El Narcotráfico

#28

Capítulo 28

Que te despierte los rayos del sol una cosa, pero que te despierte el sonido de ruidos es otra.

De un salto me levanto de la cama y camino hacia mi bolso, con cuidado saco el arma y salgo de la habitación en total silencio. Me quedo unos segundos mirando a todos lados y concentrándome de donde viene el ruido.

Hasta que perfectamente se comienza a escuchar algo friéndose, camino en silencio hasta la cocina y entro de golpe apuntando así a la persona que esta de espalda cocinando.

-Baja el arma Amy o vas a lastimar a alguno de los dos preciosa.

Sin moverme de mi lugar y sin poder creer la voz de la persona quito el seguro del arma, haciendo así que el gire lentamente hasta quedar de frente a mi y poder mirar esos ojos azules con toque grises.

-Jasón.

Las únicas palabras que salieron de mi boca fue su nombre, logrando que este me mirara y sus ojos destellaran al oír su nombre.

-Hola Amy, nos volvemos a ver.

Trago fuertemente y bajo el arma, la coloco sobre el mesón de mármol de la cocina bajo la atenta mirada de Jasón.

-Veo que Alex, te consiente.

Sin entender a lo que se refiere volteo hacia el mirándolo confundida.

-El arma pequeña, Alex no le da ese tipo de lujos a nadie a menos de que le interese más de la cuenta.

Camino hasta el refri y lo abro, mirando así la cantidad de comida en su interior miro un tazón de fresas y lo cojo inmediatamente.

Me siento en uno de los bancos de la cocina, y miro a Jasón terminar de cocinar algo. Este mira por sobre su hombro hasta donde estoy y sonríe.

-Que?

-Traga primero y después hablas.

Ruedo mis ojos y sigo devorando las fresas, bajo la atenta mirada de Jasón.

-Es incomodo sabias.

Este me mira confundido mientras comienza a comer.

-Que es incomodo?

Suspiro y coloco el tazón de fresas sobre el mesón de mármol frente a mí, miro a Jasón detenidamente.

-Nada Jasón, y cuando llegaste?

Este sube su mirada encontrándose con la mía.

-Hace unas tres horas más o menos, fui a mi habitación a ducharme y cambiarme y me encontré con la bella durmiente sobre mi cama. Al principio pensé que lo estaba imaginando pero después de que soltaras aquel ronquido me quedo claro que si estabas allí.

-Hey yo no ronco.

La risa de Jasón me hizo estremecer completamente, logrando que los bellos de mi nuca se erizaran sin tener que tenerlo cerca solo con su risa. Esa que es como una melodía para mis oídos.

-Alex, sabe que te estremeces al solo oír mi risa?

La cara de burla y picardía de Jasón, me hizo mirarlo tan seriamente que este volvió a estallar en risas.

-Muy gracioso.

El sonido de mi celular nos hizo voltear a la sala. Me levante y corrí hasta la habitación y lo saque del bolso mirando el mensaje de Alex.

Alex.

Buenos días hermosa, como amaneces?

Visto.

Buenos días cariño, muy bien y tu?

Visto.

No tan bien de tener a mi chica lejos.

Visto.

Solo serán unos días, ya después estaré contigo.

Visto.

Aquí te estaré esperando hermosa, te tengo que dejar

Negocios que atender. Cuídate mucho y cualquier cosa solo llama.

Visto.

Esta bien cariño y tranquilo me se cuidar sola.

Te dejo tengo cosas que hacer al igual que tu, cuídate.

Visto.

La voz de Jasón me saco de volver a leer los mensajes, gire y lo encontré sentado a los pies de la cama riendo.

-Que es tan gracioso?

-Que Alex, se preocupe tanto por alguien que no le quiere de la misma manera. Curioso y gracioso, no crees.

Rodé mis ojos, y Salí de la habitación directo a la cocina. Tome un baso de agua y volví de nuevo a la dichosa habitación encontrándome con Jasón cómodamente acostado mirando la televisión.

Me encamine al baño y rápidamente me despoje de toda mi ropa, una vez sin ella me metí bajo el agua de la ducha. Comencé a enjabonar todo mi cuerpo y a lavar debidamente mi cabello, una vez de estar totalmente limpia y sentir el maravilloso olor de las fragancias que acababa de utilizar sobre mí.

Salí envuelta en una toalla directo a la habitación, pasando por el frente de Jasón que me miraba atento a todos mis movimientos.

Y ya que tenía su atención, que mejor forma de hacerlo enojar como quede yo la última vez que nos vimos. Abrí uno de los cajones dentro del closet donde se encuentran nuestras ropas interiores, tome un conjunto totalmente hecho de encajes de color negro y me lo comencé a colocar con cuidado de que la toalla no se cayera.

Una vez lista con el conjunto puesto en su debido lugar, deje caer la toalla a mis pies. Sintiendo la mirada de Jasón clavada en mí, sonreí de medio lado sabiendo que mi plan estaba dando resultados.

Cogí un vestido pegado al cuerpo, pero cómodo y sencillo de color negro. Me mire en el espejo y pude comprobar que realza mi figura muy bien, peine mi cabello dejándolo suelto para que se secara y me aplique un poco de maquillaje, termine de pintar mis labios en un tono de color rojo pasión.

Inmediatamenteunas manos se posaron en mi cintura y la nariz de Jasón recorrió mi hombro enuna leve caricia, haciéndome sentir tan bien. Me dio la vuelta quedando asífrente a el y sus ojos clavados en los míos, mirar como poco a poco el espaciova desapareciendo hasta ver su mirada aclararse mas y el gris notarse en esosojos y recordarme que esta mal estar así con el cuando duermo y vivo y tengosentimientos por su hermano.