13

52 9 0
                                    

Y ahí permanecí, a su lado, atenta a cómo evolucionaba su recuperación, y para ser franca,  me resultó que para tratarse de un dios, se recuperaba a un ritmo muy lento, incluso para una simple mortal como yo.

Y no fue hasta pasados dos días, cuando se despertó,  ocurrió mientras yo me paseaba de un lado a otro de la celda, aunque hubiese pasado a penas tres días inconsciente, no podría vivir, sabiendo que él podría estar debatiéndose ahora mismo entre la vida y la muerte, y no fue hasta que me dí la vuelta, cuando le vi de pie, elegantemente vestido, con las manos en su espalda,  mirándome fijamente con una sonrisa en su rostro,dejándome patidifusa al momento.

- Parece que alguien se ha estado preocupando por mi - dijo él con un tono pícaro

- ¿ Quién? - pregunté - ¿ Yo? Venga ya

-( T / N ) - dijo levantándome el mentón con la ayuda de su pulgar-¿Por qué quieres mentir al Dios de las Mentiras? Si ya sabes que es imposible....

- Bueno, puede que estuviese algo preocupada...- dije nerviosa al ver la poca distancia que había entre nuestros rostros

-Muchas gracias - dijo dándome un fuerte abrazo, dejándome con una extraña sensación- Eres la primera persona que se preocupa por mi en mucho tiempo - dicho esto le correspondí al abrazo

- No hay de que - contesté

A partir de ese día, cada momento que pasaba con Loki, descubría cosas nuevas sobre él, pero aún así, seguía sin decirme dónde tenía el teseracto, pero también el mismo Loki me estaba fascinando, cada historia, cada relato que me contaba sobre su hogar, sus vivencias, y de las cosas que recordaba,  me iba encantado por completo, hasta el punto de hechizarme,  haciendo florecer nuevos sentimientos en mi interior.

Algo raro me estaba pasando, desde que Loki se recuperó,  me empecé a sentir cada vez más y más devil, tenía temblores, fatiga, no comía nada, tenía dolores de cabeza, estaba insoportable, y no me dí cuenta de cómo estaba mi estado de salud hasta que, una noche cerré los ojos y no los volví a abrir hasta pasados unos meses. 

ContracorrienteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora