Cumpliendo los catorce

69. Lo positivo de lo negativo

Capítulo sin editar

NARRA SOFIA

Coloco la mochila entre mis piernas y me dispongo a abrocharme el cinturón. Flora, que está a mi lado, hace lo mismo pero con más cuidado ya que su mochila es mucho más grande que la mía.

—¿Qué tanto llevas ahí? —pregunto anonadada por el tamaño de la mochila—. Solo vamos a dar un paseo por un parque —añado al pensar que puede ser lo que haya dentro y que abulte tanto.

Ella se ríe y zarandea su cabeza.

—Son solo algunas cosillas —Flora se encoge de hombros y saca un paquete de galletas de la mochila.

—¿Vas a comertelas aquí? —pregunto porque sé que está prohibido comer en el autobús.

—Claro, ¿quieres? —Flora ni se inmuta y extiende su brazo con el paquete de galletas.

Yo niego y señaló el cartel que pone en la parte delantera del interior del autobús, en donde se ve perfectamente un cartel que prohíbe el consumo de alimentos.

—Mejor, más comida para mi —responda ella llena de felicidad.

—Pero está prohibido —repito.

A mi amiga parece que le da igual y empieza a comerse las galletas como si nada.

He de decir que esta vez nos hemos sentado juntas en el autobús de casualidad ya que siendo realistas ha sido una elección de último momento. Hunter iba a ponerse con Brent y Chris con Anastacia por lo que nosotras éramos las sobrantes.

—Están buenísimas, ¿de verdad que no quieres? —insiste de nuevo, a lo que yo vuelvo a negar con la cabeza.

—Ya he dicho que está prohibido comer en el autobús, es una norma —recalco con molestia. Luego otros serán los que tengan que recoger los piscos de comida que Flora deje y eso tampoco está bien.

—Las normas están para saltárselas Sofi —Flora se ríe pero yo me mantengo seria—. Mira que eres aburrida —refunfuñe.

Para ser sincera las cosas entre Flora y yo ya no son como antes. Ahora se pasa la mayoría de los días con Hunter o sino con Eleonora y Ashley, ya no es aquella chica inocente que conocí los primeros días al entrar al internado. Apenas se pone con Christian, Anastacia y conmigo y cuando lo hace es muy poco tiempo o porque vienen los demás.

Su cambio no tiene que ver con las galletas o comer en el autobús, sino más bien con su actitud, ahora se me asemeja más a Eleonora.

—¿Y estos últimos días que has hecho? No te vi en la fiesta de pijamas de Eleonora, pensé que vendrías —comenta mientras come.

Sé que Eleonora me invitó a esa fiesta y no fui voluntariamente y siendo consciente de ello. Para ser sincera el principal motivo por el que no asistí fue porque ya no siento que encaje con ellas.

Cuando pasó lo de Vanessa se nos fue de las manos a todas, me incluyo en ello. Sin embargo, ellas, al contrario que yo, no se arrepienten de nada, incluso a día de hoy siguen molestando a la pobre chica. Parece como si les diera igual ver sufrir a una persona por el simple hecho de que se junte con alguien que les gusta.

Se supone que los seres humanos tenemos que respetarnos y ayudarnos los unos a los otros y ellas hacen lo contrario, sin remordimiento alguno.

De Eleonora y Ashley me esperaba cualquiera cosa pero de Flora no y por eso me sorprende tanto el cambio.

—Tenía que estudiar para biología, sabes que ahora que estamos llegando al final del trimestre todo se complica y no quiero quedarme atrasada con la materia —miento.