Cumpliendo los catorce

29. El amor platónico.

NARRA SOFIA

¿Qué es el amor platónico?

Desde tiempos remotos el amor ha sido un tema bastante cuestionado por diversas personas, incluso por filósofos de la antigua Grecia, como por ejemplo Platón.

Aunque muchos no lo creamos hoy en día cuando se utiliza el término de "amor platónico" se hace referencia a la definición del amor por parte de Platón, es por ello que de ahí proviene la palabra "platónico".

Para él, el amor era algo inalcanzable y que no tenía ninguna relación con lo material sino con la belleza interior, lo espiritual y el sentimiento de conocimiento de la otra persona. Con esto Platón ponía en manifiesto que desde su perspectiva, el deseo o la carnalidad no estaban envueltos en el significado de amor.

Hoy en día, gracias a los conocimientos que nos proporcionó Platón acerca del tema, hemos adquirido una nueva acepción para el amor, queriéndolo denominar amor platónico, haciendo alusión al primer creador de este término.

Este tipo de amor se caracteriza por llegar a amar a alguien sin haber establecido con esa persona ningún tipo de relación más real que la platónica, es decir, que todo pasa por nuestros pensamientos sin ocurrir realmente en la realidad. Es por ello que la base de este tipo de amor es la ilusión ya que en cierta manera es clasificado como un amor inalcanzable.

Para mí Dylan era un amor platónico, hasta que se me declaró y todo cambió.

Siempre pensé que en el día en el que él sintiera lo mismo que yo me alegraría y le confesaría mis sentimientos hacia él. Sin embargo, cuando me dijo el otro día que le gusto no sentí esa felicidad ni mucho menos pensé en confesarle lo que yo sentía por él y fue por ello que salí corriendo de ahí, evitando el problema.

Sé que huir de los obstáculos que la vida te pone es de cobardes pero en ese momento pensé que hacia lo correcto y en cierta manera sigo pensando que si hice bien al marcharme para ser capaz de reflexionar las cosas con tranquilidad ya que uno no siempre debe reaccionar de prisa.

A veces el que espera gana más que aquel que desespera.

Después de haber estado pensando en ello últimamente, me he dado cuenta de que no es que me desagrade la idea de que Dylan tenga sentimientos hacia mi, lo que me desagrada es no ser capaz de llevar una relación amorosa junto a él.

Para mí la edad no es un problema pero el hecho de que él haya experimentado más que yo y que yo aún no me sienta preparada para experimentar cosas de ningún tipo si lo es.

Y ahora me doy cuenta de que por eso, cuando se me declaró, salí corriendo. Aquel día tuve miedo de confesarle que mis sentimientos y que por ende comenzáramos una relación que lo único que podría haber hecho sería romper la bonita amistad que el tiempo ha creado entre ambos.

Es un curioso razonamiento pero que por el momento me es válido.

—¿En qué piensas? —La voz de Susan me toma por sorpresa.

Ella se ha colocado al lado mío y tiene sus brazos cruzados. La verdad es que el vestido verde de escote corazón que lleva puesto le queda bastante bien. Siempre he envidiado eso de mi hermana, es decir, todo lo que se pone le luce genial, al contrario que a mi.

—Nada en concreto —miento ya que realmente estoy pensando en Dylan y lo ocurrido con él.

Mi hermana ladea su mirada hacia mi y parece querer examinarme con ella.