Capitulo 25

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Un trueno iluminó el living. Estaba lloviendo desde la noche anterior, Nash no había podido llegar a casa y estaba atrapado en donde sea que estuviera. Mike no dio señales de vida ya que lo escuchó salir disparado hacia el trabajo.

Lo único que quedaba era ella, Pam y su aburrimiento en una mañana de lluvia.

Sentía como si estuviera perdiendo el tiempo ahí sentada mientras podría estar resolviendo todo el lío con Harry. Pero no. Tampoco es como si pudiera salir con semejante lluvia.

Al llegar las 12:15 a.m. Nicole hizo un esfuerzo sobrehumano para poder cocinar algo que después de todo le salió demasiado bien. Tuvo un buen almuerzo, junto con Pam, vio un par de películas, o mejor dicho: trató de hacerlo y estuvo así un par de horas. Cada tres minutos esta cambiaba de posición en el sofá mientras miraba con aburrimiento la televisión.

-¿Que de divertido tiene todo esto si estoy sola?- murmuró ya apagando el aparato.

Deshizo su coleta dejando que su cabello cayera en su rostro y que la rubia soplara los mechones que se metían dentro de su boca. Se colocó de pie y caminó lentamente hacia su habitación en donde tomó las cosas necesarias para tomar una ducha.

Tenía que distraerse con algo.

Lanzó cada prenta que se quitaba hacia el cesto de ropa sucia y entró a la ducha mientras tarareaba una canción que traía en su cabeza desde hace días.

Le gustaba pensar en cosas random y muchas de ellas eran con respecto a Mike y lo estúpido que eran sus intentos de salir con él de manera amorosa.

-¿Por qué es tan difícil?- lloriqueo mientras lavaba su cabello.

Puede que se haya pasado más de media hora en la ducha, pensando en ridiculeces o cantando su repertorio de canciones mentales.

Tan sumida estaba que pegó un salto cuando las luces se apagaron luego de un trueno que iluminó la habitación de baño ya que Nicole había dejado la puerta abierta que dirigía hacia su dormitorio.

-¿Y ahora que?- susurró mirando a su alrededor notando lo poco que podía ver.

Tanteando la pared encontró la llave del agua que cerró lentamente mientras que con su otra mano buscaba su toalla que estaba colgada por alguna parte de la puerta de vidrio.

Con el cabello goteando aún y dejando agua a medida que camina a a la habitación esta escuchó a Pam ladrar y entrar a su cuarto. No le prestó atención al pequeño perro y se dispuso a buscar ropa limpia.

El perro al ver que su dueña no le hacía caso volvió a salir por la puerta entreabierta dirigiéndose escaleras abajo.

Con las cortinas un tanto cerradas la rubia dejó caer la toalla al borde de su cama mientras se colocaba la ropa interior. Lo único que podía escuchar era la lluvia cayendo desenfrenada y chocando contra las ventanas. Aún con gotas de agua sin secar en la mayor parte de su cuerpo esta se colocó la ropa que había elegido mojandola en algunas partes.

Luego de estar vestida abrió las cortinas mirando hacia afuera, todo era un desastre. Odiaba estar sola en situaciones así.

Se puso un tanto inquieta al sentir como su piel se erizaba, y como sentía que alguien  la estaba observando, en el momento exacto en el que escaleras abajo Pam empezó a ladrar sin detenerse.

-¿Pam?- levantó la voz mirando por la pequeña abertura de la puerta.

Echó un suspiro tembloroso mientras caminaba decidida hacia la puerta y la abría mirando aquel pasillo oscuro, escapó un sonido con sus labios dando un par de pasos hacia las escaleras, pasando por la habitación de Nash que estaba abierta y el balcón al final del pasillo que brillaba gracias a la luz de los relámpagos.

Daddy Issues;; h.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora