Capítulo 40

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Camila

Al día siguiente, despertamos con el sonido del mar y las gaviotas, así como con un paisaje hermoso. Lauren estaba aún acorrucada de mi, en forma de cucharita. Las ventanas estaban abiertas y lo fresco de la mañana así como los rayos del sol empezaban a meterse a la habitación.

Camila: cariño...

Lauren se queja y se aprieta más a mi.

Camila: Lau... Tenemos que levantarnos...
Lauren: mmmh
Camila: vamos bebé, tenemos que disfrutar de la alberca... Tengo ganitas
Lauren: oh Tienes ganitas? -sube sus manos hasta mis pechos-
Camila: nooo, tengo ganas de nadar un poco, el sol está radiante, a demás quiero desayunar junto a la alberca, anda amor
Lauren: joder... Vamos anda, levantemos a todo mundo
Camila: Sin resongar Jauregui

Ambas nos lavamos la cara y cepillamos los dientes, colocamos un traje de baño y salimos a la piscina, en donde ya estaba Bruno y los papás de Lauren.

Ambas nos lavamos la cara y cepillamos los dientes, colocamos un traje de baño y salimos a la piscina, en donde ya estaba Bruno y los papás de Lauren

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Lauren: buenos días a todos, ya pidieron el almuerzo?
Mike: hola, justamente estamos viendo el menú, que les pedimos?

Después de un rato llego el almuerzo, duramos un buen rato nadando y comiendo cosas riquísimas.

Mike: vamos a darnos prisa, el tour empieza justamente en una hora, así que vayan todos a prepararse.

Mike reservo un tour en yate a varios puntos de la isla. En 45 minutos ya estábamos todos listos. Hacia un calor riquísimo.

Junto a nosotros iban otros 5 pasajeros, a lo lejos avanzaban ya otros yates

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Junto a nosotros iban otros 5 pasajeros, a lo lejos avanzaban ya otros yates. Lo bueno de esto es que podemos tomar el tiempo que queramos en los lugares a visitar ya que hay yates a todas horas.

La primera parada fue para hacer snorkel Lauren, Bruno y yo bajamos para alimentar rayas, tiburones y animales extraños del mar. Después de una hora subimos a otro yate que nos llevó a comer a un islote al estilo polinesio.

 Después de una hora subimos a otro yate que nos llevó a comer a un islote al estilo polinesio

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Si yo fuera túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora