63. ¿Volvemos con lo de jackson? Parte 2

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En multimedia la canción: Wait de NF

Capítulo sin editar

NARRA SOFÍA

He perdido ya los minutos que llevo encerrada en el baño, mirándome en el espejo y preguntándome el porqué he accedido a venir a esta estúpida fiesta que es celebrada en honor a una de las personas que peor me caen del internado.

La respuesta, por si no ha quedado claro ya, es obvia: porque soy tonta.

Varias han sido las personas que han tocado en la puerta con el fin de entrar al baño para hacer solo dios sabe el que. Sin embargo, hasta ahora solo hay una voz que ha llamado mi atención y para colmo ha sido la de mi hermana Susan.

Ni siquiera entiendo cómo ha dado con mi paradero. Eso hace que a veces me plantee si en otra vida fue bruja o algo por el estilo.

—¿Puedes abrir la puerta hermanita? Sé que estás aquí —grita pensando que tal vez así la escuche mejor o que le haga más caso, quien sabe.

Yo me quedo en silencio, esperando a que se de por vencida y se marche de aquí. La verdad es que en estos momentos lo que más quiero es estar sola, no en compañía.

Últimamente me tomo todo más a pecho de lo normal y para que no me sigan ocurriendo este tipo de cosas, de las que después me arrepentiré, prefiero quedarme sola y evitarlas.

—Sofia abres la puerta o la tumbo, tu verás —me amenaza.

No puedo evitar reírme al recrear en mi mente la escena de Susan intentando derrumbar la puerta sin éxito. Sin duda alguna sería algo digno de grabar y de ver.

—Claro porque ahora eres superman o mejor dicho superwoman, ¿no? —ironizo abriendo finalmente la puerta y mirando a mi hermana a los ojos.

Cuando lo hago, la acción de Susan me toma por sorpresa. Mi hermana coge y nada más verme me pega una cachetada de esas que te duelen.

Abro mi boca formando una "o" y la miro confusa y molesta al mismo tiempo.

—¿Qué coño te pasa Susan? —grito por el dolor.

No entiendo a que ha venido esa cachetada. Aún no me ha dado tiempo de cagarla.

—Dirás que te pasa a ti con los dramatismos —Frunzo el ceño sin entender a que se refiere y parece que mi hermana lo nota—. ¿Cómo es que te enfadas con Dylan por tal tontería? —cuestiona despejando mis dudas.

Enarco una ceja sin entender como es que ella sabe eso. ¿Se lo habrá contado Dylan o lo habrá visto con sus propios ojos?

—¿Cómo sabes que me he peleado con Dylan? —pregunto para despejar mis dudas.

Ella se cruza de brazos y me echa una de sus miradas fulminantes, como si quisiera reprenderme con ella.

—Me lo ha contado él, ¿cómo lo voy a saber si no? —responde mi hermana con obviedad.

No se si extrañarme más por el hecho de que Susan y Dylan hablen o por si tienen la confianza suficiente como para contarse sus problemas el uno al otro.

Eso sí, esta amistad no me está empezando a gustar. Que mi hermana sepa todo lo que pasa cuando estoy con Dylan me genera algo de incomodidad.

—¿Y por qué te ha contado eso precisamente a ti?¿Ahora sois mejores amigos o que? —Mi tono de voz suena molesto, a pesar de que yo no quiera que suene así por si da pie a que Susan piense algo equivocado.

Todos sabemos que mi hermana siempre suele mal interpretar las cosas al lado equivocado.

—Él me ha ayudado con el tema de Jackson y ya sabes... —Antes de seguir explicándome el motivo de esta amistad, hace una pausa como si estuviera recordando algo—. ¡Oye! No me distraigas que de eso no era de lo que estábamos hablando —exclama frunciendo el ceño.

Cumpliendo los catorceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora