Epílogo

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Emma despertaba algo aturdida y empezó a moverse pero sus manos estaban atadas a una silla e igual sus pies. Ella empezó a desesperarse tratando de soltarse pero era inútil, empezó a ver su alrededor por lo menos para saber donde se encontraba, parecía una bodega vieja con olor a humedad, Emma empezó a soltar lágrimas estaba desesperaba no sabía que hacía en ese lugar, trato de gritar pero su boca estaba amordazada. Trato de zafar sus manos otra vez pero no consiguió nada, lo único que esperaba era que la encontrarán.

Después de un rato, una puerta de metal fue abierta, pero de ella entraba esa mujer vestida con sus trajes finos y su rostro superficial. Emma la miró y esa mujer sonrió con malicia.
-querida Emma, al parecer eres igual a la zorra de tu madre- dijo esa mujer con desprecio y la castaña sintió su sangre hervir, trato de contestar pero su boca aún estaba amordazada.
-¿quieres decir algo?- dijo con falsedad esa mujer y luego le quitó el pañuelo de la boca.
-nunca en tu vida vuelvas a insultar a mi madre- dijo con rabia Emma y la mujer levantó una ceja y soltó una carcajada en seco.
-¿de verdad? No lo puedo creer ahora defiendes a esa mujer que te despreció durante muchos años- dijo con malicia esa mujer y Emma se tenso.
-voy a contarte una linda historia- dijo esa mujer y después miró a Emma con odio.
-había una vez una chica, que lo tenía todo, dinero, popularidad y un gran amor- dijo y tenso la mandíbula.
-amaba al chico más popular de la universidad, ellos eran la pareja perfecta- dijo mirando fijamente a la hija de su peor enemiga.
-hasta que un día él fue con unos amigos, a comer a un mugroso local- dijo con desprecio.
-y conoció una maldita zorra, se encaprichó con ella- dijo y tenso la mandíbula.
-ella se le metió por los ojos, hasta que consiguió lo que quería- dijo con rabia.
-y la otra chica enamorada de él soportó su rechazo, trato de recuperarlo, hizo lo imposible para separarlos- dijo mirando con desprecio a Emma.
-hasta que la bastarda pobretona se embarazó- dijo con rabia.
- pero esa chica se vengo dándole a esa mosca muerta por donde más le dolía- dijo sonriendo con malicia.
-y justo el día, que hiba a tener a su bastarda- dijo mirando a Emma.
-paso algo inesperado- dijo haciendo una cara de sorpresa.
-y su hermanita, su adorada hermanita se murió de camino al hospital ups mala jugada del destino- dijo y empezó a reír macabramente, mientras Emma sentía la rabia subir por sus venas.
-la mataste- confirmó Emma con rabia, esa mujer había asesinado a su tía el mismo día que ella había nacido.
-ups quizás esa chica pasaba con su coche justo en el momento que la mocosa cruzaba la calle- dijo esa mujer encogiéndose de hombros.
-eres una asesina, tú mataste a mi tía- dijo Emma con lágrimas en los ojos, esa mujer había hecho su vida un infierno, por su culpa su tía había muerto, por su culpa recibió todo el rechazo de su madre, esa mujer era despreciable.
-si, yo la mate- confirmó la mujer y sonrió con malicia.
- luego encontré a un hombre que podía darme un gran futuro y recién había perdido a su gran amor, dejando a un pequeño mocoso a su lado, así que lo enamoré, me hice cargo de su mocoso y luego tuve una hija con él- dijo encogiéndose de hombros.
-al pasar los años, nuestras familias se unieron en una asociación- dijo mirando a Emma.
-luego Tyler te conoció y se enamoró de ti- dijo con desprecio.
-pero por su culpa, por ir manejando a una velocidad muy alta, él había arriesgado la vida de su hermana dejándola en coma, así que lo amenaze que si no te rompía el corazón, su hermanita hiba a pagar las consecuencias y hiba a desconectarla y como se sentía culpable del estado de esa mocosa, hizo lo que pedí- dijo encogiéndose de hombros y Emma la miraba con odio.
-Grisel eres el ser humano más despreciable que pueda existir, cómo puedes hablar así de tú propia hija- gritó furiosa la castaña.
-que bueno que Tyler no es tú hijo, así no lleva tú insoportable sangre- dijo y la mujer sonrió con malicia.
-crees que me importa- dijo Grisel mirando a Emma.
-ahora tú pagarás todo, voy a mandarte hacerle compañía a tú tía de paso me la saludas- dijo esa despreciable mujer y sacó un arma de su bolso de diseñador.
-nos vemos en el infierno preciosa- dijo y un disparo resonó en el lugar.

El Rostro de la VenganzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora