66. ¡Habla!

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Samuel frunció el ceño y Andrea le mostró un diario de su madre.

Andrea: es un diario de mi madre.

Samuel: explícate...-murmuró.

Andrea: ahí tienes todas las respuestas, el por qué nuestros padres se odian-él la interrumpió.

Samuel: quiero escucharlo de tus labios...

Andrea: Hace años tu padre tuvo una relación con una mujer provocado por el despecho que el rechazo de mi madre le generó, esa relación tuvo frutos, un hijo...

Samuel: ¿¡Quién es ese hijo!?

Andrea: Flavio es tu hermano... -Samuel dio un par de pasos atrás consternado.

Samuel: esto debe ser una broma-abrió el diario de Elena y comenzó a leer cientos de partes en las que aquella mujer hablaba de lo endemoniado que era su padre, aquel fallido intento de violación, aquel abandono de Flavio en el dispensario, la decisión de Elena al quedarse con Ignacio-¿¡Pero qué demonios!? ¿Qué clase de persona tengo como padre?

Samuel tiró el libro estrepitosamente por el dispensario y Andrea pegó un ligero bote asustada, estaba reaccionando con mucha rabia, en parte lo comprendía, si algo tenía claro es que en eso Samuel no tenía nada que ver, en eso Samuel no tenía la culpa de absolutamente nada y se sentía mal por descubrir quién era realmente el hombre que le había dado la vida, ella se acercó temerosa empujada por un instinto y pasó la mano por su hombro.

Andrea: tranquilo... tú no tienes la culpa de como sea él.

Samuel: ¿Flavio sabe de esto? ¿Dónde está?

Andrea: desde hace días no lo veo, pero por lo que sé creo que se fue con tu prima... no se si lo sabrá.

Samuel: necesito hablarlo con él...-suspiró-somos hermanos... mi padre ¿lo sabe?

Andrea: no lo creo... alguien se ha estado encargando de que esos secretos no viesen la luz...

Samuel: ¿a que te refieres...?

Andrea: no te parece curioso que... bueno, Catalina, la madre de Flavio, se fue amenazada abandonando a Flavio, mi madre también fue amenazada, yo misma vi esas amenazas y a Sofía también la amenazaron Samuel... y curiosamente las amenazas de Sofía coincidían en letra con las de mi madre y todas tenían un objetivo común... callar a quien tuviese relación con tu padre y sus secretos...

Samuel: dios mío no lo digas-meneó la cabeza-mis padres no pueden estar detrás de algo así...

Andrea: atando cabos a esas alturas llega cualquiera a esa conclusión-él se abrazó a ella intensamente-creo que tu madre tuvo algo que ver con todo esto...-él soltó un llanto y ella simplemente se quedó inmóvil sirviendo como un punto de apoyo a quien por años fue su amor... por quien su corazón todavía latía, pero que latía a un ritmo distinto...

Los días pasaban de manera rápida, poco a poco Irina se iba recuperando del disparo que había sufrido y que afortunadamente no puso en riesgo su vida ni la de él bebé, Flavio se la pasaba todo el tiempo al lado de ella, velando porque su mujer y su hijo estuvieran bien y es que Irina y ese bebé eran lo más valioso que él tenía en ese momento y no permitiría que los lastimaran otra vez.

Las cosas con Catalina eran un poco extrañas tras contarles a él y a Irina la historia con todo detalle, se estaban dando una oportunidad como familia, Flavio nunca se imaginó que conocería a su madre y menos que su historia fuera tan complicada como lo era, él era hermano de Samuel y Esperanza, de esa pequeña niña por la que hubiera dado su vida de ser necesario y es ahora que entendía porque esas ganas enormes de protegerla, claro que la sangre llama se repetía una y otra vez.

HEREDEROSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora