73

21 4 0
                                    

De este modo y sin descuidar ni un segundo, todas nos dirigimos hacia donde se encontraban nuestros muchachos, quienes se hallaban perfectamente; era una de esas pocas veces en las que llegaban a casa como cuando se fueron, sin embargo, el sentimiento de alivio  estaba allí, al saber de volvían a nuestro lado, y he de admitir que era una de las mejores cosas que estaba experimentando gracias a mi chico.

-¡BUCKY!- exclamé abalanzándome hacia él con lagrimas de alegría en los ojos- Por fin has vuelto- dije entre sollozos de tranquilidad

-¡(T/N)!....  Si, ya estoy aquí, a todo esto....-comenzó a decir, antes de que yo le plantara un beso en los labios

-¡(T/N)! ¿Y eso?- exclamó  Tony al ver a su pequeña hacer tal muestra de afecto, haciendo que los tortolitos se separasen casi al momento

-¿No me digas qué...?- preguntó James perplejo al intuir la respuesta de la deidad

-Si, si, claro que saldré contigo- contestó confirmando las sospechas de su ahora novio

-Ah...Ahora se entienden muchas cosas...- comentó Steve al recordar el extraño comportamiento de su compañero durante la misión-Mis enhorabuenas amigo

-Gracias- contestó

-Y aun queda una sorpresa más- anunció Peppers, consiguiendo que todos observasen a Tony algo extrañados

-¿Nos tenemos que preocupar?- pregunté nerviosa

-No, para nada es solo que durante tu ausencia, (T/N), le propuse a Peppers una idea que no rechazó- resumió Stark

-Un proyecto en común- continuó Peppers uniendo su mirada con la de su prometido

-¿Es lo que creo que es Sr. Stark?- preguntó Visión

-Como me conoces, ¿eh?...-dijo cómico- Así es, Peppers y yo nos vamos a casar

Ante tal noticia como es de suponer, no tardó en llegar la alegría y el gozo a nuestros corazones, pero que por ciertas razones, esos sentimientos lo veía opacados por la mala nueva que le tendría que comunicar tarde o temprano a Bucky, la cual estaba decida a contársela lo más pronto posible, y dejando ese tema  a un lado, me volví a unir a la celebración.

Aun así, como en toda estrategia,   tendría que tantear el terreno, antes de atacar; aunque no me sentía muy orgullosa de ello, era algo que ya estaba en marcha, una vida ya estaba creciendo en mi vientre, y no le iba a quitar el derecho a vivir.

Así que , sin más tardar le dejé a Gamora, quien desde la coronación a penas se le veía el pelo por la torre, una nota pidiéndole ayuda con dicha situación, necesitaba a alguien de confianza, que me pudiese ayudar en esta prueba que las parcas me habían impuesto.


ContracorrienteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora