Retorno - Libro II - Humanos.

CAPITULO 23: "El día inevitable"

Esa misma noche, Mir había enviado una carta de emergencia a su mellizo, no había dudado en usar su poder y utilizar el sello del emperador , había roto todo protocolo y usado el modo de correo más veloz , su misiva llego siete horas después a manos de su gemelo y Nell al recibirla entro en pánico...

A la mañana siguiente debía volver a la capital... pero ¿A que volvería...? El palacio se había vuelto tan triste cuando ella se fue... si ella moría...todo sería oscuro...

- ¿Ya estás listo...? – Un par de golpecitos en sus puertas, mostraron aun sonriente pero cansado Kyuurem. – Oh.. ¿Interrumpo una lectura privada...? , me informaron que había llegado una carta de la capital... - Rio - ¿Tan ansiosos están de que regreses...? Fuiste un buen regente, mientras su excelencia estuvo de viaje... seria excelente si te quedaras..., mientras más de Huoltaja, mejor...

- No... quiero volver...

- ¿De qué hablas...? – Noto la mirada seria de Nell.

- Abril volvió... - Le extendió la carta y Kyuurem la leyó con rapidez, palideciendo.

- No se suponía que pasará esto.... ¿Solo dos días...? Eso no nos da tiempo...

- Estas carta no es oficial Kyuurem, se supone que no lo sabemos . Abril hizo jurar a los Huoltaja , para que no se revelara , pero nosotros somos sus hermanos , la torre juro guardar silencio y proteger al emperador y a su hija ...nosotros Kyuurem también somos Huoltaja, pero yo ... no puedo estar ahí, simplemente esperando si morirá o no ...

- ¿Qué quieres decir con eso...? – Una voz que ninguno de los dos esperaba les llamo la atención.

- Ikuya... - Kyuurem sonrió tenso. - ¿Qué haces, aquí...? Recién llegaste ayer... tienes días libres...

- Yo no me tomo días libres. – Le arrebato la carta. – Ese dragón.... Dijo que lo iba a evitar... tch...

- Espera... ¡Ikuya! – Kyuurem se puso delante. - ¿Qué crees que estás haciendo...? El renacuajo está cumpliendo las órdenes del emperador...

- Yo no le sirvo al emperador, le sirvo al segundo rey...

- Si se lo dices, nuestro rey se vendrá abajo..... ¿Eso es lo que quieres...?

- Mentirle no solucionara nada.. – Ikuya lo empujo y salió tirando la puerta con fuerza.

- Ese sujeto siempre ha sido un prepotente.... – Murmuro Kyuurem algo cansado, para mirar a Nell. - ¿Qué haces..? – Lo vio cargar su alforja de viaje.

- Me voy ahora.. si tomo un navegador personal y utilizo la manta raya para desplazarme en el páramo..., llegare a la capital al amanecer... - Paso de largo a Kyuurem. – Tengo que verla...

- ..... – Kyuurem se quedó solo en la habitación. – No son los únicos... ¿Saben...? – Miro su sombra solitaria al umbral de la puerta, y decido salir a recibir la luz opaca de los cristales en los pasillos.

Decirle a Mellias que Abril, podría morir, por su pacto con el dragón era arriesgado... sería capaz de ir a interrumpir la ceremonia... y en realidad...lo quería... pero... las consecuencias eran el verdadero temor de Kyuurem...

Ya tenían un alto nivel de tensión entre ambos reinos, debido al repentino deseo de independencia de Mellias.

- ¿Kyuurem...? – Una voz baja y curiosa, interrumpió sus pensamientos. – Ya me parecía extraño que no te hubieras presentado al comedor. – Sonrió. – Venia a buscarlos, la cena ya está lista, pero nadie se acercado al comedor.