64. En busca de una hermana perdida

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Capítulo sin editar

Siento la demora, disfruten de la lectura 💚

NARRA SOFIA

Que John y Anastacia estén más cercanos de lo normal es un problema.

Que Susan haya venido a la fiesta de su exnovio es un problema.

Que tenga que enfrentarme a Brent cuando vuelva y contarle toda la verdad aunque no la quiera escuchar, es un problema.

Que me haya puesto celosa al ver a Dylan con otra es un problema.

Pero sin duda alguna, que haya pasado media hora desde que no encuentro a mi hermana Samantha, sí que es un problema y de los gordos.

Sólo me despisté un momento, sólo uno y ya la he perdido de vista.

He buscado en la planta baja y no he encontrado nada. Aún así, no me doy por vencida y sigo merodeando por ahí.

—Sofia —Una voz masculina atrapa mi atención apoyando, con cuidado, su mano sobre mi hombro.

Como acto reflejo me doy la vuelta rápidamente, chocándome con la persona que tengo justo en frente.

Desde que veo el rostro de Dylan y sus ojos claros observándome, doy un paso hacia atrás. Tenerlo cerca me intimida.

—¿Si? —Mi respuesta es apenas audible así que carraspeo mi garganta e intento dar una contestación más clara o al menos que pueda escucharla. No puedo dejar que los nervios que siento se apoderen de mi y me hagan parecer idiota delante de él—, ¿si? —repito esta vez con un tono de voz alto y claro.

Dylan y yo no hemos hablado en toda la noche desde que me enfadé con él por utilizar el mismo apodo que utilizaba Brent para mi. Por eso, tenerlo en frente mía, me tensa y mucho.

No se como actuar ni que decir después de haberme comportado como una niñata con él.

—¿Podemos hablar? —pregunta con cierto temor a que mi respuesta sea negativa.

—Lo estamos haciendo ahora —Mi respuesta queda cortante, a pesar de que no he querido sonar de esa manera.

Es verdad que me ha jodido que Dylan se besara con aquella chica pero no por eso tengo que tratarle mal. Él no ha hecho nada malo, soy yo la que me confundo a mi misma constantemente.

Al final va a ser verdad eso de que en la adolescencia las hormonas vuelven estúpida a una.

—Me refería a hablar de lo que ocurrió antes —Con cada palabra pronunciada Dylan baja más su tono de voz.

Quiero pedirle disculpas pero sé que eso haría que la conversación se alargue y en estos momentos no tengo que ser egoísta y mirar por mi, sino todo lo contrario y buscar a mi hermana.

—¿Podemos hablarlo luego? Ahora estoy ocupada —Me rasco la nuca nerviosa por lo que Dylan pueda responder.

Él asiente no muy convencido y yo me dispongo a marcharme sino fuera porque él me interrumpe.

—¿Pues sabes que? Lo acabo de pensar mejor y no, no puede ser luego. No siempre tenemos que hacer las cosas a tu manera —Él se dispone a seguir con su sermón y aunque se que me lo merezco, como dije antes este no es el momento.

—Dylan —le llamo relajada intentando que pare.

—No Sofi, de Dylan nada. Tienes catorce años y todo este tiempo te he intentado complacer en todo lo que he podido pero ya estoy harto, no voy a aguantar ninguna niñatada más.

Cumpliendo los catorceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora