7. Yo no soy así

1.8K 147 32
                                    

Andrea: no... no lo sé...-titubeó pero en los ojos de Flavio se reflejó exactamente lo que fue-basta Flavio, no vayas por ahí, él no fue.

Flavio: ¡Espera que lo pille!

Y como si Samuel escuchase sus palabras su coche se estacionaba en el dispensario, Andrea horrorizó el rostro sabiendo que eso significaban problemas, Flavio era una persona terca y estaba convencido de que la extraña actitud de su amiga más aquel moratón tenían un solo significado y era que Samuel le había hecho daño.

Samuel bajó con el rostro enfadado lo cual le dio pie a Flavio de auto convencerse más de lo que su mente le estaba repitiendo y no, no iba permitir que esta vez alguien dañase a la única persona que ve algo bueno en él, ambos caminaron decididos y sin que le diese tiempo a Samuel de abrir la boca Flavio le estampó el puño sobre el rostro.

Andrea: ¡FLAVIO NO!-trató de tirar de él, pero en seguida se echó para atrás cuando su marido se incorporó y lo tiró al suelo tras devolverle el puñetazo.

Samuel: ¡Nos vamos!-la agarró del mismo brazo que la otra noche y ella se quejó.

Flavio: ¡SUELTALA!

Tiró de Andrea delicadamente tratando de apartarla de Samuel y de nuevo se abalanzó sobre él, ambos se enzarzaron en una pelea, todos los allí presentes miraban la escena prácticamente sin pestañear, sin apenas mediar palabra, llevaban años sin verse y se estaban arreando con todas las ganas que tenían en el cuerpo, desesperada los observaba alrededor de ellos tratando de entrometerse.

Vio su momento cuando Flavio empujó a Samuel apartándolo de su cuerpo, fue entonces cuando Andrea se interpuso entre ambos al mismo tiempo que Samuel bajaba un puñetazo en dirección hacía Flavio pero que impacto sobre la cara de Andrea, el mundo se paralizó por un momento viéndola caer mientras aquel hombre detenía su caída, todo el mundo lo miraba mientras murmuraban.

Él se quedó respirando agitadamente arrepentido casi al instante de aquel acto que sin querer había provocado, ella se quejó de su pómulo enrojecido mientras Flavio la sostenía mirando a Samuel acusándolo de lo que acababa de hacer, ella se incorporó sin mediar palabra, aquel silencio lo estaba torturando sin saber qué hacer, caminó pasando por el lado derecho de su marido y dejando a ambos con la respiración agitada, al menos había detenido la pelea.

Se subió al coche con la cabeza alta y se marchó de aquel lugar, dejando desatar sus nervios dentro de su coche, en qué momento su felicidad se truncó de esa manera, que estaba pasando con su marido, él no era así, quien era el demonio que lo estaba trastornando para que fuese el hombre amargado que le estaba mostrando, no, los golpes no dolían, un forcejeo de muñeca y aquel golpe que desde luego no iba para ella, no le dolían, ni siquiera la hacían pensar en la remota idea de dejar a su marido, era su indiferencia, su rechazo, era la forma insignificante en la que la miraba, era el saberlo atraído por aquella sirvienta lo que la impulsaba a rendirse... necesitaba ver que su marido la quería aunque fuese un poco o se volvería loca...

Llegó al rancho con la respiración más tranquilizada, se miró en el espejo del coche y admiró el enrojecimiento de su pómulo, después se tocó la muñeca también ligeramente amoratada, aquello se les estaba yendo de las manos, tanto él como ella no podían continuar así, meneó la cabeza y se bajó en el coche para ver como Samuel la alcanzaba, ella aceleró el paso para meterse por la parte de atrás de la cocina, mientras notaba como él la seguía.

Samuel: ¡Espera mujer!-corrió ligeramente para alcanzarla y la agarró del hombro girándola.

Ambos se miraron intensamente y se enfrentó a la tristeza de sus ojos unida al golpe que presentaba en la mejilla... se miraron en silencio mientras los ojos de Samuel se aguaron e inevitablemente se arrodillo frente a ella, Andrea sollozó con las lágrimas deslizándose por sus mejillas, se había pasado bastante con ella, aquel golpe era prueba de ello aunque no fuera intencionado.

HEREDEROSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora