Dormida le parecía aún más bella. Completamente relaja sobre el colchón, la sábana se le pegaba al cuerpo revelando unas sensuales curvas. El cabello rubio, largo y liso estaba desparramado sobre la almohada, el colchón y su morena y desnuda espalda.
Axel la miraba fijamente, se la bebía con sus ojos azules...Estaba enamorado de Anthea Landry y le dolía pensar que aquella era la última mañana en la que la vería despertar una vez más. Le enfadaba la idea de volver a tener que ser tan solo el compañero de equipo y de casa de ella a los ojos de los demás durante, quién sabía de fijo, quizás hasta el final del curso. Ese curso que para él era el último, como le habría gustado vivirlo como cualquier otro chico: con fiestas, Quidditch y una novia a la que pudiera besar cada vez que le diera la gana. Ojalá los Sangre Pura atacaran pronto, pensaba a pesar de que esa última batalla lo atemorizaba...pero una vez hubiera pasado se acabaría la farsa y eso le daba esperanzas.
De pronto Anthea abrió los ojos y lo miró con aquellos castaños ojos así como hacía él.
'¿Sabías que dicen que si miras a alguien fijamente mientras duerme este se despierta?' - Le preguntó ella sonriendo y en un suave susurro.
'Me acabo de enterar...' - Axel la besó en los labios con un beso suave y dulce. - '...y no es del todo cierto eso que dices, porque llevo más de media hora observando como duermes.'
Anthea rió y se estirazó en la cama. Después se acurrucó bien al lado de Axel y él la rodeó con aquellos brazos que la hacían estremecerse.
'He dormido genial.' - Murmuró Anthea mientras le daba un beso en la mejilla. - 'Será porque he dormido contigo.'
'Te quiero.' - Axel la besó en los labios.
'Yo más.' - Anthea le mordió el labio y le acarició todo el pecho, sintiendo en su mano lo que el Quidditch le había hecho al cuerpo de Axel. - '¿Te he dicho ya que estás buenísimo?'
'Creo que sí.'
'¿Y que tienes un culo tremendo?'
'Ehm...sí.' - Respondió Axel colorado, a pesar del tiempo aún no se había acostumbrado a los directos piropos de su novia que se divertía en cantidad haciéndolo sonrojar.
'¿Y que ere... '
Axel se inclinó sobre ella y la acalló con un beso que no tuvo fin. Como todos aquellos días, la Sala de los Menesteres, eterno refugio de los dos enamorados, fue testigo una vez más de las caricias, los besos, aquellas respiraciones que se iban agitando...de aquellos dos jóvenes que se amaban a morir.
En el Gran Comedor, cuatro sujetos desayunaban y acaban de pulir aquél magnífico plan, aquella bienvenida al tercer y último trimestre.
'Del encantamiento desilusionador te encargas tú, Remus.'
'Perfecto.' - Remus tenía un brillo muy especial en los ojos causado por la emoción.
James, vestido con el equipo de Quidditch y con la escoba bajo el banco, acababa de organizar el tan importante asunto de los Merodeadores.
'¿El material está listo, Canuto?' - Preguntó el moreno al tiempo que se revolvía el cabello.
'El material ha sido requisado misteriosamente del invernadero de Sprout.' - Sirius alzó el dedo pulgar en señal de que todo estaba correcto, acompañando el gesto con una cautivadora sonrisa.
Los otros tres rieron y se miraron con complicidad. Que Sirius estuviera temporalmente expulsado había sido un punto a favor de aquel magnífico plan. Sin Lily por los pasillos y con Remus de su parte, como siempre, todo había sido enormemente fácil.
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Un quizás de James y Lily Potter
FanfictionLily y James con sus peleas, Sirius alargando la lista de ligues, Remus tampoco se queda atrás y una amenaza que cae en Hogwarts sobre los sangre impura y los traidores a la sangre... ¡Un año en Hogwarts lleno de amistad, amor, magia y quidditch! ✨✨...