Capitulo 23

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El último libro restante fue colocado en el nuevo mueble por parte de Nicole. Ya un poco cansada miró a su alrededor encontrando solo cajas vacías de la mudanza, las cosas de su perro y un par de cosas de su otro perro Nash que no ayudaba a ordenar nada.

Hace un par de horas habían terminado con la mudanza y al parecer todo quedó en orden. El lugar era extremadamente espacioso. Nada que no pudiera pagar.

Mike había ayudado demasiado en ayudarla a obtener ese departamento. Tuvieron una seria charla una noche antes acerca de cosas que Nicole quería evitar y una de esas era vivir bajo el mismo techo que Harry. Inmediatamente este le había comentado que el departamento en frente suyo estaba a la venta desde hace un par de días y que le echara un ojo.

Eso fue lo que hizo al otro día llevando con ella a Nash que era el indicado para ser su roommate. Automáticamente al ver el interior y escuchar el precio Nicole lo compró con el dinero que tenía ahorrado junto con Nash que no había dejado que ella pagara todo el dinero.

Se sentía muchísimo más tranquila, y segura sobre todo. Tenía a Nash viviendo con ella y a Mike justo al frente que no dudaba en ayudarla si fuera necesario.

En esos instantes lo único que se escuchaba era el sonido de la ducha que provenía de la habitación de Nash.

Era una mañana completamente aburrida y cansadora.

Mike ni siquiera se había aparecido a ver que tal estuvo la mudanza. Este se encontraba ocupado con un nuevo caso.

La cocina era un desastre por lo que la rubia ni siquiera se acerco para intentar hacer el almuerzo, así que solo se sentó en el sofá lleno de cajas dejando caer algunas al suelo y se dispuso a pedir comida a domicilio.

A simple vista por más que la cocina estuviera limpia y hubieran cosas dentro del refrigerator, la alacena Y etc. Nicole no era muy buena en la cocina. Así que quería ahorrar posibles sartenes quemados o desastres, sería horrible estrenar la cocina el primer día de esa manera.

Todo se sentía diferente. Sin las chicas de limpieza a su alrededor, las amas de llaves caminando de un lado al otro, los chefs en la cocina... ya no había nada.

-Hey, Pam.- intentó llamar la atención del pequeño perro blanco que estaba distraído con sus juguetes -Pam.- volvió a llamarlo -pasan los años y te vuelves sordo.- suspiró haciendo un puchero de manera inconsciente.

Se supone que debería de estar ayudando a arreglar el caso de Carolina o estar con Mike aprendiendo acerca de los casos que se presentan en el departamento de homicidios.

Pero no.

Es horrible ser joven e inexperta. En la academia fue una de las mejores, y no podía entender porque la cosas le estaba saliendo de esa manera.

-Me muero de hambre.- la cabellera castaña de Nash apareció de repente entre la pila de cajas vacías.

Su cabello estaba empapado, y lo peor no era eso. La costumbre de salir en paños menores cuando estaba en casa y no es como si Nicole estuviera sorprendida.

-Pedí comida hace unos minutos.- informó bostezando -ve a vestirte, ¿Quieres?-

Este le enseñó la lengua y se tiró al sofá apoyando su cabeza en el regazo de su amiga.

-No quiero.- dijo luego de estar cómodo -ese es el precio de vivir conmigo, además...- apretujó las mejillas de su amiga -no es como si no me hayas visto desnudo antes.-

-No tienes vergüenza, no entiendo que les gusta a las mujeres de ti... ni siquiera sé porque tienes tantas pretendientes.-

-Tal vez porque les gusta lo que hago, ya sabes a que me refiero.- dijo con picardia.

Daddy Issues;; h.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora