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Ya teníamos todo preparado; un plan de ataque, el respaldo del resto de las tribus, un escuadrón de ataque "aéreo", una caballería, y respecto al armamento, bueno, nos las tendríamos que apañar por el momento con escudos hechos a base de madrea ; recubiertos con ojas de árboles frutales; y entre armas rudimentarias o piedras.

Todo estaba marchado a la perfección, pero todavía tenía dudas sobre mi persona, a penas recordaba algunas cosas de después de la guerra; y como no quería asustar a nadie, lo que hice fue buscar a (T/N), lo más rápido que pude, a quien encontré sentada en un saliente dibujando sobre una hoja una especie de plano con la ayuda de un carboncillo.

- Buenos días (T/N)...- saludé un tanto nervioso

- Hola Bucky- me saludó de vuelta, mostrándome una amable sonrisa

-¿Te importa que te acompañe?- pregunté algo tímido, por miedo a que pudiese serle un estorbo

-Claro sargento, ven, hay espacio de sobra- dijo echándose un poca a su derecha

-Gracias- dije tomando mi asiento- ¿Qué haces?

- Nada en especial, solamente darle los últimos retoques a mi plano- contestó mostrándome el dibujo

-¡VAYA! ... ¡Es el mejor plano que he visto en mi vida!- exclamé anonadado por la claridad de los detalles y de los bocetos

-¿En serio?- preguntó extrañada

-Te lo digo verdaderamente en serio, es el mejor que he visto en años- dije sosteniéndolo al contraluz

-Bucky; ¿te encuentras bien?- preguntó dándome donde más de dolía

- No, la verdad es que no- contesté

-¿Y eso?- volvió a preguntar esta vez más extrañada

-Verás... Es que... Me parece raro el pensar en lo que has estado haciendo por mi; me has curado, me has regalado el brazo, y ... Y ahora esta amabilidad por parte de todos... No me la merezco- dije recordando lo que decían los periódicos sobre mi hace años

- Bucky; no digas eso, si he hecho eso es porque eres mi amigo y no me gustaría verte sufriendo- dijo intentando encontrar mi mirada- Espera...¿Esto no tendrá nada que ver con lo que ocurrió aquí antaño?- enseguida asentí- De acuerdo, dime recuerdas antes de lo del Soldado de Invierno

-Lo único que recuerdo fue que me caí de un tren en marcha y que quedé inconsciente... Y cuando me desperté recuerdo que no paraban de perseguirme ; pero antes de todo eso, poco es lo que recuerdo.... si me podrías decir todo lo que sepas sobre mi...aunque sea poco, me sería de ayuda- le pedí intentando disimular mi tristeza

-Pues clara, Steve no paraba de contarme historias sobre ti, a ver, veamos...¿Por dónde empiezo?- dijo comenzando a contarme mi propia historia

A decir verdad, a penas me acordaba de algunas cosas, pero lo que más me alegraba era saber que de ella no me había olvidado, era muy afortunado de tenerla como amiga, ya que de alguna forma sabía que ella iba a estar ahí a mi lado para lo que sea, y no me iba a quedar atrás.

ContracorrienteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora