El Narcotráfico

#23

Capítulo 23

Mire a mi gemelo salir de la sala y a los segundos se pudo oír la puerta principal.

-Responde lo que te acabo de preguntar.

Suspire frustrada por lo que acababa de hacer mi hermano y mire a Alex, frente a mi y tuve que comenzar a maquinar rápidamente algo en mi mente.

-Hace unas dos semanas estaba investigando, sobre algunos movimientos que InfirClan hace en Nueva York. Y sobre quienes son sus exportadores a las ciudades y países. Cuando comencé hacer toda esa investigación no di exactamente con lo que quería si no con la información de que Jasón, después de que me declararan muerta ante todos desapareció y mas nadie que sea su mano derecha en InfirClan, mantiene comunicación con el.

La mirada de Alex me hizo sentir vulnerable ante el por unos segundos antes de que la voz de Aisha confirmo todo lo que había dicho.

-En realidad, yo venia a contarles eso ayer pero salió todo sobre el cierre del negocio y las demás cosas que se me paso por alto.

Mire sobre mi hombro a Aisha y esta me miro sonriente y Erick también confirmo lo mismo.

-Antes de que llegara como loco el hermano de Amy, David me llamo para decirme lo mismo. Que Jasón esta desaparecido, que nadie sabe de el que solo su mano derecha mantiene contacto con el. Me informo también que después que James declaro antes todos la supuesta muerte de Amy, el ique se levanto molesto de los asiento de la primera fila y salió del lugar azotando la puerta y desde allí mas nadie supo nada de el a demás de su mano derecha.

La mano de Alex giro mi rostro hasta el, y lo acaricio muy lento y delicadamente mientras las palabras que menos pensé oír de su boca salían de ella y con una sonrisa malévola.

-Eso quiere decir que tengo algo que el quiere tanto, al punto de desaparecer por el tiempo que sea necesario para dar con eso que anhela. Y eso queridos amigos míos es Amy.

Mis ojos se encontraron con los suyos haciendo que los de el destellen de una manera tan hermosa y única.

-Quieres decir que el vendrá por mi?

La sonrisa de Alex fue disminuyendo hasta queda serio y después mirar a todos.

-Yo diría que si, ya todos a esta hora deben de saber que no estas muerta y que estas en mis aposentos y me perteneces. Todos saben que yo no mandaría a una mujer que no sea lo realmente peligrosa he importante a sellar un negocio con un hombre que trabaja para ellos y menos que el sello fuera su muerte y la de sus hombres. Y escuche todo a la perfección de cada una de las palabras que dijiste, antes de que te bajaras de mi auto en el momento que te jale y bese fue para ganar el tiempo suficiente para instalar un dispositivo bajo el cuello de tu ropa.

-Entiendo ya por que no me dejase bajarme de una sola vez del auto, estuviste oyendo todo lo que dijimos y planeamos a demás de lo que le dije al integrante de Broblocks.

Alex se acercó más a mí, y paso su mano suavemente por mis caderas.

-Cada una de ellas y cada disparo lo oí perfectamente, hasta que llegaron aquí. Y David te abrazo sorprendiéndote y tú pensaste que era yo. Todo absolutamente todo lo oí, crees que iba a dejarte ir al territorio de mi enemigo sin algo que me indicara tu ubicación y que me informara de que pasaba a tu alrededor, se que soy un imbécil pero no dejaría que mi mujer corriera el peligro de que no la pueda rescatar.

Coloque mis manos en el pecho de Alex y lo aleje de mí unos centímetros, mire a todos y suspire.

-Creo que ya es suficiente de todo esto, y también de que ustedes me miren con baba en sus bocas. Así que subiré y te espero arriba para dormir.

Alex giro su rostro y miro a los chicos con una clara advertencia en su mirada, las chicas comenzaron a reír y todos salieron de la sala rápidamente, Alex me cargo como una princesa o recién casados y subió las escaleras y caminó hasta la habitación conmigo encima suyo.

Una vez en la habitación las ganas de dormir me invadieron por completo, así que solo me di una ducha rápida y coloque mi ropa interior y me lance a la cama quedando instantáneamente dormida.

El sonido de unas risas me despertó haciendo que me levante de mal humor.

Salí de la cama y coloque una pijama, Salí de la habitación y camine en dirección a las risas. Crucé el pasillo y siguiendo las escandalosas risas de mujeres.

Me detuve frente a una de las tantas puertas de este pasillo, que dude por un segundo abrirla hasta que la voz de Aisha me hizo pegar un brinco en mi lugar.

-Quien se ríe tan horrible?

Gire mirando a mi amiga verme con cara de sueño, y me encogí de hombros sin saber que responder. Esta llego a mi lado rápidamente y abrió de un solo golpe la puerta de la habitación.

Lo que estaba frente a mis ojos, me revolvió el estómago completo y me hizo querer matar a todos.

Delante de mis ojos, se encuentran todos los chicos con mujeres desnudas a su merced. Todas completamente abiertas para ellos y otras ya disfrutando de los chicos dentro de ellas.

-Que esta pasando aquí?

La voz de Aisha resonó en el lugar, haciendo que todos giraran sus miradas hacia nosotras y quedar con los ojos bien abiertos al vernos.

-Me pueden explicar que significa todo esto?

Todos me miraban sorprendidos y sin poder responder alguna escusa, unas manos se colocaron en mi cintura y el aroma de Alex invadió mis fosas nasales.

-Esto que están viendo aquí, es un regalo de mi querido amigo Connor para los chicos.

-Espera, Connor Harrison?

Sentí la respiración de Alex sobre mi cuello causando un escalofrío por todo mi cuerpo.

-Si, lo conoces?

Una risa sarcástica salió de mis labios, retire las manos de Alex de mi cintura y me aleje unos pasos de el. Ganando así una clara confusión en el y en todos los demás.

-Tu querido amigo, es un enfermo que me secuestro de la casa de Jasón, y me mantuvo dos días en un asqueroso sótano donde cuando fueron a verme, uno de ellos dejo en claro que me follaría y otro me golpeo por escupirle la cara, después mesacaron de allí a la que debe ser la casa del loco ese y me dio un vestido y llevo a almorzar al restauran de mi familia y después armó una balacera contra James y Jasón. Y allí fue cuando tuve que huir de esta ciudad a otra con ellos y comenzaron los problemas que me trajeron hasta aquí.