Mochi. Te mereces un regalo, te lo debo.

Dice para finalizar con un beso en mi cien. Tae chilla y Jin le lanza una verdura a Yoongi alegando que es un pervertido y me quiere dañar cuando su novio es el que descarga vídeos subidos de tono, o eso me dijo mi hyung. Para cuando el almuerzo termina no quiero dejar mi lugar gracias a la llenura que tengo. De verdad no quiero caminar.

— ¿Quieres que te lleve en mi espalda? Lo haría pero soy delgado y... bueno, eso... —hyung hace una mueca metiendo las manos en sus bolsillos y dejo la silla con mucha fuerza de voluntad.

— No hace falta, gracias por la comida. No se moleste tanto.

— Nada de eso, un Mochi delgado no me gusta —gusta... Gustar, de gustar... Me tapo la cara y empiezo a caminar lejos de él. Escucho su risa a mi espalda y luego sus manos en mis hombros—. No tapes tu cara, eres muy tierno cuando te pones así, con tus mejillas rosadas. Sólo digo la verdad, tus mejillas rellenitas me parecen tiernas.

— Hyung, usted también es delgado.

— Es mi contextura, Jiminnie. Vamos, te acompaño al salón.

Junta nuestras manos y empezamos a caminar. Mis compañeros nos observan y desearía ser del mismo grado que Yoongi. Así no debería esperar a que las clases finalicen para verlo y estar cerca. Se despide diciéndome que preste atención y que en cuanto salgamos iremos a estudiar de nuevo. Entro a clases con aires de aprendizaje y me siento en mi lugar mientras espero el sonido del timbre. Yoongi siempre me trae cinco minutos antes. Odia que yo llegue tarde a algún lado, mientras que él se queda dormido en todos lados y se le hace tarde.

No me mire, hyung.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora