85. Servicios a la comunidad (Parte 1).

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Capítulo sin editar

NARRA SOFÍA

Ahí sigue Brent, esperando una respuesta. ¿Realmente quiero eso? Dylan habrá cometido errores pero siempre lo ha tenido claro conmigo. Brent en cambio ha sido todo lo contrario. Un día parece que le gusto y al siguiente está con otra.

—Lo siento pero no puedo.

Acto seguido me aparto con rapidez volviendo a dejar un amplio espacio entre ambos.

—No entiendo.

Brent pasa su mano por la nuca y me mira confuso.

—Estoy con Dylan y aunque nos hayamos peleado no puedo hacerle eso porque le quiero Brent y a ti hace tiempo que creo que deje de hacerlo de esa forma —aclaro sin ser capaz de mirarle a la cara. Sé que ahora mismo la cosa se pondrá tensa entre ambos y en cierta parte eso me hace arrepentirme de lo que ha pasado o de lo que hubiera podido pasar esta noche.

—Será mejor que volvamos —zanja Brent sin más.

Yo asiento con la cabeza.

Él, a pesar de haberle rechazado, me ofrece su mano para ayudarme a levantarme. Yo me agarro a ella e incluso ahora el tacto se siente tan cercano que solo hace que todo sea más incomodo aún.

—Me lo he pasado bien contigo Brent —suelto una vez que entramos en el internado. Él resopla.

—Doble S, ¿de verdad me estás diciendo eso? —cuestiona con enfado. Trago saliva sin saber qué responderle—. Me acabas de rechazar y para ti lo hemos pasado bien, es que tienes un morro que te lo pisas niña —añade con más enfado aún. Veo como aprieta sus puños.

Él se da la vuelta para marcharse ahí y yo le agarro con el fin de poder hablar las cosas tranquilamente. No quiero perderle y volver a lo de antes pero tampoco sé como detenerle.

—No quiero que volvamos a enfadarnos.

—¿Por qué? —Él intenta zafarse de mi agarre pero yo no le dejo.

—Porque eres mi amigo y no quiero perderte.

—Ahí está el problema.

—¿Qué problema? —pregunto en busca de explicaciones que no parece que quiera darme.

Él se ríe y yo no entiendo nada.

—¿Cómo se puede estar tan ciega?¿Cómo es posible que sigas sin darte cuenta después de todo? —pregunta frustrado y llevándose las manos a la cara. En el fondo siento que más que para mi parece que se hace esas preguntas así mismo—. Me voy a dormir, estoy cansado y tú también deberías —suelta finalmente algo más calmado.

—Pero Brent... —Antes de que pueda terminar de hablar, él me interrumpe.

—Buenas noches doble S.

Brent me da un beso en la frente y se marcha sin decir nada más. Yo me quedo ahí sola, inmóvil y con un mar de dudas.

¿Que habrá querido decir con eso?

Las dudas acaparan toda mi atención. Tanto que termino estampándome con una puerta y casi cayéndome al suelo del impacto y del susto.

La gente me mira, algunos se ríen, otros se cuchichean pero ninguno se digna a ayudarme.

Cuando llego a mi cuarto ahí están Brody y Anastacia viendo una película.

—Tienes mala cara —suelta la pelirroja nada más verme.

—Me apetece fallecer, será por eso —aclaro antes de tumbarme y apretar la almohada contra mi cara. Estoy bastante agotada, es como si todo lo que hago estuviera mal y por una vez me gustaría que no fuera así.

Cumpliendo los catorceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora