C21

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Cuando Sam Hewitt y Lily Evans entraron en el comedor para desayunar aquella mañana, Sam no traía la cara de tristeza que había tenido días anteriores, sino que reía fuertemente y sonreía sin parar.

'Parece que Sam se encuentra más animada.' - Remus sonrió alegrado mientras miraba a las dos chicas.

'Después de que yo interviniera ¿que podíais esperar?' - Dijo Sirius dándose aires de importancia. - 'Si es que tengo una mano para las mujeres.'

'Mano y otra cosa más, diría yo.' - Bromeó James.- 'Por cierto¿que tal con Lea de Slyhterin?'

'La dejé ayer antes de ir a hablar con Sam.' - Sirius se encogió de hombros mientras se llevaba una tostada a la boca. - 'Era muy niña para mí y tampoco quería lastimarla.'- Sirius se metió en la boca el resto de la tostada y después de tragar añadió. - 'Me estoy replanteando darme un descanso con las chicas.'

Peter escupió su zumo de calabaza y Remus, que estaba sentado frente a él, lo esquivó poniendo El Profeta entre ellos justo a tiempo. Las carcajadas de James resonaron en el comedor.

'¿Hablas en serio?' - Preguntó Remus, diciendo lo que el resto de los merodeadores pensaba. - '¿Vas a parar de estar con una distinta cada día?'

'Si.'

'A ver lo que dura tu castidad...' - James puso sobre la mesa un par de monedas. - 'No más de tres días sin que hayas estado con dos distintas.'

'Yo apuesto por un día tan solo.' - Peter puso dos monedas al lado de las de James.

'¿Lunático?' - Lo instaron Peter y James.

'Hum...' - Lupin miró a Sirius con una sonrisa. Parecía que solo él se estaba dando cuenta de lo que le empezaba a ocurrir a Black. - 'No creo que Sirius vaya a ser casto por mucho tiempo, pero apuesto a que está con una muchacha durante algún tiempo.'

'¿Solo con una?' - Preguntó James mientras Remus ponía otras cuantas monedas sobre la mesa. - '¿Estás seguro?'

'Seguro.' - Confirmó el licántropo.

La golpeadora del equipo de Gryffindor pasó por su lado y se dirigió hacai la mesa de los profesores.

'Director Dumbledore.' - Anthea Landry se dirigió a él mientras desayunaba.

'¿Qué ocurre Anthea? - Preguntó el Director limpiándose la barba con la servilleta. - '¿Hay algo que quieras contarme?

'Me gustaría hablar con usted a solas cuando tenga tiempo libre, señor.' - Le respondió seria. - 'Es importante.'

'¿Esta tarde en mi despacho después de la cena?' - Sugirió el director.

'Perfecto.'

La clase de Historia de la Magia se estaba presentando más aburrida que de costumbre. Incluso Lily se permitió resoplar de aburrimiento, todo lo que explicaba Binns lo había leído aquel verano y ya lo sabía.

'Sam...' - Le dio un leve codazo a su amiga, que dormía en clase tapándose la cara con el libro de Historia abierto y colocado en vertical delante de ella. La morena ni siquiera se inmutó y siguió durmiendo. Decidió dejarla dormir, la pobre chica llevaba varias noches sin dormir demasiado bien.

Lily fue mirando a cada compañero de clase uno por uno hasta llegar a James. El capitán de Gryffindor tramaba algo en voz baja con Black. La prefecta sintió sus mejillas arder, cerró los ojos y recordó lo vivido junto a él en la Sala de los Menesteres.

Sus labios, su aroma, sus ojos, sus manos, su cuerpo tan musculado que se notaba aún llevando el uniforme puesto. Con que dulzura la había tratado, con que cuidado la había tocado...Lily había sentido el respeto que James le tenía, pues lo había visto miles de veces meterle mano a saco a las demás chicas, pero con ella no lo hizo. Se contuvo y se contentó con abrazarla y estrecharla contra él.

Un quizás de James y Lily PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora