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Al cabo de pocos minutos, llegué al tan conocido lago, el cual, se encontraba en un claro, en medio del bosque; donde para mi sorpresa, me encontré a Loki sentado a la sombra de un roble, mientras que su caballo bebía agua al mismo tiempo que vigilaba los alrededores a esperas de mi llegada.
No pasó mucho tiempo para que el animal, se pusiera a relinchar , al percatase de mi presencia, lo cual hizo que el dios del engaño se despertase estrepitosamente mientras sonreía victorioso por la carrera.

- Vaya... Veo que Pegaso no es tan veloz como dicen- dijo mientras calmaba a su caballo, al mismo tiempo que yo me bajaba del mío

- Venga Loki, los dos sabemos que has hecho trampa- dije mientras cogía al potrillo y lo dejaba en tierra

- Puede que si o puede que no- contestó el dios del engaño en un tono pícaro a la vez que se aproximaba- Anda vamos a sentarnos, tenemos mucho de qué hablar - dijo señalando el lugar donde hace escasos minutos se encontraba dormido

Y ahí estuvimos los dos, sentados a la sobra de aquel enorme roble, mientras nos contábamos anécdotas que nos había ocurrido desde que nos separaron a la vez que nos prometíamos amor eterno. Esa tarde Loki habló a su padre y consiguió que retrasara la boda un año más, con la excusa de querer conocer a su prometida un poco más; a lo que el Padre de Todo no opuso resistencia, aún sabiendo de que no era a Hebe, diosa de la juventud, con quien su hijo quería verse durante un año.

Por lo que ambos podíamos vernos cada día, a la misma hora y en el mismo lugar; sin sospechar que estábamos siendo atentamente vigilados por dos de sus progenitores; mientras que, con el paso de los días, nuestra relación  se iba haciendo cada vez más y más fuerte, de forma que fuimos alimentando las sospechas de nuestras familias.

- Parece que nuestros hijos sí que se desean de verdad- comentó Frigga sorprendiendo así a la diosa griega de la familia, quien se encontraba observando a los jóvenes enamorados sellando su amor con un beso

- No digas tonterías- contestó Hera indignada ante el comentario de su futura consuegra - Tu hijo tiene un don para los espejismos, seguro que solo es eso

- Hera, no te ofendas, pero, conozco a mi hijo y eso no es ningún espejismo- dijo la reina asgardiana , dejando perpleja a la soberana del Olimpo - Vamos, dejemos a los jóvenes tranquilos...

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