HEREDEROS

10. ¿Qué pasa?

Al día siguiente Andrea se levantó nuevamente con pesadez, se levantó de la cama, cuando apoyó el pie en el suelo hizo una pequeña mueca, todavía se resentía, se dirigió al baño y observó su rostro, ahora era peor, el morado ya se tornaba a color oscuro, el derechazo de Samuel había sido bárbaro... se metió en la ducha, el agua templada recorría su cuerpo, con ella intentaba que su agonía se fuera y se colara por el desagüe pero solo la misma persona que le causaba dicho sentimiento podía quitárselo...

Salió de la ducha y caminó hasta su armario, escogió un vestido largo de color blanco con varios detalles en diferentes colores, se secó el pelo y después lo arreglo con varias ondas, maquillo su rostro para ocultar aquella magulladura que le recordaba la pelea entre Flavio y Samuel para después bajar.

En la sala se encontró con la sorpresiva visita de Irina que estaba junto a la pequeña Esperanza con unos dibujos y a Samuel quien las supervisaba, él levantó su vista viéndola bajar y ella suspiró tratando de cambiar su fúnebre cara.

Andrea: Irina, que gusto verte-se acercó, se inclinó para darle un beso en la mejilla y se sentó en el sofá frente a su marido.

Irina: igualmente, Andrea

Samuel: vino a comer con nosotros, me dijo que la habías invitado-levantó una ceja.

Andrea: ahm, si-soltó una pequeña risa-cierto, se me había olvidado completamente, bienvenida a nuestro hogar-dijo sin ganas mirando hacia Samuel.

Esperanza: mira mamá-le enseñó el dibujo-Irina me ayudó.

Irina: ¡Qué va! Si todo lo ha hecho esta pequeña artista, tus dibujos son fabulosos.

Andrea: está precioso cariño-sonrió mirando el dibujo-es verdad que tienes mucho talento con el arte...

Esperanza: estoy deseando acabar las vacaciones para entrar en el colegio y aprender nuevas técnicas ¡Quiero ser artista!-Samuel sonrió.

Samuel: seguro lo lograrás, Esperanza-Andrea lo miró incrédula.

Andrea: ve a lavar las manos cielo, ya vamos a comer.

Irina: vamos cielo, te acompaño-se levantó junto a la niña y abandonaron la sala.

Andrea: no tienes que fingir con mi hija-él levantó una ceja-sé nota que no soportas verla.

Samuel: te equivocas, soy consciente de que Esperanza no tiene la culpa-Andrea se levantó y nuevamente se resintió del pie-¿estás bien?-ella suspiró.

Andrea: solo es una pequeña molestia, tranquilo...

Avanzaron juntos a la sala donde Esperanza ya estaba sentada junto a Irina, en la cabecera, se sentó Samuel y a la izquierda de él Andrea, las sirvientas de la casa comenzaron a servir la comida.

Irina: no sé cómo no os fuisteis de luna de miel, yo me estoy desesperando en este pueblo-suspiró y miró fijamente a Andrea cuando agachó la cabeza con una mirada triste.

Samuel: ambos teníamos muchas cosas que hacer... entre el rancho que quiero levantar y las actividades de Andrea en la comunidad no dábamos cuadrado-Andrea soltó un resoplido irónico que Irina volvió a percibir.

Irina: en la comunidad hay mucha necesidad ¿no?

Andrea: sí, pero bueno, estoy intentando conseguir varios puestoa de trabajo para la gente, creo que con eso podremos ayudar a muchas familias... espero que eso evite el bandalismo...-Irina recordó su tortuoso recuerdo con los bandoleros la noche de la boda de su primo-¿sabes si ya dieron con esos maleantes?

Irina: no... apenas sé si se pusieron a buscarlos o algo, sé que la justicia en estos pueblos tan pequeños va demasiado lenta...

Samuel: y eso para una abogada de ciudad como tu es exasperante ¿verdad?