[En multimedia Sofia Steel]NARRA SOFIA
Como de costumbre estoy en la mejor librería de la ciudad mirando que libro me puede interesar lo suficiente como para comprármelo. Sin embargo, por ahora, lamentablemente no hay ninguno que llame mi atención.
Sigo buscando en la siguiente estantería hasta que el sonido de mi móvil me interrumpe. Miro a ver de quién se trata y no me sorprende para nada ver quién me llama. Es mi padre, el gran empresario Lion Steel. Un hombre de cuarenta y cinco años con pelo rubio oscuro y ojos claros.
Sí, se llama como León en inglés.
Él me contó que de pequeño se metían mucho con él por eso pero que después se acostumbro y ya se lo tomaba hasta con humor.
Eso sí, cuando va a reuniones importantes suele utilizar su apellido, él dice que lo hace para sonar más profesional.
Tonterías suyas. Yo realmente creo que es para que no se burlen de él.
—¿Si? —pregunto respondiendo a la llamada.
Mi papá tarda unos pocos segundos en responder al otro lado de la llamada.
—Sofia, tú madre y yo tenemos que comunicarte algo muy importante, tienes que volver ya a casa —su tono de voz suena estable, ni siquiera le tiembla un poco, ni tampoco suena como si estuviera enfadado, así que tan importante no será lo que me tiene que decir entonces, ¿no?
O por lo menos no me va a echar la bronca.
—Vale, pediré un taxi —le informo.
—De ninguna manera, creo que es mejor que vayamos nosotros a buscarte —termina afirmando.
Primero me dice que tengo que ir a casa y ahora me dice que vienen ellos a donde estoy yo.
¿Ustedes le entienden? Porque yo no.
—Papá, puedo ir sola, tengo trece años no cinco —suspiro pero eso no parece convencerle.
Para él siempre seré la pequeña bebé de la familia ya que soy la menor de sus tres hijas.
La primogénita de la familia es Susan Steel, me pasa tres años y algunos meses de edad, mientras que yo tengo trece años ella tiene dieciséis. Ella sin duda es una diosa griega o al menos se asemeja a ello puesto que es alta, rubia, con ojos azules, cuerpo bronceado y delgada.
Lo tiene todo.
Por eso todos los chicos babean por ella. Sin embargo, mi hermana no es la típica rubia que se va con cualquier chico, ella para eso es muy selectiva y discreta. También es lista y siempre sabe cómo afrontar las situaciones que la vida le pone delante. De mayor me gustaría llegar a ser al menos la mitad de lo que es ella.
La segunda que vino a la familia fue Samantha Steel. Ella es también es rubia con ojos claros y tiene un bonito cuerpo, sin embargo, su estatura no es que sea algo por lo que destaque.
Creo que hasta yo que tengo un año menos que ella, soy más alta.
Ella es un tanto borde con la gente que no conoce y sin duda es alguien que habla sin pelos en la lengua. Eso realmente es lo que más admiro de ella.
Y luego por último -pero no menos importante- estoy yo, Sofia Steel, la más pequeña de las tres hermanas Steel. Al igual que mis hermanas soy rubia y tengo los ojos claros. Sin embargo, mi piel es más blanquecina que la de ellas y soy más alta que Sam.
ESTÁS LEYENDO
Cumpliendo los catorce
Mizah"Le miro por última vez pensando en lo erróneas que son sus palabras. -Puede que no sea una persona adulta y que tampoco es que tenga bastantes experiencias en lo que se refiere al amor pero te aseguro que sé lo que es que querer a alguien -afirmo c...