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Una muchacha de tez blanca como la nieve y cabellos rojo fuego estaba sentada sola en una de las mesas de la biblioteca. Tenía esparcidos ante ella, varios libros sobre Pociones y leía uno de ellos con absoluta concentración

En la otra punta de la biblioteca, justo detrás de una de las estanterías, dos muchachos morenos discutían entre susurros:

¿! Quieres ir de una puñetera vez!?' - El muchacho de ojos grises empujó a su amigo hacia el pasillo que había entre las estanterías. - 'Sé un hombre Cornamenta!'

'¿Estás loco?' - El otro muchacho se volvió a esconder rápidamente tras la estantería. - 'Ya sabes como se pone cuando la molestan!'

'O lo haces ahora o en cuanto salga de la biblioteca, los capullos que hay esperándola, se te adelantarán!'

El chico de cabellos despeinados dejó de forcejear con su amigo y miró hacia la puerta abierta de la biblioteca. Dos chicos observaban a la pelirroja.

'Y una porra.' - Y se dirigió con paso firme hacia las mesas de la biblioteca.

El otro muchacho sonrió para sí y observó a través de dos libros mal colocados lo que ocurría.

La pelirroja oyó acercándose tras de sí los pasos de alguien, hizo una mueca, había tenido que esquivar a varios chicos de Ravenclaw en su trayecto hacia la biblioteca. El maldito baile de Navidad parecía haber desatado la "Fiebre de la Pareja" entre los chicos de Hogwarts. Así lo llamaban ella y su mejor amiga. Si durante el camino de la sala común de Gryffindor a la biblioteca no la habían asaltado veinte muchachos con la pregunta "¿Tienes pareja para el baile?" no lo había hecho ninguno.

¿Por qué narices no se daban cuenta de que ella tenía que hacer cosas más importantes?

'Hola Lily...'-Susurró de repente una voz en su oído.

La muchacha dio un salto en la silla y se giró.

'Potter!' - Gritó entre dientes al tiempo que sus ojos esmeraldas relucían. -'¿No puedes aparecer como las personas normales!?'

'Pelirroja no grites sino quieres que te echen de la biblioteca.'

El muchacho caminó alrededor de la mesa y se sentó ante ella. La observó de arriba abajo y después reparó en el montón de libros que había sobre la mesa. Cogió uno de ellos y leyó el título. Al instante lo dejó caer con cara de asco.

'Te juro que no entiendo que de interesante le ves a esto...'

'Lárgate, no me molestes ahora!' - Susurró cogiendo el libro. - 'Además lo que estoy haciendo, en parte, también te incumbe a ti!'

'Lo dudo .'-Respondió con sorna. - 'Yo y Pociones no nos llevamos bien¿por qué crees que Slughorn me tiene manía?'

'Lo que estoy haciendo es por Remus!'

'Qué le ocurre a Lunático?' - Preguntó más serio.-'A parte de su pequeño problema peludo de cada plenilunio, claro.'

'Si estuvieras un poco más atento y te dejarás de tantos ligues de aquí te pillo aquí te mato, te darías cuenta de que últimamente Lupin no se encuentra muy bien!'

Lily sintió su sangre hervir al ver que el otro sonreía.

'Estás ce-lo-sa.'

'¿Perdón?' - Lily arqueó sus finas cejas. - ¿He oído bien?¿Y puedo saber porque supuestamente tendría que estar celosa?

'Me acabas de echar una reprimenda por mis ligues, Pelirroja.'- Y le sonrió orgulloso.

'Tienes a todas las de nuestro curso llorando, Moreno.' - Respondió Lily imitando su manera de hablar. - 'Y a la mitad de los chicos deseando que te separes de tus amigos para lanzarte algún hechizo o partirte la cara a lo muggle. ¿No crees que alguien te debe advertir, James?'

Con tan solo escuchar su nombre salir de sus labios, James volvió a sentir el hormigueo en la barriga que lo recorría constantemente cuando estaba junto a Lily.

'En fin Lily, a lo que venía' - Respondió haciendo caso omiso de lo que la chica le había dicho.

Lily lo fulminó con la mirada, cuanto odiaba que pasara completamente de sus consejos!

'Tienes pareja para el baile?'

'Nunca, jamás, sería la tuya.'

'¿Por qué Lily¿Por qué insistes en evitar lo inevitable?' - Respondió sin rendirse, James. - 'Si sabes que tu y yo estamos hechos el uno para el otro!'

'¿Bromeas?' - Lily lo miró con dureza. - 'Jamás, tu y yo, jamás estaremos juntos!'

'Te equivocas.'- James se revolvió el pelo dejándolo aún más despeinado. - 'Pelirroja, tu serás mía.'

'En tus sueños.'

'En mis sueños ya lo eres y tu no te resistes a nada.'

'ERES UN ENGREÍDO POTTER!' - Su voz resonó por todos los rincones de Hogwarts.

Lily casi se había tirado sobre James por encima de la mesa al gritarle. El chico la observaba divertido, adoraba a aquella muchacha y le encantaba hacerla sonrojar, ya fuera por ira o por cumplidos. De repente, Lily pareció recordar que se encontraba en la biblioteca, y se llevó las manos a la boca dándose cuenta de lo que acababa de hacer.

' Señorita Evans¿Qué ha sido eso¿No se da cuenta de dónde está?' - La bibliotecaria se plantó ante los dos alumnos. - 'Que sepa que tiene prohibida la entrada a la biblioteca hasta que retomen las clases después de Navidades.'

'Lo siento mucho.' - Murmuró la joven avergonzada.

James salió de la biblioteca junto a Lily. En la puerta se les unió Sirius.

'Tremendo estúpido!'- Lily le dio un puñetazo a James en el brazo, este no sintió nada.

'Dísculpame Lily, pero si hubieras aceptado desde un principio, ahora seguirías en la biblioteca y yo estaría loco de alegría cantándolo a los cuatro vientos por todo Hogwarts.'

'No te soporto!' - La muchacha empezó a caminar y James tras ella.- 'No me sigas!'

'James creo que ya la has enfadado suficiente por hoy.'- Susurró Sirius divertido.- 'Déjala en paz o te matará...'

'Estas de coña? Si me separo un metro de Lily esos dos se lanzarán por ella, y ya he visto a otro de nuestra casa acechándola antes.' - Respondió el moreno señalando a los dos de Ravenclaw. - 'Además, esto es para evitar que cometa la burrada de ir con otro que no sea yo al baile y para ir estrechando nuestros lazos de amor.'

'Te matará.' - Murmuró Sirius dejándolo hacer.

Un quizás de James y Lily PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora