C33

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Lily troceaba sobre la mesa unas hojas de la hierba de la sabiduría, ingrediente necesario para preparar la poción Multijugos. Sam con la manga de la túnica se tapaba la nariz y observaba lo que hacía su amiga con una mueca de asco dibujada en la cara.

'No pongas esa cara, Sam.' - Murmuró Lily algo molesta. - 'No es para tanto.'

'No, claro que no.' - Ironizó la morena.

Había anochecido en Hogwarts. La hora de la cena había acabado hacia media hora y ellas hacían tiempo en la Sala de los Menesteres hasta la hora de la reunión con Dumbledore. Lily seguía preparando la poción, se había pasado casi toda la tarde elaborándola y Sam había ido a llevarle algo de comida y se había quedado para hacerle compañía.

'Y después solo me queda el polvo de bicornio y habrá que dejarla reposar hasta mañana.' - Dijo la prefecta en voz alta mientras consultaba su libro, el que se notaba que era utilizado a menudo por la cubierta desgastada.

'¿A ti no te dijeron que no esta bien dibujar en los libros?' - Preguntó Sam haciéndose la listilla.

'Son apuntes, no dibujos.' - Lily le mostró las páginas del libro que estaban cubiertas de un montón de anotaciones con letra diminuta.

'¿De clase?'

'No.' - Lily echó la hierba de la sabiduría troceada al caldero. - 'Son el resultado de un par de experimentos a lo largo de todos estos veranos.'

'¿En serio?' - Sam abrió los ojos de par en par. - '¿Para que?'

'Era un pasatiempos para Snape y para mí.' - Respondió Lily sin alterar la expresión de su cara.

'Lily...ya sabes que yo nunca te dije nada sobre tu amistad con Snape...' - Empezó a decir la morena. - 'Pero ahora que están las cosas así¿tú estás bien?'

La pelirroja miró a Sam y se encogió de hombros. No claro que no estaba bien, pero que le iba a hacer si aquello no tenía solución. Sam volvió a abrir la boca para hablar, pero Lily levantó el libro d ela mesa, miró de bajo y tras comprobar que lo que buscaba no estaba en la mesa cayó en la cuenta.

'Oh no!' - La pelirroja se llevó las manos a la cabeza. - 'El polvo de bicornio! Me lo he dejado en la torre!'

Lily echó a correr y antes de salir de la Sala de los Menesteres se giró un último momento y le gritó a Sam:

'Ves removiéndola! No tardaré!'

La puerta no llegó a cerrarse porque al momento Sirius Black entró por ella con una expresión en la cara que no daba a entender que estuviera muy contento, sino todo lo contrario.

'¿Qué pasa?' - Preguntó extrañada Sam al verlo así.

'¿QUE QUÉ PASA?' - Gritó por todo lo alto Black mientras cerraba la puerta de un portazo. - 'QUE ERES UNA IRRESPONSABLE!'

'Eh, a mi no me levantes la voz así!' - Le respondió Sam con voz autoritaria.

'¡CÓMO SE TE OCURRE METERTE CON DEVOIR CUANDO ÉL ESTA CON TODOS LOS SANGRE PURA Y TÚ ESTÁS SOLA?'

Sam se mordió el labio inferior. Anthea ya había cantado lo que había pasado aquella mañana. Le sonrió a Sirius para ver si aquello hacia que se le pasara un poco el enfado, pero no dio resultado. Black caminó a grandes zancadas hasta plantarse delante de ella y prosiguió con sus gritos.

'Anthea me acaba de contar que magnífica idea has tenido esta mañana para pasarle la orden!' - Dijo Siriusclavando sus ojos grises en los suyos. - 'Te has metido con Devoir cuando estaban todos los Sangre Pura a su lado!'

Un quizás de James y Lily PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora