C28

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Un rayo de luz se filtró por las cortinas entreabiertas de la ventana del dormitorio de Lily, Sam, Anthea y Kaienne.

El calendario que tenían las chicas en la habitación marcaba un día muy esperado por los enamorados: 14 de febrero.

La puerta de la habitación se abrió suavemente, sin hacer el menor ruido. Una silueta caminó de puntillas, dejó algo sobre uno de los escritorios y descorrió la cortina de la habitación con cuidado. No quería estropear la sorpresa. Echó una mirada rápida a las chicas para comprobar que seguían dormidas y se sonrió: ahí seguían, durmiendo como marmotas. Recogió lo que había dejado sobre la mesa y se sentó en la cama de una de ellas.

'Feliz San Valentín...' - Susurró mientras le daba un beso en la mejilla. - '...Lily.'

La pelirroja abrió los ojos con dificultad. Sus labios se entreabrieron por la sorpresa. James Potter la había despertado y sostenía un inmenso ramo de rosas rojas.

'James!' - Se reincorporó en la cama. - 'Qu...'

James no la dejó hablar, la besó en los labios y le tendió el gigantesco ramo de rosas con una sonrisa. Lily se tapó la boca con las manos y sus ojos verdes se llenaron de lágrimas.

'Para la más hermosa, la flor más hermosa.' - Le dijo James, con un brillo en los ojos.

Lily cogió el ramo, cerró los ojos, se las acercó al rostro y se dejó embriagar por aquel maravilloso perfume. El aroma de las rosas le recordó los ratos pasado junto a James en el Balcón de la Primavera.

'Eres un cielo!' - Dejó el ramo a un lado y lo abrazó con fuerza. - 'Eres...lo mejor que me podía pasar, James!'

James la abrazó ilusionado. Lily lo abrazaba con fuerza y le sonreía emocionada, contenta. Por primera vez en San Valentín, el chico de ojos cafés había recibido un regalo que no tenía precio: la sonrisa de Lily.

'Te quiero, te quiero!' - La prefecta lo besó una y otra vez. - 'James, ha sido un detalle precioso.'

Ella lo miró a la cara y volvió a besarlo, Lily no pudo evitar sonreír al ver aquella sonrisa de felicidad en James. James incluso se había sonrojado, algo muy poco frecuente en él.

'Oooohhh!' - Kaienne sonreía emocionada. - 'Que mono, James!'

Las otras tres chicas se habían despertado con el escándalo que había armado Lily.

'Que suerte tienes, Lily...' - Anthea se levantó y cogió el ramo de rosas para olerlas. - 'James, todos los hombres tendrían que ser como tú.'

'Menudo romanticón estas hecho!' - Sam le dio una palmada en el hombro.

'Anthea, mira!' - Kaienne le señaló su escritorio. - 'Tú también tienes un par de regalos.'

Anthea se giró. Sobre su escritorio había dos paquetes, uno grande y otro diminuto con una nota. Los iba a abrir, pero la voz de Thomas resonó en la torre. El chico llamaba a Kaienne.

'Baja y dile a tu novio que no pegue esos berridos a estas horas!' - Bromeó James, quien tenía abrazada a Lily.

Kaienne se levantó de su cama de un salto.

'Luego me enseñas lo que es!' - Abrió la puerta con una sonrisa enorme. - 'Feliz San Valentín a todos!'

Anthea caminó hasta su escritorio, cogió los dos regalos y los miró con curiosidad. Cada año recibía montones de regalos, pero normalmente se lo daban los muchachos cuando la veían en el Gran Comedor. Pero aquel año dos presentes se habían colado en su habitación. Miró al escritorio de Sam y vio que la morena no tenía ninguno.

Un quizás de James y Lily PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora