Un quizás de James y Lily Potter

C10

Sirius Black supo que tendría que usar ese don para la oratoria que tenía si quería conservar la pareja para el baile de aquella noche. Tampoco es que le supiera muy mal que Amanda Hidden estuviera enfadada, lo que le sabía mal era que aún no había conseguido lo que quería de ella.

'Amanda, espera...' - Le dijo el muchacho des de abajo de las escaleras del recibidor.-'Deja que te lo explique, por favor.'

'¿Que me expliques que te has estado dando el lote con Hewitt? - Soltó la muchacha. -'¿Crees que no sé lo que es?'

Sirius subió las escaleras y llegó frente a ella.

'No lo he hecho por gusto.' - Sirius le señaló hacia el gran comedor.-'Byron Morrison la estaba poniendo verde y no podía soportar que un tío de Slyhterin se metiera con una Gryffindor.'

'Ya y por eso la besaste.'

'Haciendo eso dejé a Byron por los suelos, ya sabes que estuvieron juntos, tan solo fue por darle celos.' - Sirius le acarició la mejilla.-'Tu sabes que mis labios son solo tuyos, que mi corazón tan solo te pertenece a ti y que aborrezco plenamente a Hewitt, que no te quepa duda alguna.'

Amanda Hidden lo miró con desconfianza, pero a cada paso que daba Black su enojo se iba olvidando. Sirius clavó su mirada gris en ella, la acercó a él suavemente y cuando la tuvo entre sus brazos la apretó aún más. Después al tiempo que la miraba a los ojos, rozó sus labios contra los suyos. No hizo falta nada más, Amanda Hidden no se pudo aguantar y lo besó frenéticamente.

Y es que no había manera de resistirse a Sirius Black.

Media hora mas tarde las gradas del campo de Quidditch se llenaron por completo. Entre ellas resaltaban los colores de las dos casas que se enfrentaban: el rojo y oro de Gryffindor y el verde y plata de Slyhterin.

Lily Evans sentada junto a Kaienne Green y rodeada de los demás Gryffindors esperaba el comienzo del partido. Traía en su cuello su bufanda de Gryffindor, luciéndola orgullosa.

Mucha gente se preguntaba que hacia ahí la prefecta pelirroja de Gryffindor, tenía fama de que no le gustaba nada el quiditch, aunque no era del todo cierto. En los partidos de su casa siempre estaba presente.

'Mira Lily...' - Le susurró Kaienne señalándole a un grupo de chicos sentados dos gradas más abajo que ellas. - 'Ahí está Thomas.'

'Vaya...' - Lily se sonrió. -'Mientras empieza el partido, voy a tener una charla con él.'

'Ni se te ocurra!' - La detuvo la muchacha morena al tiempo que la agarraba del brazo.

'Oye Kaienne, tu me has estado haciendo de guardaespaldas toda la mañana y yo no quería.' - Le protestó la pelirroja. -'Pero como es por mi bien, me he quejado lo menos posible.'

'¿Que te has quejado lo menos posible?' - Contestó Kaienne indignada. Había perdido la cuenta de cuantas veces Lily le había estado lanzando indirectas sobre que no necesitaba protección.

'Es por tu bien Kaienne!' - Lily le sonrió.-'Un pequeño empujón y los dos Gryffindors unidos de nuevo!'

'Lily, no!'

Y la pelirroja bajó por las gradas apartando a la gente hasta llegar a su objetivo: Thomas Barton. Un chico alto y moreno de ojos azulados.

'Hola Barton!'

'¿Que tal Evans?' - La saludó con una sonrisa.-' Que raro verte por el campo!'

'Cuando juega Gryffindor no me lo pierdo y menos siendo un partido como el de hoy!' - Dijo al tiempo que se sentaba a su lado y saludaba a los otros muchachos de Gryffindor de séptimo.- 'Hola chicos!'

Le respondieron con sonrisas y alguna que otra mirada llena de lujuria. La intocable Lily Evans. De verdad que era un desperdicio que no tuviera novio.

'Sería una locura perderse este partidazo.'

'Por supuesto.' - Lily miró a Thomas. -'Mira Thomas, en realidad vengo a hablarte de algo un poco serio.'

'¿De Kaienne?' - Adivinó el muchacho sin mirar a los ojos a Lily.

'Sí.' - Respondió sin más rodeos la pelirroja. - 'Sé que no debería meterme en asuntos ajenos y si no quieres escucharme o no quieres hablar...'

'Ya se que no eres una chismosa, Lily.' - La cortó Thomas al tiempo que la miraba a los ojos. - 'Si viniera de otra la mandaría a paseo ahora mismo, pero te conozco des de hace seis años y sé que no te interesa cotillear.'

'Solo quiero que tu y Kaienne volváis.' - Respondió la chica. - 'Llevabais dos años juntos y no creo que por una tontería como que te hechizaran, eso se deba acabar. Kaienne te quiere y tu lo sabes, al igual que tu la quieres a ella.'

'Pero, no es tan fácil...' - Respondió el muchacho entristecido.- 'Después de cómo le grité...'

'Kaienne esta dispuesta a arreglarlo y tu también pareces querer arreglarlo.'

'Lo sé! Pero no puedo mirarla a la cara después de cómo la traté!'

'Thomas, déjate de idioteces y habla con ella!' - Gritó la pelirroja enfadada y después girándose hacia Kaienne añadió. - ' Y tu vale ya de tonterías y baja aquí a hablar!'

Thomas y Kaienne se miraron avergonzados y algo aterrorizados por el carácter de Lily. Por suerte los jugadores empezaban a salir al campo y nadie más prestaba atención a aquella conversa, que sería jugosa para cotillear.

'Comportaos como los Gryffindors que sois y ser valientes!'

Segundos más tarde Thomas y Kaienne se fundían en un abrazo y un largo beso. Y Lily se iba a sentar junto a Lupin y Petigrew para ver el partido de quidditch.

'Vaya, vaya... que raro ver aquí a Evans y a Remus.' - Sirius apareció de la nada algo despeinado y con la ropa revuelta. Se sentó entre ambos. - '¿No deberíais estar en la biblioteca?'

'¿Y tu no deberías estar con Hidden, Black?' - Espetó la pelirroja Evans. - '¿Menuda pelea, eh? ¬¬ ¿Que es eso de que has besado a Sam?'

'Querida Evans, yo soy todo un caballero y he defendido a Hewitt y después he arreglado el asunto con Hidden.'

'Así que mañana por la mañana veremos a Hidden llorando por que la dejas. - Dijo Remus Lupin como quien no quiere la cosa.

Lily miró al guapo Black atónita.

'Exacto.' - Sirius se encogió de hombros. - 'Cuatro días han sido suficiente.'

La pelirroja Evans le iba a echar una reprimenda pero Peter se le adelantó con otro comentario que la alteró aún más.

'Vamos, que ya te la has tirado.'

Black miró a Lily algo atemorizado. Lupin estalló en carcajadas al ver la cara de su amigo. Sirius sonrió con su encantadora sonrisa en un intento de disimulo, agarró a Peter por la bufanda y le susurró al oído.

'Los detalles te los doy más tarde, pero no hagas que la fiera de Evans me mate.'

'Eres de lo peor Black!' - Empezó a regañarlo la prefecta de Gryffindor.

El muchacho moreno abrazó a Lily y a Remus y dijo alegremente.

'Vamos, que empieza el partido!' - Se levantó y alzando el puño gritó. - 'ARRIBA GRYFFINDOR!'

Y los gritos que lo acompañaron segundos más tarde hicieron imposible escuchar el pitido del comienzo del partido.