Shadow (Lenny Tavarez) Terminada

Capítulo 1: oh Daddy

Narra Isabel:

Caminaba hacia mi casa, había sido un día muy cansado en la escuela, y era demasiado abrumador tener que ir a trabajar en la noche.
Odiaba mi trabajo, odiaba a mi jefe morboso, odiaba ser mesera y tener que soportar a todos esos hombres, odiaba ese estupido bar.
En fin, llegué a mi casa después de una larga jordana en la escuela dispuesta a descansar.

- Isaaaa!!!- grito esa pequeña niña eufórica- que bueno que llegaste- ella era Emilia, mi pequeña hermana de 10 años y la razón por la que este mundo tuviera sentido para mí.

- Hola pequeña- la abracé- ¿cómo te fue en la escuela?- pregunté con una sonrisa.

- Muy bien- sonrió- casi me entregan mis calificaciones- saltó con alegría.

- Que bien- dije con una sonrisa, ¿cómo es que esa sonrisa podía alegrarme tanto el día?

- Un chico me llamó en la entrada- la miré- me dijo que te diera esté paquete- sacó algo de su mochila- supe que era para ti por que me dijo que se lo diera a peanut butter- me entrego una caja color negro.

- Gracias pequeña- sonrei y acaricié su mejilla- estaré en mi cuarto- camine hacia mi habitación.

Al entrar cerré la puerta y me senté en mi cama, vi el paquete atentamente y comencé que a abrirlo. Quité el papel y me encontré con una nota:

"Hola peanut butter, soy tu sombra, creo que deberías saber por donde andas a altas horas de la noche, no quieres que se repita lo de el viernes. Necesitaras esto, iré a verte al bar, Daddy quiere verte"
-Shadow

¿Quién era shadow? Abrí el paquete y me encontré con algo muy inusual, un juego de armas para defensa, unas navajas, un bóxer, un teiser y gas pimienta, eran muy lindos ya que eran color azul metálico, y lo que me queda claro es que es la persona que me salvó el viernes de casi ser abusada.
Puse el paquete debajo de mi cama cuando escuche la puerta. Sabía que era mamá, caminé hacía la sala para poder recibirla. Mi mamá era una persona bastante fuerte, ya que mi padre se fue con mi hermano cuando yo tenía 10 años y el 15, nació Emilia y desaparecieron, el me decía Peanut butter, pero no han vuelto después de 7 años, era bastante difícil para mí madre ya que tenía que tener dos empleos para poder darnos una buena vida, esa fue la razón por la que decidí trabajar en "South side" aquel horrible bar. Pero lo hacía por mí madre y Emilia.

- Hola mamá- besé su mejilla- ¿cómo te fue?- pregunté mientras le servía un vaso de agua.

- Cansado- se recostó en el sillón- pero muy bien y les tengo una buena noticia- dijo sonriente mientras que tomaba el vaso- me ascendieron en la empresa, ahora soy la asistente del jefe- aplaudió emociona- y eso significa que podré renunciar al otro trabajo.

- Que bueno mamá- sonreí alegre- al fin podrás descansar un poco- la abracé- tengo que apurarme- mire mi reloj, el único recuerdo que tenía de mi padre.

Entre a mi habitación lista para darme una ducha pero mi teléfono sonó, era Christian, así que decidí no contestar, me ha buscado demasiadas veces después de que lo encontré con mi ex mejor amiga en su departamento, ha venido al edificio donde vivo y ha tocado muchas veces el timbre, pero no quiero hablar con el, fue bastante traumante lo que vi como para dirigirle la palabra.
En fin, entre al baño y comencé a despojarme de mi ropa mientras el agua se calentaba. Mientras me bañaba pensaba en la nota que tenía aquel paquete, ¿quién era ese chico? ¿Quién era daddy? Pues eso lo sabríamos hoy en el bar.
Salí de el baño y comencé a vestirme con aquel horrible uniforme, consistía en un short bastante corto color negro, unas medias de red y un pequeño top rojo. Era algo muy vulgar pero hacía que te dieran más propinas además de que tenia que conservar el trabajo.
Después de ponerme el uniforme comencé a maquillarme y planchar mi cabello, solo contaba los minutos para tener que ir a aguantar a toda esa gente ebria, y llego el momento, tomé mi mochila y caminé hacia la sala para despedirme de mi mamá y Emilia.

- Ya me voy mamá- besé su mejilla- descansa- le sonrei y besé la mejilla de Emilia.

- ve con cuidado cariño- asentí para después salir de mi casa.

Camina por las calles de Miami. Era un día muy tranquilo para ser viernes, las calles eran silenciosas pero algo transitadas, aunque no tanto para ser fin de semana.
Finalmente llegué a ese bar, 2 horas antes de que abrieran las puertas, ahí me recibió el estupido de mi jefe.

- Hola Isabel- sonrió, era el hombre más repugnante del mundo.

- Hola Harry- lo miré seria y caminé hacia la barra donde estaban las demás chicas.

- Hasta que llegas Isa- dijo María una de las chicas que trabajaba ahí, por lo regular todas nos llevamos muy bien.

- Hola Mar- le sonreí, me quité el abrigo y lo dejé debajo de la barra.

- ¿Como estuvo su semana chicas?- pregunto una muy alegre Alexa, otra de las chicas que trabajan en el bar.

- Del asco- hice una mueca - Encontré a Christian con Natalia en su departamento- respondí con frustración- soy tan estúpida que nunca me di cuenta- volví a frotarme el rostro.

- Tranquila amiga- Alexa me palmeo la espalda- eres linda y con un buen cuerpo, no te costará trabajo conseguir un chico que te ame con toda su alma- sonrei y después asentí.

- Menos platicas y más accion- entro Harry con su sonrisa- el bar abre en 10 minutos y tenemos una visita muy especial- miro su reloj y su sonrisa se ensanchó aún más- así que Isabel y María serán las encargadas de la barra de arriba- asentimos, se refería a la barra VIP.

La barra que reservaba la gente importante, desde políticos corruptos, empresarios, los hijos de estos dos, hasta narcotraficantes. Estos eran serios y tenías que aprender como atenderlos, cosas que María y yo hacíamos a la perfección y Harry lo sabía, supuse que esa era la visita de hoy.

...

El bar había abierto hace más de media hora pero los "clientes importantes" aún no llegaban, había poca gente en aquella área la cual estaba en los suyo y muy poca veces ordenaban algún trago.
Finalmente Harry me hizo una señal la cual significaba que la las personas habían llegado, María comenzó a sacar a la poca gente que había en aquella área por orden de Harry hasta que finalmente quedó vacío, le regresé la señal y asintió para comenzar a pasar entre la gente, lo único que podía ver era muchos guardias con sus smokings negros y caras serias, pero no veía a las personas que estaban rodeadas por ellos.

- Isabel- escuché la voz de Harry y salí de mi trance- 3 whisky en las rocas- asentí y comencé a preparar los tragos.

Terminé de preparar las bebidas y me dirigí a la mesa donde tenía que entregarlas.

- Buenas noches- dije sin dirigir las miradas a las personas pero con una sonrisa- aquí están sus bebidas- las dejé sobre la mesa y levanté la mirada- ¿Nesecitan algo más?- pregunte.

- Peanut butter- escuche esa voz que hace años no escuchaba- ¿me recuerdas?- pregunto levantándose de su asiento. Estaba en shock, no sabía que decir, solo lo miraba sin poder creerlo, hasta que finalmente hablé.

- Hola papá- dije con la voz temblorosa...