Epílogo:
A dos semanas de acabar el curso y comenzar las vacaciones, se iba a disputar la Copa de Quidditch. Los alumnos de Hogwarts estaban eufóricos por el partido. Que estuvieran a nada de comenzar los exámenes finales, los temidos TIMOS y los aterradores EXTASIS, no parecía importarle a nadie aquella calurosa mañana.
James se había ido al campo de quidditch justo después de acabar de desayunar. No quería que nadie se diera cuenta de lo nervioso que estaba en realidad. De pie frente a la pizarra del vestuario, repasaba las jugadas de su equipo y más cosas que quería decirle a sus jugadores antes del partido.
Había sido toda una suerte que Ravenclaw perdiera contra Slytherin casi un mes atrás. Regulus Black dio la sorpresa en aquel penúltimo partido atrapando la snitch. La casa de Ravenclaw lo había sentido en lo más profundo, Gryffindor aún daba gracias por aquella oportunidad y su capitán recordaba con clara nitidez el día de la noticia.
James se encontraba sentado en su camilla con las piernas cruzadas. Estaba realmente enfadado porque Pomfrey y los medimagos no le habían dejado asistir al partido, así como a Anthea y a Ió. Desde su habitación oía la respiración forzosa de Anthea y el ir y venir de la silla de ruedas de Ió por el pasillo. Todos estaban de los nervios. Atrapó con enfado, por enésima vez, su snitch dorada antes de que se le escapara y justo cuando iba a soltarla oyó a una multitud estallar en gritos, aplausos y vítores. El corazón le dio un vuelco. A él, a Ió y a Anthea El sonido provenía del campo de quidditch, obviamente. Los tres dejaron inmediatamente de hacer lo que estaban haciendo, paralizados. Imaginaron lo que aquello significaba cuando el ruido de la multitud continuó durante largos minutos.
El partido había acabado y ahora solo les quedaba por conocer el vencedor.
El barullo de todos los estudiantes comenzó a escucharse cada vez más cerca y en la espera, a Anthea le dio uno de sus ataques. Rápidamente James descorrió la cortina que lo separaba de ella y trató de tranquilizarla. A James le sorprendió ver que las manos de Anthea no eran las únicas que temblaban por los nervios y casi se avergonzó al oírse hablar cuando trató de avisar a Pomfrey. Y entonces, antes de que a Pomfrey le diera tiempo a llegar, las puertas de la enfermería se abrieron en un tremendo estruendo y corriendo y gritando un montón de palabras incomprensibles, ellos entraron: Sam, Axel, Darren, Lyn y Brandon. Anthea y James comprendieron lo que había pasado al ver sus sonrisas y sus caras llenas de ilusión justo antes de que sus jugadores se abalanzaran sobre ellos en un eufórico abrazo.
'¡JAMES, OPTAMOS A LA COPA!' - Le había gritado Sam al saltarle encima.- '¡PODEMOS GANAR LA LIGA DE QUIDDITCH!'
Ravenclaw y Gryffindor estaban empatados a partidos ganados y perdidos. Si Gryffindor perdía contra Slyhterin, Ravenclaw ganaría la Copa, sino era así, la copa sería de Gryffindor. Slytherin hacía tiempo que había perdido la oportunidad de ganar la liga por los puntos que Ravenclaw y Gryffindor le habían metido en los otros partidos.
James estaba tan concentrado que no oyó cuando picaron a la puerta del vestuario y ni si quiera se inmutó cuando Lily se coló allí dentro. Lily cerró la puerta con suavidad, se le acercó por la espalda sin hacer ruido y al colocarse tras él, se alzó sobre las puntas de sus pies y le tapó los ojos con las manos.
'Te amo.' - Susurró Lily en su oído.
James esbozó una sonrisa gigantesca al reconocer aquella dulce voz y le apartó las manos. Giró la cabeza para verle la cara a Lily y se sonrieron. Antes de que ella se apartara, James se agachó un poco y tiró de las muñecas de Lily para pasar los brazos de ella por encima de sus hombros. Al levantarse, se cargó a la espalda a Lily.
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Un quizás de James y Lily Potter
FanficLily y James con sus peleas, Sirius alargando la lista de ligues, Remus tampoco se queda atrás y una amenaza que cae en Hogwarts sobre los sangre impura y los traidores a la sangre... ¡Un año en Hogwarts lleno de amistad, amor, magia y quidditch! ✨✨...