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Y sin más tardar, lo abrí, descubriendo así un folio que decía así...

'"Debí haber sido más cauto lo confieso, sino fuera por mi conducta de amor verdadero".... Así me gustaría que hubiese empezado esta carta que va dirigida a la mujer más hermosa del universo, pero aun con estas palabras me quedaría corto al hablar de mis sentimientos hacia ti; ya ves el panorama, ni el gran Shakespeare puede ayudar  a esta momia a expresar sus más profundos secretos. Por eso voy a intentar darte lo mejor de mi, pues tú me has dado mucho más de lo que cualquier mortal pueda imaginar.

Desde que nos despedimos llevo pensando en ti día y noche, tú eres quien me da aliento en la batalla, cada vez que derribamos las fuerzas enemigas pienso en que gracias a nuestro esfuerzo, el mundo seguirá su curso por más tiempo, lo que para mi significa que tú, estés donde estés, estás a salvo.

Puede que ahora ya esté en el yet de vuelta a casa; y la razón por la que te escribo esto es porque; cada vez que planeaba decírtelo en persona el miedo me invadía, de tal modo que me era imposible articular palabra.

Es por eso que, después de dar tantas vueltas he reunido el "valor",  de hacerte esta pregunta...

(T/N) Stark, ¿te gustaría salir conmigo?

Respetaré tu decisión.

Con gran cariño , para mi verano:

                                        Tu Soldado de Invierno"

-¿Y bien?- preguntó Wanda- ¿De quién es la carta?

-Es de Bucky- contesté perpleja

-¿Y qué dice?- preguntó Potts

-Me ha pedido salir- contesté desatando una oleada de chillidos y alegría entre mis compañeras

-Oye, y qué le vas a decir...-preguntó Wanda completamente atónita

-Pues le diré que sí, supongo...Se lo diré en cuanto llegue- dije con decisión

-Y.....¿Por qué no se lo dices ahora?- insinuó Peppers

-¡¿Eh?!- exclamé extrañada ante la sentecia

Y sin mencionar palabra, tecleando en los ordenadores, a la vez que mostraba una sonrisa pícara,  me mostró; gracias a las incontables cámaras de vigilancia; cómo Bucky descendía del yet en compañía de Falcon y  del resto del equipo, entre risas y bromas.

Lo siguiente que hice, y sin perder ni un instante, corrí hacia el helipuerto de la azotea para darle la calurosa bienvenida que se merecía mi Sargento.

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