- ¿Tus padres no se molestarán si traes un invitado no esperado...?
- Nop..
- Lo dices bastante segura.
- Lo estoy.
- ....es mejor que comer en el auto...
- Entonces te indicaré el camino.
Una sonrisa, de respuesta calentó el corazón de la joven que no se reconocia a si misma ...
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Marielle había llegado a su hogar algo confundida, Ian lucia muy alterado y se la había pasado toda la tarde discutiendo por alguien por teléfono nombrando a Aby, no se quedo a esperar mansamente para enterarse de lo que había sucedido, busco las llaves de repuesto que tenía de la casa de su mejor amiga, y partio sin dilación después de asearse y cambiarse.
- ¡Con permiso~ Bri, estas en casa? – Abrio la puerta y se dio con la sorpresa de ser recibida por un silencio absoluto. – Oh Worf~ - Se agacho a acariciarle las orejas. - ¿Cuidando la "nave"? – Bromeeo haciendo referencia a su nombre, mientras el gato solo ronroneaba. - ¿Dónde esta tu dueña...?
El felino solo la observo y bostezo desperezándose un poco.
- ¿Salio hace mucho...? – Vio el lugar bastante ordenado. – Aish... esta chica si que ha cambiado.... – Camino por la sala. – Todo impecable... no solía ser así. – Se dirigio a su cuarto. - ¿Bri estas dormida...? – Suspiro. – Tal parece que no... - Se giro noto que había una habítacion que ahora estaba sin puerta. - ¿Hm..? - Sentía el viento ingresar por la ventana. – No debería dejar las ventanas abiertas. Podría ingresar algún ladrón, cielos esta chica. – Ingreso a la habitación y cerro la ventana, pero pronto sintió el aroma a pintura y se giro a observar los grandes lienzos.
Pasillos hechos de cuarzo violáceo, con la silueta de un hombre alejándose en vestiduras negras, el cuadro mostraba una escena nocturna, por lo que era algo difícil ver muchos detalles, pero parecía ser un lugar bajo el mar, ya que habían algunos peces nadando.
- Pense que se había detenido... - Paso a otra pintura. - ¿Una camelia blanca...? Al menos esto no es bajo el mar... - suspiro aliviada, pero noto unos cuadros ocultos y ya envueltos en papel. Eran unos ojos plateados... que parecían observarla fijamente, pero en el reflejo de la mirada... se encontraba Abril. - ¿Cabello negro otra vez...?
Marielle había visto algunas pinturas de Abril antes, pero la mayoría de los personajes que hacía tenían cabelleras de colores variados y el único de cabellos negros que había visto siempre iba al lado de un chico de cabellos castaños con el mismo rostro. Abril decía que eran mellizos...
Sin embargo, la silueta que se alejaba y esta mirada... pertenecían a la misma persona. Marielle busco entre los otros cuadros y por fin encontró una imagen más clara, un joven de cabellos cortos a comparación de los otros, ligeramente ondeados, azabaches, ojos platinados y piel palida, sentado frente a una luz tenue de cristales dorados, leyendo multiples pergaminos en una escritura ilegible, rodeado de libros y oscuridad, parecía como si quien hubiera visto la escena lo hubiera hecho a hurtadillas.
Marielle giro el cuadro para volverlo a guardar, pero vio un escrito "Mellias".
- Así que eres tú... - Dejo el cuadro en el suelo. – Si tan solo ella no te hubiera soñado... todo estaría bien ahora... - Al escuchar la llave en la puerta, salio a recibir a su amiga. - ¡Bri, te estaba esperan...
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Retorno - Libro II - Humanos.
DiversosContinuación de "Origen" Libro I - Tritones - ¿Todo fue un sueño...? ....Eso...tiene que ser mentira...