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Alice miró a un lado y a otro con recelo. Se esforzó por intentar ver algo sospechoso que los delatara pero la abarrotada estación de trenes de King's Cross parecía estar tan normal como siempre. Tan solo Dumbledore destacaba y era el centro de atención. Parecía que lo habían sacado de una fiesta de disfraces con aquel gorro, la túnica morada y la larga barba blanca. Los pocos niños que había por allí se lo quedaban mirando asombrados. Alice pensó si Voldemort y los Mortífagos se habrían enterado ya de que Albus Dumbledore estaba ahí y deseó que así fuera y que su presencia los hiciera desistir. Era la primera vez que la batalla iba a tener lugar en pleno centro de Londres y con centenares de muggles rondando tranquilamente por lo que se iba a convertir en pleno campo de batalla y nadie sabía de fijo cuales podían ser las consecuencias.

Alice miró a todos lados otra vez, estaba nerviosa y es que Dumbledore le había asignado la misión específica de llevar a Robert Keith sano y salvo a Hogwarts y tener en sus manos la seguridad de una persona, que no era ni más ni menos que el padre de una amiga y una influyente autoridad en el Ministerio Mágico, la ponía más nerviosa que enfrentarse al mismo Riddle.

'Profesor, ¿ha visto a alguno de ellos?' - Preguntó Alice en un susurro.

'Lamentablemente sí.' - Contestó Dumbledore con el semblante serio. - 'Espero que Anne no tarde mucho en hacer lo que tiene que hacer.'

En ese justo momento sonó un suave tintineo, como si de una campana se tratara, por megafonía:

'Queridos usuarios del servicio de trenes de King's Cross...'

'Es Anne.' - Suspiró Alice con una sonrisa. - 'Por fin...'

La gente se detuvo a escuchar.

'Debido a diversas incidencias, el servicio de trenes ha sido interrumpido momentáneamente. Ningún tren tendrá salida hasta nuevo aviso. Sus billetes y reservas seguirán siendo válidos para cuando la línea haya sido reestablecida.'

Muchas personas empezaron a protestar en voz alta y rápidamente se agolparon en las taquillas pidiendo explicaciones. Los conductores de tren y revisores fueron avasallados a quejas a pesar de que ellos tampoco tenían ni uan mínima idea de lo que estaba pasando.

'Les rogamos que abandonen civilizadamente la estación hasta que esas incidencias hayan sido arregladas. Lamentamos los retrasos que podamos ocasionar.'

Alice se lamentó al ver que el mensaje de su compañera, Anne Warren, no había surtido efecto. La gente se negaba a abandonar la estación y exigía saber que graves incidencias habían podido cortar todas las líneas de trenes. Tras unos minutos en los que pocas personas hicieron caso de lo que se había dicho por megafonía, la campana sonó otra vez.

'Queridos usuarios del servicio de trenes de King's Cross...' - La voz de Anne sonó irritada esta vez. -'Les informo de que hemos recibido un aviso de bomba. Repito: un aviso de bomba. Abandonen la estación de King's Cross inmediatamente.'

'Genial, Anne...' - Se oyó decir a una segunda voz por megafonía y Alice reconoció a Frank. - 'Muy delicado el aviso...'

El pánico cundió con el aviso y la gente se precipitó en estampida hacia las salidas.

'¡Alice!' - La llamó Dumbledore. - '¡Acabo de ver a Benjy! ¡En el andén siete!'

Alice hizo un esfuerzo por localizar el andén siete y evitar a la vez que la gente la llevara hacia la salida o la tirara al suelo. Alcanzó a ver a Kinglsey bajando con Robert Keith del tren apeado en aquel andén. Dumbledore y ella se vieron obligados a separarse para avanzar.

Un quizás de James y Lily PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora