Retorno - Libro II - Humanos.

Capítulo 42: "Ultimo adiós"

Es una pesadilla ... mi esposo ...esta ahora fuera de mi alcance ... Ghrian ... Mellias .Con valor, me dirigí a la salido junto a Ian, sin embargo los sirvientes nos bloqueaban las puertas .

- El príncipe Lillest no estará deacuerdo si, la señorita Abril sale...

- Solo necesita tomar aire. – cortó Ian. – Maldición, no vamos a huir , es mi maldita casa.

- .... – La mucama lo miro con duda, pero finalmente nos dejo pasar.

Ian tomaba mi mano con firmeza, mientras nos alejábamos.

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No fue fácil, ver la expresión feliz de Richard y recibir su eufórico abrazo me hizo sentir aún más decaída, cuando preguntó por Ghrian, sentí que las fuerzas me faltaban, no podía hablar ... subimos al auto.

Ian fue el que decidió decirle todo, a un incrédulo Richard mientras manejaba, pero parecía escéptico. Es decir... ¿Quién creería que Ghrian era un ser de otro mundo? Eso era ridículo.

- ¿Dónde está mi hermano...? – La voz de Richard se hizo más grave, estacionándose en un lugar tranquilo rodeado de árboles. – Abril... ¿Dónde está...?

- El... - Intente ahogar mi llanto – él ya no está más aquí....

- No mentimos... – Ian le extendió su brazo a un pequeño frasco que emitía un aura brillante, no tardo en rodearse del mismo halo transformándose en un Tritón su mirada era seria y solemne - ... yo soy un híbrido de la raza, tu hermano es del linaje real, el cuerpo que conoces ha sucumbido a su periodo de transferencia y su hermano de sangre lo asesinó ... tomo su celular, cuando vi la escena tomé una foto, ellos estaban distraídos. ¿Lo ves? No mentimos...

Al ver la imagen, de Ghrian empapado en sangre, sostenido por los brazos de un joven pelirrojo de mirada pacifica, palideció.

- ¡Santo Dios...! – Sus manos temblaron. – Tenemos que llamar a la policía.

- Llévatela de aquí – Ian me empujó.

- ¡¿Qué?! – Frené mis propios pasos, cuando Richard me sujeto. - ¡No!

- Abril... - Ian me observo aprehensivo – No estas segura aquí.

- No me iré sin Ghrian.

- Él ya está muerto, no podrás... - Miro a Richard – Váyanse ya. Retiró su mano de la redoma retornando a su forma.

Richard me tomo de la muñeca e impidiéndome salir del auto.

- Richard no... no lo hagas... no lo puedo dejar solo...

- No lo dejaremos, iremos a la policía... y recuperaremos el cuerpo. – Me observo - ¿Estas bien...? – Me reviso, podía sentir sus manos temblorosas y frías, pero se esforzaba por intentar guardar la compostura. – Tengo que... informárselo a la familia.... – Sus ojos estaban rojos – No sé cómo voy a hacerlo.... ¿Cómo van a creer que...?

- Richard... - Lo detuve cuando lo vi encender el auto e Ian regresaba solo a la mansión. – Tengo que volver.

- No, no lo harás.... podrían hacerte lo mismo. No sé si lo que dijo tu amigo es cierto o no, pero en ese lugar hay personas dementes, no te dejaré regresar sola.