C15

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Lucius Malfoy caminó a través de su sala común sin reparar mucho en los demás integrantes de su casa. Su círculo de amigos debía de estar ya en el salón esperando su honorada presencia y la de su bella y noble pareja Anthea Landry. La idea de que fuera al baile con Landry había agradado mucho a las dos familias, que tenían la esperanza de que aquello acabara en algo más.

Salió de las mazmorras y tan pronto como puso los pies fuera de ella resbaló y cayó al suelo. Hecho una furia se fue a levantar pero una especie de moco verde pegándose por todos los rincones posibles de su túnica de gala lo atrajo de nuevo hacia el suelo y esta vez su cabello rubio platino se pringó de aquella viscosidad.

'¿¡QUÉ ÉS ESTO!?' - Gritó golpeando el moco verde y salpicando a su alrededor.

'Lucius, cálmate.' - Unos metros más adelante, tumbado y atrapado por el moco verde uno de sus mejores "amigos", Nick Devoir, lo miraba con tranquilidad. - 'Yo llevo un cuarto de hora aquí pegado.'

Sus labios finos se comprimieron el uno contra el otro. Todos los alumnos de su casa que hacía un buen rato habían salido de la sala común estaban atrapados como él por aquella sustancia. Algunos resbalaban y caían al suelo de nuevo, otros utilizaban su magia inútilmente, otros intentaban limpiarse su vestido y otros como Devoir se habían resignado y observaban como uno a uno los demás Slyhterin caían en aquella estúpida trampa al salir de la casa de Slyhterin.

'¡Quien haya sido el culpable de esto lo pagará caro!' - Bellatrix Lestrange se debatía con el moco pegajoso y gritaba como una histérica.-'¿¡Es que nadie es capaz de deshacer este conjuro!?

La Escuela de Magia y Hechicería de Hogwarts brillaba de vida en su interior. Poco a poco los príncipes y princesas por un día de aquel fantástico castillo recorrían vestidos con sus mejores atuendos los pasillos y escaleras y se encontraban y reunían finalmente en el gran comedor.

El comedor estaba pintado de blanco y plata. Suelo, columnas y paredes eran de hielo. Los adornos que colgaban del techo y las paredes lo habían transformado completamente. Además el comedor contaba con un gigantesco abeto de Navidad decorado, si te fijabas bien, con luminosos duendecillos y hadas. En el techo transparente se veían caer los copos de nieve de la hermosa nevada que caía fuera del castillo. Las mesas de las cuatro casas habían desaparecido y en lugar de ellas había un tremendo espacio en mitad del salón para servir de pista de baile. Pegados a las paredes, elegantes sofás y butacas para poder descansar los pies, y una gran mesa donde cada uno podía servirse su tentempié y su bebida.

'Es precioso...' - Kaienne, agarrada del brazo de Thomas estaba asombrada. - 'Que bonito...'

'Como tu esta noche!' - Thomas le plantó un suave beso en los labios.

Kaienne Green vestía un vestido largo hasta los pies de color marrón con reflejos y bordados dorados. Su vestido llevaba una chaquetita de manga corta solo hasta la altura del pecho. Bajo aquella cortita chaqueta el vestido escotado se ceñía en su cintura para después abultarse como una campana y caer hasta sus pies. Los ojos los llevaba pintados de dorado, así como los labios, las uñas...y el cabello...

'Kaienne, no crees que unos reflejos dorados o castaños habrían hecho mejor juego con tu vestido que esas mechas de color...' - Thomas cogió un mechón de pelo de su novia y lo analizó detenidamente. - '¿Verde oscuro?'

Kaienne hizo una mueca de enfado y Thomas soltó el mechón de inmediato.

'Si no llega a ser por Lily hoy no bajo al baile y me quedo encerrada en mi habitación...y Sam y Anthea llevarían el pelo de color verde lima y a lo afro.'

'A ver si lo adivino.... ¿Has dejado que esas dos usaran la magia contigo para peinarte?'

'Si...' - Respondió avergonzada la chica.

Un quizás de James y Lily PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora