C32

4.3K 181 58
                                    

'¿Dónde porras esta tu maldita capa, Cornamenta?' - Espetó Sirius en voz alta a pesar de que estaba solo en la habitación. - '¿Qué esta en tú baúl?' - Preguntó con ironía mientras metía la cabeza y la mitad del cuerpo dentro del baúl de James. - '¿En qué momento se te ocurrió engrandecerlo con la magia?' - Sacó la cabeza de allí, malhumorado. - 'Eres un capullo!'

'Eh Sirius, no deberías meterte con James si no esta delante.' - Peter entró en la habitación y lo miró extrañado. - '¿Qué haces?'

'Buscar la maldita capa invisible!' - Gruñó Black. - 'Pero es imposible encontrarla con todas las tonterías que tiene aquí!'

'Esta en el armario, Canuto.' - Peter señaló el oscuro armario que había empotrado en la pared. - 'La dejó ahí anoche, cuando volvisteis. Yo creo que ni se dio cuenta.'

Sirius miró al pequeño Peter con odio a pesar de que él no tenía la culpa de que James fuera un cabeza hueca. Se levantó, cerró el baúl con un golpetazo y sin guardar todo lo que había sacado abrió el armario de la habitación. La capa colgaba de una percha.

'Gracias Colagusano.'

'¿Para que la quieres?' - Le preguntó este mientras cogía su mochila. - '¿No vas a clase?'

'No, al menos a primera hora no.' - Sirius cogió la capa y cerró al puerta del armario. - 'Lo que tengo que hacer es más importante que tragarme una hora de Pociones con Slhugorn.' - Abrió la puerta de la habitación y formuló la pregunta que sabía que Peter estaba esperando ansiosamente. - '¿Vienes?'

Peter sonrió ilusionado, tiró su mochila sobre la cama y se unió a él. Juntos, los dos amigos salieron de la torre y se pusieron la capa cuando no hubo nadie en el pasillo. Sirius, que iba el primero, caminó en dirección al despacho de Filch.

'¿Qué vamos a hacer, Canuto?'

'Fisgonear en los archivos de Filch.' - Peter bufó. - 'Sí, ya se que suena aburrido, pero tenemos que averiguar cuantas personas se apellidan Keith en Hogwarts.'

'¿Para qué?' - Preguntó con voz apagada Peter. Se imaginaba que Sirius habría pensado algo brillante, una broma ingeniosa como las que solía tramar. No chafardear nombres en el archivo del conserje.

'Es una larga historia...' - Sirius decidió contarle a Peter todo lo que ocurría.

Sam Hewitt se sentía una estúpida dando vueltas alrededor del recibidor. Los malditos Slyhterins aún seguían desayunando y Anthea estaba con ellos. Además, como les tocaba Pociones y era la clase conjunta de Slyhterin y Gryffindor, seguro que la rubia se iría con ellos a clase. ¿Cómo le iba a pasar la nueva misión a Anthea si los Slyhterins la mantenían pegada a ellos como si les fuera la vida en ello?

'Oh Merlín!' - Sam apretó los puños hasta que los nudillos se le tornaron blancos de la presión. - '¿Cómo porras lo hago?'

Se apretó la cabeza con las palmas de las manos, estresada. Dentro del comedor los Slyhterins se levantaban ya para dirigirse a Pociones. De repente una bombilla se iluminó en la cabeza de la morena. Rápidamente sacó su varita, transformó una piedra en un trozo de pergamino y escribió con la varita en el.

'Cuidado chicos, que no se os pegue este olor a traidor.' - Espetó Devoir al pasar por al lado de Sam.

'Pues a mi me ha venido el olor a mierda justo ahora mismo.' - Respondió Sam mientras se miraba las uñas- 'Ah, sois vosotros!' - Levantó la cabeza y se hizo la sorprendida. - 'Ahora me explico este pestilente olor!'

Devoir se detuvo y caminó hasta ella con una mueca de asco. Sam alzó lo más que pudo la cabeza y sonrió burlonamente. Anthea y Regulus observaron la escena con los nervios a flor de piel.

Un quizás de James y Lily PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora